'Sin papeles' en Europa
Injusto ser¨ªa afirmar que el Gobierno socialista se ha cruzado de brazos -probablemente, era imposible hacerlo- ante la avalancha de inmigrantes ilegales subsaharianos que en gran n¨²mero est¨¢n llegando a las costas de Canarias en estos tres ¨²ltimos meses. Ha anunciado medidas y ha logrado implicar a la Uni¨®n Europea en un asunto que, obviamente, no compete s¨®lo a Espa?a y que, por tanto, en el supuesto de que tenga una soluci¨®n a la vista, ¨¦sta no puede venir de un solo pa¨ªs.
Desgraciadamente, todo lo que se ha hecho hasta ahora se halla todav¨ªa entre interrogantes, trat¨¢ndose de un problema que desborda la capacidad de Espa?a, pero que ¨¦ste y anteriores Gobiernos no han sabido de antemano calibrar, como m¨ªnimo, a tiempo. Por eso es leg¨ªtimo albergar dudas sobre la eficacia de tales acciones -¨¦sas y las prometidas por la Comisi¨®n Europea-, la celeridad con que se llevar¨¢n a cabo, el tipo de colaboraci¨®n de los Gobiernos africanos en la repatriaci¨®n de los pobres desgraciados que huyen, el impacto general del Plan ?frica o la fiabilidad que puedan tener las palabras de Zapatero cuando, siempre optimista, pronostica en el Senado una reducci¨®n sustancial de la llegada de cayucos.
Lo logrado por la vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega en su viaje el pasado martes a Bruselas es mejor que nada. Y que no se entienda con ello que la bater¨ªa de 15 medidas urgentes que la Comisi¨®n Europea ha acordado poner en marcha en respuesta a la crisis de los sin papeles es menospreciable. Algunas ya hab¨ªan sido comprometidas en la cumbre del pasado diciembre bajo presidencia brit¨¢nica -ya se sabe que en la jerga comunitaria "urgencia" es algo relativo-; otras, sin embargo, tienen cierta relevancia, como el despliegue de lanchas r¨¢pidas y aviones de reconocimiento por parte de ocho pa¨ªses de la Uni¨®n en las costas canarias y de ?frica occidental. Aunque, claro est¨¢, la soluci¨®n no pasa s¨®lo por el control de fronteras, sino por la cooperaci¨®n y asistencia econ¨®mica a esas naciones que viven en la miseria. Todo ha de plasmarse en presupuestos comunitarios. Sin ellos, la voluntad europea carecer¨¢ de credibilidad.
La visita de Fern¨¢ndez de la Vega a la capital de la UE, al margen de lo que puedan dar de s¨ª en el futuro esas medidas acordadas, ilustra, y de manera bien frustrante, un hecho palpable: los escasos m¨¢rgenes de capacidad que tiene hoy d¨ªa la Comisi¨®n Europea. Su presidente, el portugu¨¦s Dur?o Barroso, por muy comprensivo y voluntarioso que se haya podido mostrar con su ilustre visitante, no ha podido ofrecerle mucho m¨¢s, porque el mal llamado Ejecutivo comunitario sigue teniendo competencias muy limitadas en materia de inmigraci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.