"Detr¨¢s del discurso islamista sobre la mujer hay un proyecto pol¨ªtico fascista"
Fadela Amara naci¨® en un suburbio de Francia, en una familia obrera de origen argelino. Ten¨ªa 14 a?os cuando uno de sus hermanos muri¨® atropellado por un conductor borracho que nunca fue juzgado. Desde entonces lucha por la igualdad de derechos para los inmigrantes, segregados en barriadas que, por el abandono del Estado, se han convertido en guetos en los que tratan de enquistarse los islamistas. En 2003, con un pu?ado de j¨®venes, Fadela cre¨® el movimiento Ni Putas Ni Sumisas, toda una provocaci¨®n que responde a una frase habitual de los chavales de los barrios ("Todas putas menos mi madre") y que puso a Francia ante su propia verg¨¹enza: el infierno que padecen las mujeres de los suburbios, v¨ªctimas de segregaci¨®n, matrimonios forzados, violaciones colectivas e incluso asesinatos de honor. En Madrid, invitada por el Instituto Franc¨¦s, Fadela, de 43 a?os, asegura que s¨®lo haciendo valer los principios de la rep¨²blica laica puede combatirse el islamismo.
"Tariq Ramad¨¢n ha contribuido a la desintegraci¨®n de la rep¨²blica. Lo que lamento es que una parte de la izquierda lo apoye"
"No acepto, y por eso combato el relativismo cultural, que se redefina el concepto de libertad en funci¨®n del color de la piel"
Pregunta. La opresi¨®n de las musulmanas en los suburbios franceses se reproduce en otros pa¨ªses europeos. ?Es un problema de los barrios o del islam?
Respuesta. Hay que distinguir entre religi¨®n y tradiciones arcaicas. La interpretaci¨®n de los textos religiosos siempre se ha hecho por y para los hombres. Yo soy musulmana creyente y considero el velo como un instrumento de opresi¨®n contra la mujer. La historia del velo est¨¢ ligada no tanto al islam como a sociedades patriarcales. En esa tradici¨®n arcaica, la virginidad representa el honor de la familia y, en los suburbios de hoy, el honor de todo el barrio. Por eso hablamos de una regresi¨®n. Las mujeres de mi generaci¨®n hab¨ªamos logrado un poco de libertad: pod¨ªamos elegir al compa?ero o estudiar la carrera en otra ciudad. Hoy una chica del suburbio ve c¨®mo todos los muchachos, en nombre del honor, se convierten en guardianes de su virginidad
P. ?Qu¨¦ influencia ejercen los imanes en ese comportamiento?
R. Hay dos etapas. A finales de los ochenta emerge en los barrios el "islam de los s¨®tanos", grup¨²sculos islamistas bajo la batuta de imanes autoproclamados, que usan un discurso muy radical en relaci¨®n con la mujer y apelan a la intervenci¨®n de los muchachos Y ellos controlan a sus hermanas: no te vistas as¨ª, el maquillaje y los vaqueros se han terminado, de la falda corta mejor ni hablar?
Hoy, los islamistas tienen t¨ªtulos universitarios e instrumentalizan el islam con un proyecto que no tiene nada que ver con nuestra rep¨²blica laica.
P. ?Incluye a [el acad¨¦mico suizo] Tariq Ramad¨¢n en ese grupo?
R. La gente como Ramad¨¢n ha contribuido a la desintegraci¨®n de la rep¨²blica y a la implantaci¨®n del proceso comunitarista. Mucha gente de los barrios, discriminada, sin trabajo, piensa que Francia no les quiere. Mi generaci¨®n se rebel¨® y sali¨® a la calle. Pero Tariq Ramad¨¢n capitaliza nuestra frustraci¨®n y nos lleva a otro discurso: en nombre del islam, reencontrad vuestra dignidad, afirmaos primero como musulmanes y despu¨¦s, eventualmente, como franceses. Lo parad¨®jico es que a Ramad¨¢n, como va todo atildado y es un intelectual, lo invitan en todas partes y ha podido propagar su doble discurso: "limpio", delante de los periodistas, pero otro muy distinto en los suburbios, y sabemos de lo que hablamos porque est¨¢bamos all¨ª: las chicas a un lado, los chicos a otro. Su propuesta de una moratoria en la cuesti¨®n de la lapidaci¨®n de la mujer es inadmisible. en Suiza, que jam¨¢s ha vivido en un pa¨ªs musulm¨¢n y que, como hijo de burgu¨¦s, nunca padeci¨® los problemas que tuvimos los hijos de obreros y tuvo acceso a todos los conocimientos. Su"islam moderno es para m¨ª un islam fundamentalista.
P. Los manifestantes en favor del velo se envolv¨ªan en la bandera francesa y cantaban La Marsellesa. ?Los islamistas usan los s¨ªmbolos de la rep¨²blica para pervertir sus fundamentos?
R. Por supuesto. Usan las herramientas de la democracia para destruirla. Guardando las proporciones, es lo que hizo Hitler. Detr¨¢s del discurso de los islamistas sobre la mujer hay un proyecto pol¨ªtico fascista. Yo le llamo el fascismo verde, lo que me ha valido una condena a muerte.
P. La prohibici¨®n del velo en las escuelas, en 2004, ?fue una victoria para ustedes?
R. Fue una gran victoria. Sobre todo para m¨ª, porque en 1989, cuando apareci¨® el primer velo, lo defend¨ª, apostando por la escuela republicana. Yo dec¨ªa: cuidado, esas cr¨ªas est¨¢n bajo presi¨®n, pero la escuela republicana les va a ayudar, les dar¨¢ las armas para que ma?ana puedan elegir. Pas¨® el tiempo, de un caso pasamos a 100, a 400? Y de pronto ya no est¨¢bamos frente a ni?as con una crisis de identidad, sino ante j¨®venes captadas y formadas por los islamistas, que se hab¨ªan convertido en activistas pol¨ªticas aunque tuvieran 12 o 14 a?os. La idea detr¨¢s del velo era acostumbrar a la opini¨®n p¨²blica a ver a j¨®venes cubiertas. Asumido eso, se pasar¨ªa a otra reivindicaci¨®n, y a otra, y a otra. Es la "islamizaci¨®n desde abajo".
P. ?Qu¨¦ siente una mujer de izquierda ante ciertos sectores progresistas que aprueban el velo en aras del multiculturalismo?
R. Estoy totalmente en contra del relativismo cultural. Soy hija de inmigrantes y estoy orgullosa de ello. Y Creo que la libertad y la igualdad son valores universales, v¨¢lidos para el estudiante chino de Tiananmen, para las mujeres de Soweto, para las madres de los desaparecidos en Latinoam¨¦rica, pero tambi¨¦n para las mujeres de los suburbios franceses. Lo que no acepto es que se redefinan los conceptos de libertad e igualdad en funci¨®n del color de la piel.
P. El doble rasero de algunos intelectuales europeos.
R. Exactamente. Es el planteamiento del relativismo cultural me encanta tu cusc¨²s y tu caft¨¢n, pero voy a cerrar los ojos si te someten a la ablaci¨®n o si te casan a la fuerza, porque esa es tu tradici¨®n. No estoy de acuerdo con el concepto de choque de civilizaciones del que hablan Bush y Bin Laden. Los dos bandos que se enfrentan en el mundo son, por un lado, los que est¨¢n comprometidos con la libertad de conciencia y la universalidad de los valores, y por otro, los oscurantistas de todo tipo. Y en ambos lados puedes encontrar ¨¢rabes, blancos?
P. En el mundo musulm¨¢n, el lado que defiende los valores universales es particularmente d¨¦bil.
R. Y lo es a¨²n m¨¢s porque Occidente ha contribuido a debilitar las fuerzas de progreso. Por eso creo que es racista y colonialista decir: "No vamos a exportar la democracia a esos pa¨ªses, y menos todav¨ªa nuestros valores de libertad e igualdad, porque ellos no tienen esa tradici¨®n y no est¨¢n preparados". Para m¨ª la democracia tiene una sola definici¨®n: un hombre, un voto; una mujer, un voto. Y cuando dices esto, hay intelectuales de izquierda que dicen: "Fadela hace el juego a la clase blanca dominante". Yo no soy una intelectual, soy una obrera, una mujer del terreno. Para ellos, con sus prejuicios, es inimaginable que los hijos de los inmigrantes podamos afirmarnos como franceses y comprometernos con la rep¨²blica laica. La mejor forma de demostrar que no estamos en el choque de civilizaciones es que los j¨®venes de la inmigraci¨®n magreb¨ª musulmana porten la bandera de la democracia, el estado de Derecho y los valores universales.
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