Mediocre recta final del Festival de Cannes

A falta de dos pel¨ªculas a concurso, que se exhibir¨¢n hoy -El laberinto del fauno, espa?ola, de Guillermo del Toro, y Cr¨®nica de una fuga, argentina, de Ismael Adri¨¢n Caetano-, la suerte est¨¢ echada en esta 59? edici¨®n del Festival de Cannes, que acabar¨¢ ma?ana. El balance no es bueno, y las pel¨ªculas de ayer no mejoraron la media; es m¨¢s, contribuyeron a su descenso. Concursaron una dificil¨ªsima pel¨ªcula portuguesa y un complaciente musical franc¨¦s.

Como complemento al programa del d¨ªa, se present¨® fuera de concurso United 93, nuevo homenaje a las v¨ªctimas del 11 de septiembre, en esta ocasi¨®n convertidos en h¨¦roes, ya que se trata de los pasajeros del avi¨®n que no se estrell¨® contra su objetivo, nada menos que la Casa Blanca. Hace unos d¨ªas, Oliver Stone promocion¨® en este festival, con 20 minutos de proyecci¨®n, su nueva pel¨ªcula, World Trade Center, que se ver¨¢ en el Festival de Venecia, en la que se rinde homenaje a los bomberos neoyorquinos que se sacrificaron aquel d¨ªa.

United 93 explica c¨®mo reaccionaron los viajeros de ese vuelo y su enfrentamiento a los cuatro terroristas que se hab¨ªan hecho con el avi¨®n desvi¨¢ndolo de su ruta. Dicen que cuanto ocurre en el filme est¨¢ basado en testimonios de los familiares a quienes los pasajeros telefonearon desde el avi¨®n, en informes cient¨ªficos de las torres de control a¨¦reo, en la verdad oficial... pero tambi¨¦n hay mucho de imaginaci¨®n por parte de los guionistas, que no desde?an un solo recurso sentimental ni cualquier otro del g¨¦nero de acci¨®n. El director brit¨¢nico Paul Greengrass triunf¨® hace cuatro a?os en el Festival de Berl¨ªn con el estremecedor Domingo sangriento. En la pel¨ªcula de ahora aplica sus conocimientos profesionales a una pel¨ªcula patri¨®tica de gran estudio, y lo hace con evidente pericia: el resultado es trepidante desde que los pasajeros se van situando confiadamente en el avi¨®n hasta que ¨¦ste se estrella en el momento final, pero carece de la importancia de Domingo sangriento. Aqu¨ª hay, desde luego, gran br¨ªo cinematogr¨¢fico y mucho de chantaje emocional. De hecho, hubo espectadores conmovidos que aplaudieron con ganas al final. Tambi¨¦n se oy¨® alguna voz discordante que no se hizo entender por encima de los efectos sonoros.

En cualquier caso, United 93 fue m¨¢s amena que la pel¨ªcula Juventud en marcha, del portugu¨¦s Pedro Costa, que reincide en cierto estilo cinematogr¨¢fico de los a?os sesenta, que se empe?aba en aburrir. Negando el cine como lenguaje, colocando la c¨¢mara fija ante (malos) actores que hablan y hablan como si fuera teatro antiguo, las dos horas y media de este experimento viejo fueron expulsando de la sala a la mayor¨ªa de espectadores, de tal forma que el espect¨¢culo no estaba ya en la pantalla, sino en las oleadas de desertores. Cuando los devotos del filme se quedaron al fin solos, aplaudieron a sus anchas.

Tambi¨¦n se aplaudi¨®, y mucho, la pel¨ªcula francesa Cuando yo era cantante, de Xavier Giannoli, pensada y dirigida para lucimiento del actor G¨¦rard Depardieu, que campa por sus respetos en una comedia sentimental, plagada de viejas canciones que ¨¦l mismo interpreta con arrojo y sensibilidad. Realmente, Depardieu est¨¢ soberbio, y no ser¨ªa extra?o que le cayera alg¨²n premio. Es la historia de un cantante de orquesta de clubes arcaicos y de su discreto amor por la bella C¨¦cile de France, que le corresponde. No es un tema interesante aunque sea simp¨¢tico. Los m¨¦ritos de la pel¨ªcula deben encontrarse en el trabajo de G¨¦rard Depardieu y en la nostalgia que despierta en los espectadores al reconocer las canciones. La ¨²ltima de ellas fue coreada por parte de la sala. El p¨²blico franc¨¦s es agradecido y a ¨¦l va dirigida especialmente la pel¨ªcula.

La gente no cesa de preguntarse qu¨¦ criterio ha habido este a?o para programar la secci¨®n oficial. A punto de bajarse el tel¨®n, s¨®lo se ha visto el cine bueno que ya se sab¨ªa. El resto ha sido discreto, cuando no francamente malo.