'El s¨¢nscrito de Eufemiano'
Los investigadores calculan que s¨®lo se podr¨¢n probar plenamente las pr¨¢cticas dopantes de una veintena de corredores
De la cantidad ingente de fichas de deportistas halladas, de las etiquetas de las bolsas de sangre de los arcones, de las decenas de conversaciones telef¨®nicas intervenidas, de las grabaciones de v¨ªdeo con las c¨¢maras frente al portal 92 de la calle Zurbano, de las fotograf¨ªas de deportistas acudiendo a los despachos de Merino Batres y Eufemiano Fuentes, de todo el material acumulado en tres meses de investigaci¨®n de la Operaci¨®n Puerto que permiti¨® a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil proceder a la detenci¨®n de cinco personas el pasado martes, de todo ello s¨®lo podr¨¢n salir plenamente identificados y comprometidos en el actual caso una veintena de deportistas como mucho, han admitido los investigadores.
De ellos, unos diez figuran en el atestado que la Guardia Civil entreg¨® ayer al juez en el que motivan con nombres propios las pr¨¢cticas del detenido que ellos creen constitutivas de delito. La causa de la escasez de identificaciones plenas es lo que ya se conoce en la jerga del caso como el s¨¢nscrito de Eufemiano.
El mayor elemento de prueba no aclara gran cosa. Todas las bolsas que contienen gl¨®bulos rojos de deportistas, refrigerados para conservarlos antes de que se los reinyecten en v¨ªsperas de d¨ªas de gran esfuerzo, la conocida pr¨¢ctica de dopaje sangu¨ªneo mediante autotransfusi¨®n, tienen etiquetas con nombres, n¨²meros y letras que corresponden a una clave. Pero ni en el disco duro del ordenador del m¨¦dico, ni en los papeles requisados, ni en ninguna otra parte se ha hallado un documento que permita descifrar las claves.
Todo se encuentra en la cabeza privilegiada de Eufemiano Fuentes, una persona extremadamente celosa de la identidad de sus clientes y muy cuidadosa en todos sus movimientos. Esa es, sin duda, una de las razones por las que ha llegado hasta aqu¨ª en boca de muchos, como perejil de tantas salsas, pero indemne.
"Que tenga todo el mundo por seguro que de su boca no saldr¨¢ ni un nombre", dicen fuentes cercanas a su defensa. "Entre otras cosas porque sabe que no ha cometido ning¨²n delito, que sus clientes son personas mayores que han acudido a ¨¦l libremente y que ¨¦l es m¨¦dico y puede prescribirles el tratamiento que crea m¨¢s conveniente".
Pese a ello, los investigadores no se desaniman y con paciencia de cazadores de mariposas destejen mil¨ªmetro a mil¨ªmetro la tela de ara?a. As¨ª, uno de los agentes de la UCO se dedica a llamar a diferentes ciclistas profesionales para preguntarles por los apodos que se dan dentro del pelot¨®n y cotejarlos con los que figuran en algunas bolsas. As¨ª, ayer pudieron desentra?ar una decena m¨¢s de acertijos que sumar a los otros diez que entregaron al juez.
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