'Terapia Eufemiano'
El ex ciclista Jes¨²s Manzano relat¨® en 2004 al fiscal de Tur¨ªn c¨®mo organizaba el dopaje en el Kelme el m¨¦dico canario

Cuentan quienes le conocen, amigos y enemigos, que lo que de verdad excita a Eufemiano Fuentes, joven de buena familia, millonario desde su nacimiento, persona muy inteligente, son las emociones fuertes. "Debe llevarlo en los genes", dicen. "S¨®lo sabe vivir al borde del riesgo, en el filo de la navaja, medio proscrito. Y nunca cambiar¨¢".
Es una explicaci¨®n.
Una forma de entender por qu¨¦, sin necesidad econ¨®mica aparente, Eufemiano Fuentes fue capaz de seguir con las pr¨¢cticas peligrosas que le condujeron ayer a pasar unas horas en la c¨¢rcel, sin cambiar de m¨¦todos ni costumbres, dos a?os despu¨¦s de que Jes¨²s Manzano, un ex ciclista del Kelme, relatara en el diario As c¨®mo Fuentes organizaba el dopaje en el seno de su equipo.
"?bamos a su 'estudio' , donde nos prescrib¨ªa la terapia y nos consignaba las jeringas en un termo"
"Tras el tratamiento, not¨¦ una fort¨ªsima fuerza al pedalear y sent¨ª que nunca llegar¨ªa a agotarla"
"Un gusto inmoderado por las emociones fuertes, una dosis de vanidad, otra de impunidad y varias de engreimiento. ¨¦se es el c¨®ctel", explica un colega que le ha visto actuar en su mismo equipo. "Y un absoluto desprecio por los ciclistas y su vida". O su muerte.
Jes¨²s Manzano tuvo una prueba del gusto por el riesgo de Fuentes, y de sus ayudantes en el Kelme, los m¨¦dicos Alfredo C¨®rdova, de Soria, y Walter Viru, de Valencia, el verano de 2003, despu¨¦s de retirarse del Tour. "El doctor Viru me cit¨® en su cl¨ªnica de Valencia para suministrarme la ¨²ltima bolsa con mi sangre -la hab¨ªa extra¨ªdo semanas antes- para concluir el tratamiento de autotransfusi¨®n iniciada con otros compa?eros. All¨ª, Javier y su esposa, Marina, colaboradores de Viru, me han suministrado poco menos de media unidad de sangre (unos 175cc), y justo en ese momento me sent¨ª mal y me desvanec¨ª. Cuando volv¨ª en m¨ª les ped¨ª que me llevaran a un hospital, pero ambos se negaron. En su lugar me inyectaron un Urbas¨®n en el gl¨²teo. Cuando me recuper¨¦ me fui andando a la estaci¨®n del ferrocarril para volver a casa. En el tren volv¨ª a sentirme mal. Mi novia empez¨® a telefonear a mucha gente y, como el tren a¨²n no hab¨ªa partido, tuvo tiempo de llegar el doctor Viru (a quien hab¨ªa avisado el m¨¢nager de mi equipo, llamado a su vez por mi madre), quien me acompa?¨® a su cl¨ªnica de nuevo, par¨¢ndose antes en una farmacia para comprar otro Urbas¨®n. No s¨¦ qu¨¦ me pas¨®, pero puedo decir que las bolsas de sangre de los corredores del Kelme, previamente extra¨ªda y conservada, no estaban etiquetadas, ni individualizadas para cada deportista".
Este largo p¨¢rrafo, en el que se aprecia que, finalmente, el riesgo lo corr¨ªan de verdad los ciclistas, y en el que ya se explicaba la pr¨¢ctica, y sus peligros, de la autotransfusi¨®n, forma parte de la declaraci¨®n de Jes¨²s Manzano el 6 de abril de 2004 ante Raffaele Guariniello, fiscal de Tur¨ªn, el l¨¢tigo del dopaje en Italia, que lo convoc¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de que firmara un ef¨ªmero contrato con el equipo Amore e Vita.
El resto de su declaraci¨®n, de la que este peri¨®dico posee una copia, constituye una detallada explicaci¨®n de la terapia dopante a la que Eufemiano Fuentes somet¨ªa a sus corredores. Esta declaraci¨®n ha sido utilizada por los investigadores, quienes tambi¨¦n han contado con la ayuda personal de Manzano los ¨²ltimos meses. Una declaraci¨®n similar en las mismas fechas a una juez de Madrid no condujo a la apertura de ning¨²n proceso: los hechos descritos, considerados como dopaje, no estaban prohibidos como tal por la legislaci¨®n espa?ola.
?stos son algunos extractos:
"Eufemiano Fuentes era el m¨¦dico del equipo los a?os que all¨ª pas¨¦, de 2000 a 2003. Vive en la calle Zurbano 92, bajo, de Madrid [la misma direcci¨®n que desde febrero pasado vigilaba la Guardia Civil y que desemboc¨® en las cinco detenciones del pasado martes]. Colaboran con ¨¦l su hermana Yolanda, Alfredo C¨®rdova y Walter Viru, quien tambi¨¦n trabaja en un hospital de Valencia".
"Mes y medio antes de mi primer Giro, en marzo de 2001, comenc¨¦ el tratamiento con Eprex (EPO), unas 18 o 20 inyecciones. Hac¨ªamos lo siguiente: los ciclistas del equipo ¨ªbamos al estudio de Eufemiano, la habitaci¨®n 101 del hotel Aida, de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), donde nos prescrib¨ªa la terapia en un folio en blanco y nos consignaba en un termo de aluminio refrigerado las jeringas de ¨¦mbolo naranja precargadas con 2.000 unidades de eritropoietina cada una, sustancia designada por Fuentes con el nombre en clave de pelas. Luego, durante el Giro de 2001, mi equipo y yo mismo usamos otras sustancias prohibidas: Trig¨®n (despu¨¦s de la cena los d¨ªas de etapa de monta?a) en inyecci¨®n intramuscular en el gl¨²teo administrada por el m¨¦dico. HGC Lepori (Gonadotropina cori¨®nica humana, hormona femenina), durante las etapas llanas. Y los d¨ªas de contrarreloj, antes de bajar del autob¨²s, una dolorosa inyecci¨®n intramuscular de Cafe¨ªna".
"El HCG Lepori lo utiliz¨¢bamos tambi¨¦n fuera de competici¨®n, para compensar los efectos del Andriol, el esteroide anabolizante que tom¨¢bamos en pastillas de color marr¨®n, una cada dos d¨ªas, altern¨¢ndolas con el HCG. Para evitar un positivo en el control dej¨¢bamos de tomar el Andriol cuatro d¨ªas antes de las carreras".
"En marzo de 2002, antes del Giro, Eufemiano, que es muy amigo del m¨¦dico italiano Luigi Cecchini, me dise?¨® en la habitaci¨®n 101 un programa farmacol¨®gico. Cuando volv¨ª a casa, me llam¨® el doctor Alfredo C¨®rdova, que me consign¨® una bolsa que conten¨ªa un n¨²mero indeterminado de pastillas, cuya composici¨®n desconozco, y un plan para tomarlas. La terapia dur¨® entre 10 y 12 d¨ªas. Cada d¨ªa recog¨ªa un frasco de mi orina, que conservaba en el frigor¨ªfico. Al t¨¦rmino de este tratamiento, not¨¦ una fort¨ªsima fuerza al pedalear, tanta que experiment¨¦ la sensaci¨®n de que nunca llegar¨ªa a agotarla completamente.".
"Aquel Giro de 2002, despu¨¦s de las cenas, Viru nos med¨ªa el nivel de hematocrito, utilizando una centrifugadora Coulter. Si tal valor no pasaba de 46 o 47 nos inyectaba una dosis de EPO rusa (las rusas), etiquetada con caracteres rusos. Despu¨¦s, Viru sal¨ªa para destruir y hacer desaparecer frascos, envoltorios y prospectos".

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