Gente con poes¨ªa
Son poetas de vocaci¨®n y de profesi¨®n. Ponen en verso las inquietudes de la vida. ?ngel Gonz¨¢lez, Luis Garc¨ªa Montero, Felipe Ben¨ªtez Reyes, Carlos Marzal, Luis Gonz¨¢lez Iglesias, Luis Mu?oz, Kirmen Uribe, Yolanda Casta?o y Elena Medel pertenecen a tres generaciones distintas, pero han sabido enganchar con sus libros a un p¨²blico joven que cada vez consume m¨¢s poes¨ªa
Un poema es como una onza de chocolate. Oscuro, peque?o, y puede ser lo m¨¢s bueno del mundo". Como si paladeara un bomb¨®n, Kirmen Uribe (Ondarroa, Vizcaya, 1970) define a la perfecci¨®n el sentido de un poema, la magia de unas palabras dulces o amargas que atrapan con fuerza los sentidos. Uribe cuenta en su libro Mientras tanto dame la mano (Visor) un dilema moral del siglo XVIII en torno a un gram¨¢tico prestigioso, el jesuita Larramendi. Recuerda c¨®mo cuando ¨¦ste muri¨® encontraron bajo su almohada una onza de chocolate. Tal pecado de sensualidad, de gozo, por poco le cuesta al religioso su entierro en sagrado. Esta historia, tan de vascos, le viene al pelo al joven Uribe para llegar al sentido de la poes¨ªa, que, dice, "se acerca al lector de improviso, como el sabor del chocolate".
"La poes¨ªa es un g¨¦nero casi tan imprescindible para el cuerpo como beber agua"
"La ventaja de la poes¨ªa es que no se pliega a nada y ofrece una voz completamente libre"
Ellos saben poner im¨¢genes en palabras. Atrapan los destellos del alma. Viven en este siglo y act¨²an ante p¨²blicos de toda condici¨®n recitando sus poemas. Son poetas. Navegan en el mundo de las palabras para expresar con ellas amor, rabia, miedo, pensamientos, sentimientos? Tienen mucho de m¨²sicos. Como si interpretaran una sonata, funden ideas y ritmo. Lo vital con lo verbal. Escriben versos como una forma de entrar en un mundo ilimitado o, dicho en palabras de Luis Cernuda, porque "lo maravilloso de la poes¨ªa es la posibilidad inagotable que hay en ella".
Elena Medel (C¨®rdoba, 1985) escribi¨® su primer libro de poemas, Mi primer bikini (editorial DVD; premio Andaluc¨ªa Joven de Poes¨ªa 2001), a los 15 a?os, la edad en que la mayor¨ªa de los adolescentes busca las sombras de las discotecas y en las que su mayor contacto con la escritura est¨¢ en los mensajes SMS que escriben desde su m¨®vil. Medel, el hada Campanilla de la poes¨ªa, no se siente un bicho raro por ejercer de poeta: "Ante todo soy una persona normal. Creo que los poetas son eso, personas normales que escriben". Menuda, con unos grandes ojos verdes, le entusiasman las camisetas de los Ramones, el rock y pintarse las u?as de un rojo rabioso. "En la poes¨ªa he encontrado maneras de conocerme un poco m¨¢s, de ver que exist¨ªan escritores que dos o tres siglos antes de nacer yo hab¨ªan sentido lo mismo que siento yo en alg¨²n momento de su vida. Escritores que a mil kil¨®metros de distancia de donde vivo estaban escribiendo cosas que a m¨ª me gustar¨ªa firmar. La poes¨ªa habla de sentimientos con los que puedes identificarte, y creo que por eso es uno de los g¨¦neros literarios con los que el lector se encuentra m¨¢s a gusto".
Parecida opini¨®n mantiene Jes¨²s Garc¨ªa S¨¢nchez, m¨¢s conocido en los ambientes literarios como Chus Visor, director de Visor Libros, un referente para quien quiera publicar poes¨ªa en Espa?a. "Claro que hay lectores de poemas, y bastantes, cosa que no hab¨ªa antes. Soy editor de poes¨ªa y puedo vivir de ello, con eso lo digo todo". En casi cuarenta a?os, Chus Visor ha publicado m¨¢s de 620 libros, su editorial cuenta con un importante fondo de autores y ha dado a conocer a las ¨²ltimas generaciones de poetas espa?oles e hispanoamericanos. A principios de los a?os setenta, cuando empez¨®, editaba ¨²nicamente a los poetas que le gustaban: "El primero fue Rimbaud; luego, Tristan Tzara, Camus, Kavafis, Mallarm¨¦, Maiakovski, Apollinaire? Entonces no hab¨ªa ni un solo libro de ellos publicado en Espa?a". En la actualidad elige lo que le puede gustar al p¨²blico haciendo una criba de los miles de poemas de espont¨¢neos que le llegan. Los sonetos de Joaqu¨ªn Sabina son por ahora el libro m¨¢s vendido de su colecci¨®n: m¨¢s de 180.000 ejemplares el primer a?o, y s¨®lo en Espa?a.
Ya lo dice el escritor Luis Antonio de Villena: "La canci¨®n es poes¨ªa menos intelectual y m¨¢s popular. Es la poes¨ªa popular que logra conectar con el p¨²blico, porque leer poes¨ªa en libro es algo minoritario". As¨ª y todo, se lee ahora como jam¨¢s se ha le¨ªdo. En eso coinciden poetas y libreros. La poes¨ªa goza, pues, de buena salud. En el siglo de las millonarias en ventas aventuras de Harry Potter, los j¨®venes siguen emocion¨¢ndose con poemas que les hablan de cosas cercanas, de vida.
Jos¨¦ And¨²jar Almansa, profesor de literatura y director de un aula de poes¨ªa en Almer¨ªa, lo confirma punto por punto con un argumento sencillo: "Si los libros se venden m¨¢s, hay m¨¢s editoriales que publican poes¨ªa y m¨¢s premios? La conclusi¨®n es sencilla: si no hubiera un p¨²blico, no habr¨ªa tanto espacio para la poes¨ªa".
Juventud que lee y j¨®venes que escriben. El c¨ªrculo se cierra. "Los j¨®venes", dice And¨²jar, "dejan atr¨¢s la poes¨ªa de la experiencia y abren la poes¨ªa hacia lo irracional. Son poetas que mezclan la poes¨ªa con la reflexi¨®n y desde lo irracional".
Felipe Ben¨ªtez Reyes (Rota, C¨¢diz, 1960) habla desde la experiencia: "Estamos en un momento hist¨®rico en que se lee poco porcentualmente, pero se lee m¨¢s que en ning¨²n otro momento. Se lee como jam¨¢s se ha le¨ªdo. Premio Nacional de la Cr¨ªtica en 1995 por Vidas improbables y autor de una larga obra literaria diversificada en novelas, ensayo y relatos, cree que "la poes¨ªa tiene una capacidad de pervivencia hist¨®rica admirable. Puede sobrevivir al margen del mercado, a guerras, a hecatombes, a desastres sociales. Quiz¨¢ le ha beneficiado ese estar fuera del mercado, no depender de la publicidad. Y adem¨¢s, la tendencia es al alza. Cada vez se incorporan m¨¢s lectores porque es un g¨¦nero que se ajusta muy bien al temperamento humano. Es casi tan imprescindible para el cuerpo como beber agua".
El agua y la vida. A Uribe le interesa que sus poemas est¨¦n vivos, y lo ilustra con un recuerdo de infancia: "Mi madre me compr¨® una vez un pollito en el mercado y todav¨ªa me acuerdo de la sensaci¨®n que sent¨ªa al mover el polluelo sus patas en la caja de cart¨®n. Un buen libro de poemas es un poco eso, sentir las patas, escuchar la vida. Un libro tambi¨¦n es una caja de cart¨®n con algo vivo dentro, los poemas fr¨ªos no me dicen nada. Es algo que se est¨¢ dando en todas las artes, los juegos de artificio ya han pasado. En el siglo XXI, el lector quiere emociones, sentir que le est¨¢s diciendo cosas reales, hacer suyo el poema".
?ngel Gonz¨¢lez (Oviedo, 1925), uno de los autores m¨¢s representativos de la Generaci¨®n del 50, es un libro abierto en el que se reconocen lectores de toda condici¨®n. El autor de Palabra sobre palabra lo dice en otros t¨¦rminos: "La poes¨ªa est¨¢ inseparablemente unida a la vida".
Sostiene Luis Garc¨ªa Montero (Granada, 1958) que la poes¨ªa espa?ola est¨¢ en muy buen momento. "Me parece un ¨ªndice de excelente salud que la gente joven est¨¦ publicando libros de muy buena calidad, porque eso asegura la tradici¨®n de la poes¨ªa espa?ola". Garc¨ªa Montero recuerda con su experiencia de profesor de literatura que la poes¨ªa siempre ha tenido un grupo de seguidores aunque no sea un g¨¦nero masivo. "A la poes¨ªa", dice, "hay que medirla por la calidad, no por las ventas".
"Cuando voy a escribir un poema", cuenta Luis Mu?oz (Granada, 1966) en Limpiar pescado, su libro de poes¨ªa reunida, "tengo muchas veces la sensaci¨®n de ¨²ltima oportunidad. Quiz¨¢ porque cada poema sea la ocasi¨®n de escribir lo que en anteriores intentos no pude, lo que desaprovech¨¦, esa red cosquilleante que surge entre los dedos? Quiz¨¢ tambi¨¦n porque todos los poemas tienen algo de testamentario, de antesala del silencio. Porque quieren contener una combinaci¨®n definitiva de palabras, quieren traspasar una zona del lenguaje en la que todo est¨¢ colmado de sentido, y no decir ya m¨¢s". "El poeta", a?ade, "trabaja como el pescadero que limpia el pescado, contra el tiempo. Tiene en sus manos un material que es la promesa de un alimento y de una descomposici¨®n".
El primer poema que Luis Mu?oz ley¨®, como tantos ni?os espa?oles, fue Platero y yo, de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Le gust¨®: "Cre¨ª recibir un sentido vibrante de la realidad y una ampliaci¨®n de lo peque?o, del instante? Entre sus l¨ªneas me sent¨ªa incluido porque no me obligaban a ser un tit¨¢n ni a rechazar lo ¨ªnfimo, sino que me invitaban a mirar m¨¢s alrededor y a sentir en la delicadeza una fuerza". Para Elena Medel, Platero y yo, en cambio, no fue algo positivo; m¨¢s bien lo recuerda como un horror, pero con matices: "Las circunstancias tienen su peso y algunas te superan. Cuando eres una ni?a de primaria y te obligan a aprenderte de memoria una poes¨ªa, pues no es agradable. Aunque a m¨ª Juan Ram¨®n me gusta mucho. No es un poeta que est¨¦ en mis versos, ni creo que sea una influencia directa, pero me gusta much¨ªsimo, y al menos puedo alardear de que la primera frase de Platero me la s¨¦ de memoria".
Elena Medel se recuerda escribiendo versos desde peque?a. "Aprend¨ª a leer y escribir muy pronto, sal¨ª de la guarder¨ªa con las cartillas le¨ªdas. Empec¨¦ a emborronar cuadernos casi por l¨®gica, porque no paraba de leer y las historias se me quedaban cortas". Con siete a?os se fabricaba sus cuentos, como un juego, y a los 12, consciente ya de lo que era la escritura, fabric¨® su primer poema. Parecida experiencia tiene Yolanda Casta?o (Santiago de Compostela, 1977), quien r¨ªe al recordar el primer verso que redact¨® en la escuela, al estilo de la exuberante poeta Gloria Fuertes, cuando ten¨ªa siete a?os.
Tanta precisi¨®n en el recuerdo de los primeros versos no es habitual. Para la mayor¨ªa son tiempos lejanos, y alguno habla de la memoria como "un filtro compasivo" que elimina lo vergonzoso del recuerdo. Ben¨ªtez Reyes se ve en la lejan¨ªa tocando en su C¨¢diz natal con un grupo de rock canciones cuyas letras ¨¦l escrib¨ªa.
Para el poeta Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias (Salamanca, 1964), la poes¨ªa es necesaria para contrarrestar los excesos de una sociedad medi¨¢tica. "La cultura de masas, cuando va bien es democr¨¢tica, cuando va mal es demag¨®gica, y el cantante, el escritor, el periodista pueden plegarse a los intereses del p¨²blico, que es el que manda, y eso es un peligro. La ventaja de la poes¨ªa es que no se pliega a nada y ofrece una voz muy singularizada, muy libre. El tener un uso individual del lenguaje es un valor de libertad".
Otro poeta, Joan Margarit, dec¨ªa en el suplemento Babelia: "Hay que quitarse de encima el miedo a que leer poes¨ªa sea algo que necesite una preparaci¨®n". Chus Visor lo corrobora. "Lo primero que hay que hacer es leer el libro entero. Hay que empezar por la primera p¨¢gina y acabarlo", dice. "A m¨ª me gusta mucho la poes¨ªa, me tranquiliza el esp¨ªritu, me entretiene. Pero no es necesario rodearse de un ambiente especial; yo, por ejemplo, la leo en el metro".
Destrozando mitos, parece que hay que cargarse tambi¨¦n la leyenda de que un poema no entra a la primera. Para Carlos Marzal (Valencia, 1961), eso depende de muchas cosas. "Hay capas de lectura. El poema tiene una capacidad de mutaci¨®n, como la m¨²sica, que en un momento determinado te provoca unas sensaciones, y en otro, diferentes emociones". Carlos Marzal es categ¨®rico: "Con la cantidad de poetas en germen que existen es raro que las tiradas de libros de poes¨ªa no sean de 50.000 ejemplares. Lo que sucede es que hay mucho aficionado que quiere ser le¨ªdo, pero al que no le interesa leer".
Yolanda Casta?o ha recibido hace poco el premio a la mejor comunicadora de la televisi¨®n gallega por su programa Mercuria, en el que repasa la trayectoria de las vanguardias art¨ªsticas gallegas. Premio Nacional de la Cr¨ªtica en 1999 por su libro Vivimos en el ciclo de las Erofanias (edici¨®n biling¨¹e, de Huerga & Fierro), a Yolanda le interesa la esfera de lo emocional; tambi¨¦n la de las ideas, pero nunca har¨ªa lo que ella llama "poes¨ªa paisajista". Le atrae lo que existe en com¨²n "entre un escultor que trabaja la piedra, un acuarelista y lo que trato de hacer yo". La poes¨ªa, dice, "opera con algo relacionado con el misterio, con la magia; es un mensaje que tira de la inteligencia y trabaja con lo perif¨¦rico, lo fronterizo". Casta?o escribe en gallego "porque pertenezco a una tradici¨®n, la de la literatura gallega".
La poes¨ªa, dijo el gran poeta catal¨¢n Pere Rovira, "tienes que escribirla en el idioma en que te ocurren las cosas". A Casta?o le sucede de todo y lo cuenta todo en gallego. "Hablo de m¨ª porque soy la persona que tengo m¨¢s a mano. Hablo desde el cuerpo, el erotismo, el amor, o de la propia identidad. De todo esto trata mi ¨²ltima obra [O libro da egoista (Galaxia); lo publicar¨¢ pr¨®ximamente en castellano Visor]. En este libro trataba de desnudarme, de enfrentarme al espejo con lo bueno y lo malo". "Hay que ser sincera con una misma", a?ade, "pero sin confundirse con el confesionalismo autobiogr¨¢fico. Creo que las m¨¢scaras en poes¨ªa sientan fatal, el lector las detecta a la primera y se caen por su propio peso".
Kirmen Uribe escribe en euskera, y cuenta c¨®mo en Nueva York, despu¨¦s de un recital, se le acerc¨® una escritora neoyorquina para comentarle: "Cuando he visto el texto de tus poemas, he observado que hab¨ªa muchas equis. Si juntas todas las equis con una l¨ªnea es como si encontraras el mapa del tesoro. Est¨¢ bien ver una lengua como una forma de encontrar un tesoro. Para m¨ª todas las lenguas son un tesoro". Uribe observa que se han acabado los dramatismos del idioma. "Mi generaci¨®n es una de las primeras de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica. Habla y escribe la lengua vasca sin ideolog¨ªa, sin pol¨ªtica. Para la generaci¨®n de Bernardo Atxaga significaba tomar una opci¨®n; en la nuestra, ya no es ni siquiera una decisi¨®n, es algo natural".
Los m¨¢s j¨®venes buscan su estilo. Para Luis Antonio de Villena, recopilador de varias antolog¨ªas (La l¨®gica de Orfeo; 10 menos 30, diez poetas de menos de treinta a?os), las diferentes tendencias perviven en los j¨®venes. "Hasta que un poeta no cumple los 40 a?os, no busca, por lo general, su propio camino, su voz, y se adscribe a un grupo. Cuando lo encuentra, ya no se preocupa tanto de indagar en uno u otro, sigue el suyo propio. Un poeta bueno, hoy, conoce todas las vanguardias, las ha explorado, y eso le proporciona comprensi¨®n y no desecha nada en principio".
De Villena prepara ahora otra antolog¨ªa: Radical, ?puede la poes¨ªa hablar de los problemas contempor¨¢neos sin dejar de ser poes¨ªa? Se publicar¨¢ el pr¨®ximo a?o, y ser¨¢ el lector el que conteste a esa pregunta tan directa. "Parece que si se habla de la realidad, ya no es poes¨ªa, y ¨¦ste es un dilema viejo y comprometido. La idea es que los poetas seleccionados hablen de temas que nos conciernen -la guerra de Irak, el agujero de la capa de ozono?, de cualquier cosa que sea actual-, y que lo hagan a su manera, pero que no sea un panfleto. Ser¨¢n poemas donde quede claro que ¨¦stos se refieren al mundo contempor¨¢neo. Quiero que escriban de cosas que no les gusten porque piensen que puede haber un mundo mejor. Ser¨¢ una antolog¨ªa pol¨¦mica porque parte del hecho de plantear un realismo que cada cual interpreta a su manera. Es hablar de lo cotidiano, pero de los problemas; temas que no son la mismidad, la investigaci¨®n del ego hacia dentro".
En esa l¨ªnea, Yolanda Casta?o asegura que "el compromiso en poes¨ªa parte de la propia poes¨ªa. La poes¨ªa hoy d¨ªa es tambi¨¦n una actitud pol¨ªtica". Pero en la poes¨ªa escrita en el siglo XXI, las mujeres tienen cada vez mayor presencia. Mar¨ªa Victoria Atienza, Julia Uceda, Chantal Maillard, Isla Correyero, M¨ªriam Reyes, Carmen Jodra o Ana Merino son un buen ejemplo. Elena Medel es mujer y lo refleja en su trabajo. "Mi primer bikini es un libro muy femenino. A la hora de escribir, igual que tengo presente que acabo de cumplir 21 a?os y que nac¨ª en Espa?a, tampoco puedo ignorar que soy una mujer. Es algo que acaba desliz¨¢ndose en mis poemas". Para Casta?o, "el nacer mujer es una condici¨®n tan aprior¨ªstica que es normal que revierta en los textos, pero como podr¨ªa ser cualquier otra condici¨®n: vivir en el campo o en la ciudad, ser minusv¨¢lido... A veces s¨ª que me apetece aportar mi visi¨®n de mujer en una relaci¨®n amorosa o sexual, que ser¨¢ siempre diferente a la de un hombre; pero no por ello hemos de hacer una literatura aparte, un gueto. La mujer en la poes¨ªa amorosa ha sido siempre un objeto pensado, y ahora las mujeres hemos pasado a ser sujetos pensantes". Aunque por el hecho de ser mujer no siempre se identifican con lo que escriban otras personas de su mismo g¨¦nero. "Me siento m¨¢s identificada con lo que escribe Kirmen Uribe que con lo que hace Ana Rosetti. No todo va en el g¨¦nero, quiz¨¢ sea tambi¨¦n una cuesti¨®n de edades".
Una de las ventajas de los poetas es que pueden nombrar a las cosas como les venga en gana. Gonz¨¢lez Iglesias ha escrito poemas de amor, como ¨¦l dice, "exclusivamente masculino". "Homosexual es una palabra m¨¦dica del siglo XIX que no me gusta. Gay es una palabra horrible, y la apoteosis de la cultura gay es una de las cosas m¨¢s angustiosas. Pens¨¦ que ser¨ªa algo ef¨ªmero en el sentido de que si es, como creo, una deriva del pensamiento izquierdista, ser¨ªa transitoria; pero, por lo visto, la cultura gay ha venido para quedarse".
Y la tensi¨®n de escribir un poema, para muchos de los poetas, est¨¢ en refrescar el lenguaje, hallar nuevas expresiones. Luis Mu?oz sostiene que incluso esa interjecci¨®n tan coloquial, "jo, t¨ªo", bien usada puede ser una renovaci¨®n en un verso. En esa nueva corriente entra el hip hop. Al premio Nobel Seamus Heaney le gusta el rapero Eminem; a Luis Mu?oz, Bebe, el slang, Internet y los blogs.
Felipe Ben¨ªtez Reyes tiene mucho respeto a Internet, "porque puede ser un laberinto en el que te metas y te obsesiones". La Red es fascinante por lo que tiene de reino de la impostura. Ben¨ªtez Reyes recuerda que un internauta jug¨® durante un tiempo con las identidades de Carlos Marzal y la suya. A ¨¦l le adjudic¨® hasta seis o siete personalidades diferentes y puso en peligro -relativo- la amistad de a?os entre ambos.
Los poetas han entrado en las nuevas tecnolog¨ªas. Kirmen Uribe cree que "la poes¨ªa se ha refugiado demasiado en los libros, y existe tambi¨¦n la poes¨ªa de los recitales, en Internet, en las canciones". ?l dice que los versos cambian cuando se leen en voz alta. "La cercan¨ªa entre autor y lector es importante. En Estados Unidos hay ya autores que no publican libros. Laurie Anderson, por ejemplo, s¨®lo hace recitales, no publica libros".
Luis Mu?oz ve el futuro con palabras de uno de los grandes, Antonio Machado. "?l lo dijo: la obligaci¨®n de los poetas es buscar el ¨²nico poema de lo eterno. La poes¨ªa es algo que est¨¢ por hacer. Yo soy joven y me gusta buscar los signos de mi tiempo". Afirma tener entabladas varias conversaciones a la vez. Una con la tradici¨®n: "Es como escribir una carta al director para matizar, replicar". La otra es un di¨¢logo con nuestro tiempo. "Si los futuristas en su d¨ªa sintieron fascinaci¨®n por las m¨¢quinas, hoy nosotros la tenemos por las im¨¢genes, los colores, Internet".
Un poema tiene mucho que ver con la m¨²sica, afirman todos. Uribe se imagina como "un m¨²sico al que de improviso le viene una melod¨ªa a la cabeza y la apunta. Creo que los poemas se escriben en la mente antes que en el papel. Hay que escribir lo m¨¢ximo posible con lo m¨ªnimo, las palabras justas", dice. En general, se muestran reacios a definir su poes¨ªa. Gonz¨¢lez Iglesias echa mano de Bergam¨ªn. "?l siempre respond¨ªa: prefiero pegarme un tiro antes que dar explicaciones". Afirma que si tuviera que elegir le gustar¨ªa ser un poeta amoroso y "tomar cada vez menos distancia, porque la iron¨ªa es distancia, y estar de vuelta de todo cada vez me gusta menos. Hay que procurar estar en el mundo cercano a las cosas".
"La poes¨ªa es un g¨¦nero que implica una reflexi¨®n moral sobre la realidad, intima con la propia conciencia", se?ala Luis Garc¨ªa Montero, quien alerta sobre los grandes peligros que la acechan: "La cursiler¨ªa, la blandenguer¨ªa y la pedanter¨ªa. El creerse que uno es lo ¨²nico importante, querer demostrar que sabe mucho o que es el ombligo del mundo, creer que es el faro de la sociedad y que va a decirle a la gente c¨®mo tiene que vivir. Esa idea de poeta me gusta poco porque creo que la poes¨ªa es antes que nada un ejercicio de inteligencia".
En cuanto a los requisitos para ser poeta, ?ngel Gonz¨¢lez es categ¨®rico: "Tener cualidades de nacimiento. Como para ser m¨²sico o pintor. El ritmo, la tonalidad en las palabras, la musicalidad en el discurso?, todo eso es muy importante en la poes¨ªa, y hay personas que tienen esas condiciones y son especialmente brillantes". Y da igual escribir en prosa o en verso, ambas son literatura. Luis Garc¨ªa Montero matiza: "Escribir bien siempre es dif¨ªcil. Es m¨¢s f¨¢cil escribir mala prosa que mala poes¨ªa, porque la mala poes¨ªa es como un sapo que te salta a los ojos y, sin embargo, la mala prosa se camufla con un argumento, con un tema de actualidad". ?ngel Gonz¨¢lez cree que "la poes¨ªa tiene m¨¢s coincidencias con el cuento corto que con la novela, y sobre todos los g¨¦neros explota algunas notas del lenguaje. Todos hablamos con pausas, con ritmo e intentamos inventar met¨¢foras. Hablar de la hoja en blanco, por ejemplo, es una met¨¢fora".
Los g¨¦neros de la novela y la poes¨ªa se tocan. Luis Garc¨ªa Montero es de los pocos que no se animan con la narrativa -"le tengo mucho respeto a la novela", afirma-, y en broma comenta que lo mejor es lo que ha hecho ¨¦l: no intentar escribirlas, sino casarse con una novelista de ¨¦xito, como Almudena Grandes. Se conocieron a principios de los a?os noventa, y Garc¨ªa Montero la conquist¨® no con un poema, sino con un libro entero, Completamente Viernes (en alusi¨®n a la novela de Grandes Te llamar¨¦ Viernes). "Fue el libro que m¨¢s me cost¨® escribir, porque la experiencia vital tiene que estar en la poes¨ªa, pero un poema no es una confesi¨®n o un desahogo sentimental, sino que hay que convertir la vida en arte, en literatura, para que no sea s¨®lo la confesi¨®n de un yo, sino algo que sea un di¨¢logo con el otro. Todo lo que yo hab¨ªa aprendido como profesor de literatura tuve que reutilizarlo para distanciarme de m¨ª mismo, y que quedara un libro de poemas y no una declaraci¨®n de amor, que son cosas distintas. B¨¦cquer daba un consejo que nos conviene a los poetas. ?l le dec¨ªa a una mujer: 'Si alg¨²n poeta te escribe un buen poema, no te f¨ªes'. Sab¨ªa que el arte de la poes¨ªa es un artificio que se escribe con la cabeza fr¨ªa y no con el coraz¨®n ardiente".
Trabajar un poema requiere tiempo y reflexi¨®n. Pasado el primer golpe de gracia, los versos tardan en fluir. "Cada poema tiene su vida", corrobora ?ngel Gonz¨¢lez, quien lleva unos a?os sin escribir "porque no me vienen los versos a la cabeza".
"Los comportamientos m¨¢s art¨ªsticos de un poeta se est¨¢n perdiendo", comenta Gonz¨¢lez Iglesias. El autor de La hermosura del h¨¦roe o Un ¨¢ngulo me basta cree que uno de los pecados de la poes¨ªa espa?ola actual es que se plantea como un curr¨ªculo profesional, publicar un libro tras otro, como una carrera previsible. "Es una actividad art¨ªstica, y puede ocurrir que, como Pablo Garc¨ªa Baena, s¨®lo publique cada 15 a?os. O escribir un ¨²nico libro en la vida. Es una mala ense?anza para los j¨®venes el pensar que tienen que ir haciendo curr¨ªculo para ser poetas. Hay una parte de destino, de don. Hay que trabajar, curr¨¢rselo; pero hay que dejar m¨¢rgenes a lo no convencional, silencios, abandonos, entusiasmo?".
Kirmen Uribe
A Kirmen Uribe (Ondarroa, Vizcaya, 1970) le gusta explicar sus poemas, una poes¨ªa muy cercana, de una manera pausada, salpicando la narraci¨®n de historias que son peque?os relatos. En 2002 gan¨® el Premio de la Cr¨ªtica y fue finalista en el Nacional de Poes¨ªa con su primer libro de poemas, Mientras tanto dame la mano (Visor), todo un best seller traducido ya al franc¨¦s y que en octubre lo ser¨¢ tambi¨¦n al ingl¨¦s. Tiene un punto fabulador que le viene de la tradici¨®n oral vasca. Ha traducido al euskera poemas de Raymond Carver y Silvia Plath. Es aficionado a escribir letras de canciones, y sus poemas han sido cantados por Oskorri, Kepa Junquera y Javier Muguruza.
Elena Medel / Yolanda Casta?o
Una es cordobesa; la otra, gallega. Elena Medel (C¨®rdoba, 1985) debut¨® en la poes¨ªa con Mi primer bikini (DVD), con el que gan¨® el premio del Instituto Andaluz de la Juventud. Su segundo libro se titul¨® Vacaciones, y pr¨®ximamente saldr¨¢ el ¨²ltimo, Tara, un nombre con muchas evocaciones. Estudia tercero de filolog¨ªa hisp¨¢nica en la Universidad de C¨®rdoba. "Me gusta comunicar cosas y es imposible hacerlo con algo fr¨ªo, abstracto. La poes¨ªa que yo intento habla de cosas y mucho de m¨ª". Yolanda Casta?o (Santiago de Compostela, 1977) es la voz joven de la poes¨ªa en gallego. Public¨® su primer libro de poemas con 17 a?os, Elevar as p¨¢lpebras. En 1998, con Vivimos en el ciclo de las Erofan¨ªas (Huerga & Fierro, edici¨®n biling¨¹e), logr¨® el Premio de la Cr¨ªtica en 1999. O libro da egoista se publica ahora en castellano. Su poes¨ªa es intimista: habla del amor y del erotismo con una voz de mujer que busca su propia identidad.
?ngel Gonz¨¢lez / Luis Garc¨ªa Montero
Uno de los m¨¢ximos representantes de la poes¨ªa de los cincuenta, ?ngel Gonz¨¢lez (Oviedo, 1925) es de los que creen que "la poes¨ªa, la gran poes¨ªa, est¨¢ inseparablemente unida a la vida". Autor de una obra intensa, pero escasa, posee todos los premios y reconocimientos habidos y por haber, entre ellos el Pr¨ªncipe de Asturias de la Letras y el Reina Sof¨ªa de Poes¨ªa. Es acad¨¦mico de la Lengua, y su ¨²ltimo libro publicado por ahora -"no me vienen versos a la cabeza", dice- es Oto?os y otras luces (Tusquets). Luis Garc¨ªa Montero (Granada, 1958) cree en la poes¨ªa como "un acto de reflexi¨®n moral, ¨ªntima con la propia conciencia". Mantuvo con Alberti una intensa amistad y reconoce influencias de Lorca. Admira a Cernuda, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Neruda y san Juan de la Cruz. Fue premio Nacional de Poes¨ªa en 1995 con Habitaciones separadas, y tiene tambi¨¦n el Loewe y el Adonais. En septiembre saldr¨¢ su Poes¨ªa completa (Tusquets).
Felipe Ben¨ªtez Reyes
Poeta, novelista y ensayista, a Felipe Ben¨ªtez Reyes (Rota, C¨¢diz, 1960) le marc¨® posiblemente haber estudiado en su infancia en el colegio gaditano donde lo hicieron Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Rafael Alberti y Fernando Villal¨®n, aunque ¨¦l entonces ni lo sospechara. Se le adscribe al grupo de la poes¨ªa de la experiencia por sus poemas, en una l¨ªnea pr¨®xima al realismo, que hablan de la cotidianidad y la intimidad. Le gusta el cine -"a todos los poetas nos sugiere destellos una imagen"- y la m¨²sica. En su larga lista de premios figuran el de la Fundaci¨®n Loewe, el Nacional de Literatura y el de la Cr¨ªtica por Vidas improbables, una obra que se publica ahora en Estados Unidos. Tiene tambi¨¦n la Medalla de Andaluc¨ªa a su carrera literaria. Su novela Humo, que pronto ser¨¢ llevada al cine, recibi¨® el Premio Ateneo de Sevilla. Trama de niebla (Tusquets, 2003) es su ¨²ltima obra po¨¦tica publicada hasta la fecha.
Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias
Los poemas de Gonz¨¢lez Iglesias (Salamanca, 1964) hablan de la belleza y del hero¨ªsmo en la vida diaria. Es autor de Con un ¨¢ngulo me basta (Visor), Esto es mi cuerpo, La hermosura del h¨¦roe (premio Vicente N¨²?ez) y Ol¨ªmpicas (el Gaviero Ediciones). Pintor, traductor de lat¨ªn y profesor de filolog¨ªa en la Universidad de Salamanca, escribe versos sin complejos a Mart¨ªn Zubero, al s¨ªndrome de la Fnac o a la canci¨®n del verano, "que suena m¨¢s que la Eneida".
Carlos Marzal
Su nombre como poeta adquiri¨® su m¨¢ximo reconocimiento en 2002 con Metales pesados (Tusquets), por el que recibi¨® el Premio Nacional de la Cr¨ªtica y el Nacional de Poes¨ªa. Junto a Felipe Ben¨ªtez Reyes se le ha integrado en la poes¨ªa de la experiencia: "No concibo que el hombre pueda hacer algo si no es desde su inter¨¦s por el mundo, y la poes¨ªa de la experiencia toca todo lo que le interesa al hombre". Es autor tambi¨¦n de una novela, Los reinos de la casualidad.
Luis Mu?oz
Se ve como alguien al acecho, buscando las palabras que le lleven a comprender lo que le rodea, lo que le pasa. Luis Mu?oz (Granada, 1966) pretende con sus poemas "acu?ar s¨ªmbolos temporales". Public¨® su poes¨ªa reunida en Limpiar pescado (Visor), que agrupa sus obras Septiembre, Manzanas amarillas, El apetito y Correspondencias (por este ¨²ltimo obtuvo el Premio Generaci¨®n del 27). En estas fechas presenta su ¨²ltimo libro, Querido silencio (Tusquets).
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