Zapatero acelerar¨¢ su presencia en el Congreso para evitar el bloqueo del proceso

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, acelerar¨¢ su presencia en el Congreso de los Diputados para comunicar a los partidos su decisi¨®n de iniciar el di¨¢logo con ETA. Con el aval de la C¨¢mara Baja, Zapatero considera, seg¨²n fuentes de su entorno, que el proceso de paz entrar¨¢ ya en una etapa de fortalecimiento y se facilitar¨¢ su avance, amenazado en estos momentos por el desaf¨ªo de "bloqueo" de Batasuna y los obst¨¢culos procedentes de sectores sociales vinculados al PP. El presidente del Gobierno ya tiene dise?ada la segunda fase del proceso, el di¨¢logo del Ejecutivo con la banda terrorista, que se iniciar¨¢ poco despu¨¦s de su cita en el Congreso.

Inmediatamente despu¨¦s del debate sobre el estado de la naci¨®n, que se celebrar¨¢ el martes y mi¨¦rcoles pr¨®ximos, el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, convocar¨¢ el Pacto Antiterrorista, en cuyo marco informar¨¢ a los dirigentes del PP de la situaci¨®n en que se encuentra el proceso del final de la violencia. El pacto, suscrito en diciembre de 2000, en plena ofensiva etarra, vincula exclusivamente a los dos partidos susceptibles de ganar las elecciones, PP y PSOE, y tiene como compromiso no hacer concesiones pol¨ªticas a ETA. Rubalcaba convocar¨¢ tambi¨¦n a la Comisi¨®n de Secretos Oficiales para extender esa informaci¨®n a todos los partidos.

Rubalcaba sugiere a Batasuna que reclame su legalizaci¨®n a trav¨¦s de la Ley de Partidos

El siguiente paso, poco despu¨¦s, ser¨¢ la esperada comunicaci¨®n de Zapatero al Congreso, cuya fecha consultar¨¢ previamente con el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy. No obstante, en el mismo debate sobre el estado de la naci¨®n, Zapatero har¨¢ una referencia a la situaci¨®n del alto el fuego permanente de ETA, aunque sin pretensiones de debate, como le reclam¨® Rajoy.

La Moncloa percibe con preocupaci¨®n, por vez primera, la marcha del proceso, pero sin perder la "esperanza", como dijo el viernes la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega. Aunque La Moncloa est¨¢ convencida de que el proceso de paz no tiene marcha atr¨¢s, se ha tomado en serio la amenaza de paralizaci¨®n formulada por el dirigente de Batasuna Joseba Permach, si los l¨ªderes de este partido son encarcelados el pr¨®ximo mi¨¦rcoles con motivo de su comparecencia ante el juez Fernando Grande-Marlaska.

Batasuna se encuentra en una situaci¨®n inc¨®moda pese al alto el fuego de ETA. Su pretensi¨®n de iniciar cuanto antes el di¨¢logo pol¨ªtico con los partidos vascos tiene un doble obst¨¢culo. Adem¨¢s de la oposici¨®n frontal del PP, el PSE y el PNV no tienen prisa en constituir un foro de di¨¢logo pol¨ªtico. "Primero la paz y luego la pol¨ªtica", dijo el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, tras entrevistarse con Zapatero en La Moncloa. Pese a esa demora, en su intervenci¨®n del domingo pasado en un mitin en Barakaldo (Vizcaya), Zapatero garantiz¨® el debate pol¨ªtico para el futuro.

El problema m¨¢s grave para Batasuna procede de su ilegalizaci¨®n, que le impide desarrollar su actividad pol¨ªtica debido a los diversos frentes judiciales que la formaci¨®n de Arnaldo Otegi tiene abiertos. Los planes de Batasuna eran cubrir el espacio de la izquierda abertzale inmediatamente despu¨¦s del cese de la actividad criminal de ETA. Cada intervenci¨®n p¨²blica de Batasuna se ha convertido en una nueva causa judicial para sus dirigentes, debido precisamente a su ilegalizaci¨®n.

Ayer, el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, sugiri¨® a Batasuna que salga ya de esa situaci¨®n: "Quienes est¨¢n fuera de juego tienen que estar en el juego. El juego tiene reglas y hay que cumplirlas. Tienen que entenderlo". Esto es, sugiri¨® a Batasuna que reclame su legalidad, acogi¨¦ndose a las reglas de la Ley de Partidos. Pero Batasuna ha adoptado la estrategia de no acogerse a esa ley para regularizar su situaci¨®n si antes no tiene garant¨ªas de que sus l¨ªderes no van a ser encarcelados por los sumarios pendientes.

Sus l¨ªderes, decepcionados porque pensaban que tras al alto el fuego de ETA iban a tener un horizonte de legalidad, han amenazado con "bloquear" el proceso. Este pulso hace temer, por vez primera, una peligrosa paralizaci¨®n, que podr¨ªa implicar la congelaci¨®n del di¨¢logo previsto de ETA con el Gobierno, a poco m¨¢s de dos meses de la declaraci¨®n de alto el fuego.

Ante esta situaci¨®n, el dirigente del Partido Socialista de Euskadi, Rodolfo Ares, hizo un doble llamamiento. En alusi¨®n a Batasuna, reclam¨® que se acoja a la legalidad para entrar en la pol¨ªtica, a la vez que comprometi¨® al PSE a defender el "di¨¢logo multipartito", una vez se den las condiciones. Al resto de los partidos e instituciones, incluidas las judiciales, pidi¨® "altura de miras y visi¨®n de Estado para asegurar el camino de la paz".

A Zapatero tambi¨¦n se le empiezan a presentar obst¨¢culos desde los sectores que rechazan el di¨¢logo con la banda. Tras el desconcierto por la declaraci¨®n de alto el fuego en el que nunca creyeron, han empezado a reaccionar.

Esta posici¨®n la encabeza el secretario general del PP, ?ngel Acebes, que el lunes pasado expres¨® su rechazo a que Zapatero abra el di¨¢logo con ETA. Tras la toma de posici¨®n de Acebes se han sucedido la de algunos medios de comunicaci¨®n, vinculados ideol¨®gicamente a los sectores m¨¢s intransigentes del PP, y la del presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Francisco Jos¨¦ Alcaraz, que ha anunciado para el 10 de junio una movilizaci¨®n con el fin de impedir el di¨¢logo del Gobierno con la banda terrorista. El Ejecutivo sabe que lo que pretende este n¨²cleo de presi¨®n, guiado por m¨®viles electoralistas, es condicionar a algunos de los protagonistas del proceso como fiscales, jueces y polic¨ªas para boicotearlo.

El Gobierno no va a achantarse y dar¨¢ un nuevo impulso para entrar r¨¢pidamente en la segunda fase: la del di¨¢logo con ETA. Considera que Acebes y otros l¨ªderes del PP, salvo Rajoy, no est¨¢n correspondiendo a la generosidad con que el PSOE actu¨® con Aznar en la anterior tregua de ETA, de 1998, cuando los socialistas respaldaron el di¨¢logo, ni siguen los postulados del Pacto de Ajuria Enea, que en el pasado los populares asumieron. Esta situaci¨®n obligar¨¢ al Ejecutivo a redoblar el esfuerzo para aumentar el consenso social sobre el proceso.

Sin embargo, el Gobierno parte de bases s¨®lidas. Cuenta con el apoyo de los partidos -como revel¨® la ronda que Zapatero protagoniz¨® en La Moncloa-, y las reticencias del PP se ven compensadas por el respaldo oficial de su l¨ªder, Mariano Rajoy, al di¨¢logo del Gobierno con ETA para verificar su final. Zapatero pretende reforzar esa relaci¨®n y la prueba es la inminente convocatoria del Pacto Antiterrorista, solicitada por Rajoy. Ayer, el secretario de relaciones institucionales del PSOE, Alfonso Perales, resalt¨® que la actitud "personal directa y clara" del l¨ªder del PP es una actitud de "colaboraci¨®n" con el presidente del Gobierno.

Zapatero cuenta con importantes complicidades sociales, e incluso con el apoyo de una mayor¨ªa de las v¨ªctimas del terrorismo, como dijo la vicepresidenta en respuesta al desaf¨ªo de Alcaraz. Tambi¨¦n con el de la UE y l¨ªderes estadounidenses como el ex secretario de Estado Colin Powell. Aunque los esc¨¦pticos superan a los esperanzados, la mayor¨ªa de los espa?oles quiere un final de ETA por la v¨ªa dialogada, seg¨²n coinciden los sondeos de opini¨®n.