Barcelona y Sarajevo: historia de una amistad
La capital bosnia lleva 10 a?os recibiendo la ayuda y la cooperaci¨®n de la capital catalana

Cuando Barcelona se preparaba con entusiasmo para acoger los fastos ol¨ªmpicos de 1992, Sarajevo sufr¨ªa los coletazos m¨¢s violentos de la guerra de los Balcanes. El cerco serbio sobre la capital de Bosnia-Herzegovina gener¨® una oleada de solidaridad en la capital catalana. Ese mismo a?o, un primer convoy con alimentos y medicinas part¨ªa hacia la ciudad sitiada, mientras el entonces alcalde, Pasqual Maragall, ped¨ªa en vano la recuperaci¨®n del esp¨ªritu de las antiguas polis griegas, que dejaban de hacerse la guerra en tiempos de Olimpiadas.
Fue el inicio de una intensa y fruct¨ªfera amistad que ha ido m¨¢s all¨¢ del nivel institucional para instalarse en el coraz¨®n de cientos de personas. "Somos amigos para siempre", proclam¨® ayer el alcalde, Joan Clos, en la ¨²ltima jornada de una visita oficial a Sarajevo para celebrar el d¨¦cimo aniversario de la creaci¨®n de la oficina de cooperaci¨®n de Barcelona con la capital bosnia. La alcaldesa Semiha Borovac se expres¨® en t¨¦rminos similares: "Sarajevo est¨¢ hermanada con 25 ciudades, pero con ninguna est¨¢ tan vinculada como con Barcelona". Como s¨ªmbolo de ese lazo fraternal, Clos y Borovac plantaron un ¨¢rbol en una zona ajardinada de Sarajevo.
En Sarajevo hay personas bosnias que hablan catal¨¢n, y no pocas
La delegaci¨®n barcelonesa, en la que tambi¨¦n participaron el portavoz municipal, Jordi Hereu, y otros concejales del consistorio, recibi¨® el afecto de las autoridades locales. Para Barcelona, Sarajevo ha sido su distrito n¨²mero 11. En ¨¦l ha invertido directamente 2,3 millones de euros y ha inducido la inversi¨®n de grandes sumas de dinero. Y para Sarajevo, en palabras de la alcaldesa, Barcelona ha sido "la ¨²ltima l¨ªnea de defensa", el basti¨®n de la ciudad en tiempos dif¨ªciles. A propuesta de Borovac, la Liga Humanista Internacional, fundada hace 30 a?os por dos premios Nobel, proclamar¨¢ a Barcelona "ciudad humanista", la quinta que ostentar¨¢ ese t¨ªtulo.
La amistad no es s¨®lo de discurso pol¨ªtico; se palpa en la calle. Como en casi todos los rincones del globo, los ni?os saben qu¨¦ es el Bar?a e imitan con m¨¢s o menos fortuna los movimientos del astro azulgrana, Ronaldinho. M¨¢s a¨²n: tras la final de la Liga de Campeones, en Sarajevo hubo celebraciones para festejar el t¨ªtulo. Pero aqu¨ª el v¨ªnculo va m¨¢s all¨¢. En Sarajevo hay personas que hablan catal¨¢n, y no pocas. Una es Jasmina Mujezinovic. Esta mujer dej¨® atr¨¢s las bombas, la metralla y el horror de Sarajevo y se instal¨® en Split.
En cuesti¨®n de meses, la presi¨®n de la comunidad serbocroata de la regi¨®n de la Krajina se hizo insoportable y en 1993 Jasmina se refugi¨® en Catalu?a. Se calcula que durante la guerra entre 3.000 y 4.000 bosnios vivieron en Catalu?a. Cerca de 300.000 a¨²n permanecen fuera de su pa¨ªs.
Jasmina lleg¨® a Catalu?a acompa?ada de su madre, su hermana y cuatro sobrinos y se instal¨® en Castellbisbal. Con la facilidad para aprender idiomas que caracteriza a los eslavos, aprendi¨® a la perfecci¨®n el catal¨¢n. Hizo, adem¨¢s, incontables amistades. Hoy, m¨¢s de 10 a?os despu¨¦s, la historia de ida y vuelta contin¨²a: sus amigos catalanes visitan Sarajevo como turistas y ella visita Barcelona un par de veces al a?o.
Nada m¨¢s firmarse los acuerdos de paz de Dayton en 1995, Jasmina decidi¨® regresar a Bosnia: "Estoy enamorada de mi pa¨ªs". En 1996 ya estaba de vuelta y se puso a trabajar codo con codo con la reci¨¦n creada oficina de cooperaci¨®n barcelonesa, conocida como Embajada de la Democracia Local y convertida desde hace tiempo en una ONG local. Como explic¨® Jasmina, la ONG elabora ahora programas para atender la violencia dom¨¦stica, cuyos ¨ªndices han aumentado a causa del trauma de la guerra.
En 10 a?os, la oficina ha desarrollado m¨¢s de 450 proyectos. Clos visit¨® ayer algunos de los m¨¢s representativos, como la reconstrucci¨®n de la Villa Ol¨ªmpica de Mojmilo, que hab¨ªa servido de alojamiento durante los Juegos de Invierno de 1984, cuando la convivencia entre musulmanes, jud¨ªos, cristianos ortodoxos y cat¨®licos hac¨ªan de Sarajevo una ciudad cosmopolita.
Mojmilo, ocupado mayoritariamente por serbobosnios que abandonaron la villa para montar su asedio, fue objeto de un bombardeo sistem¨¢tico. Baste decir que uno de sus edificios era conocido popularmente como el "escudo" por la cantidad de metralla que recib¨ªa, explica Alonso Barranco, que lleg¨® a Sarajevo en 1996 para trabajar con la oficina de cooperaci¨®n. El Ayuntamiento de Barcelona rehabilit¨® all¨ª 2.000 viviendas.
Tambi¨¦n se ha reconstruido por completo el complejo polideportivo de Zetra, del que Clos dijo que es una especie de "Palau Sant Jordi" a lo bosnio. Zetra fue utilizado durante la guerra como cuartel y prisi¨®n. Desde su rehabilitaci¨®n, han pasado por el pabell¨®n unos tres millones de personas. Hay pistas de baloncesto, tenis, f¨²tbol, tiro y hasta una bolera. Aunque la actividad que tiene m¨¢s ¨¦xito es la pista de hielo. Y los conciertos. En breve, el guitarrista Paco de Luc¨ªa actuar¨¢ all¨ª.
Cerca de Zetra, casi al lado de unos bloques de pisos, hay un cementerio inmenso. De hecho, en Sarajevo hay un cementerio cerca de muchos sitios porque durante la guerra muri¨® gran cantidad de personas. Se calcula que entre 1992 y 1995 fueron asesinadas 11.000 personas. De ¨¦stas, unas 1.600 eran ni?os, objetivo prioritario de los numerosos francotiradores.
As¨ª que la muerte tiene presencia en la vida diaria de Sarajevo, que pese a todo trata de sobreponerse. "Incluso de las cosas malas siempre se extraen experiencias positivas", se?al¨® ayer la alcaldesa de Sarajevo. La capital de Bosnia ha encontrado esa experiencia en su uni¨®n con Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
