Uribe barre en las presidenciales colombianas y es reelegido con un 62% de los votos

?lvaro Uribe, de 53 a?os, es desde ayer el primer presidente de la historia de Colombia que es reelegido de manera consecutiva por votaci¨®n popular. Los colombianos confirmaron en las urnas las encuestas m¨¢s optimistas y ratificaron su confianza, con un 62,1% de los votos, en el hombre que les ha gobernado en los ¨²ltimos cuatro a?os. La izquierda, con el candidato del Polo Democr¨¢tico Alternativo, Carlos Gaviria, logr¨® el mejor resultado de su historia (22,1% de los votos) y se confirma como alternativa pol¨ªtica del futuro. Horacio Serpa, del Partido Liberal, obtuvo el 11,9% de los sufragios.

La del Partido Liberal es la peor cara de los comicios, y confirma la debacle de uno de los partidos tradicionales de Colombia. Uribe, al frente de la coalici¨®n conservadora Primero Colombia, logra un resultado hist¨®rico: 6,8 millones de votos, mejor que en las presidenciales de 2002, en las que obtuvo 5,8 millones de votos (53,2%).

El presidente gan¨® claramente en las grandes ciudades como Bogot¨¢, Medell¨ªn y Cali, y en la mayor¨ªa de departamentos. Gaviria gan¨® en los departamentos de Ari?o, Atl¨¢ntico y Valle, y duplic¨® la mejor votaci¨®n lograda por la izquierda en 1990, con el candidato Antonio Navarro Wolf, que logr¨® el 12,48%. La abstenci¨®n fue del 58%, un poco m¨¢s alta que en las anteriores elecciones presidenciales. Horacio Serpa, que en el 2002 obtuvo el 31,89%, con m¨¢s de 3,5 millones de votos, no lleg¨® al 12% con 1,2 millones de votos. El candidato liberal perdi¨® incluso en su tierra natal de Bucaramanga.

En menos de dos horas desde el cierre de los colegios electorales se hab¨ªa escrutado m¨¢s del 90% de las papeletas. Confirmada la reelecci¨®n de Uribe, sus partidarios se lanzaron a las calles de Bogot¨¢ y de otras ciudades colombianas para festejar el triunfo. "Lo que tenemos que hacer ahora es reconocer la victoria del presidente Uribe", dijo Carlos Gaviria a sus seguidores, en su sede de campa?a de Bogot¨¢.

Algunos asesores del presidente han defendido en los ¨²ltimos d¨ªas una nueva reforma constitucional para preparar ya un tercer mandato. En una reuni¨®n con la prensa extranjera, en la v¨ªspera de la elecci¨®n, Uribe neg¨® tajantemente que tenga ning¨²n inter¨¦s en buscar una nueva reelecci¨®n dentro de cuatro a?os y despach¨® con pocas palabras su negativa a discutir con sus rivales. "Una cosa es debatir y otra confrontar", dijo el presidente, al asegurar que no ha habido un solo tema de inter¨¦s que no haya abordado en su campa?a. "Si hoy prevalece la sensatez, hay que comenzar a pensar en los grandes retos del segundo Gobierno del presidente Uribe", dec¨ªa ayer el editorial del diario El Tiempo, el m¨¢s importante de Bogot¨¢.

El candidato-presidente ensalz¨® el s¨¢bado los ¨¦xitos de su pol¨ªtica de seguridad democr¨¢tica, que ha permitido la desmovilizaci¨®n de unos 30.000 combatientes de los grupos paramilitares de ultraderecha. "Hemos pasado de las garant¨ªas ret¨®ricas a las garant¨ªas efectivas", reiter¨®, al se?alar que los colombianos pueden desplazarse libremente por gran parte del territorio. Menos euf¨®rico se mostr¨® al abordar los aspectos m¨¢s controvertidos de dicho proceso, como la ley de Justicia y Paz, que no penaliza con severidad a quienes cometieron violaciones de derechos humanos. "Son los costos de la paz", dijo escuetamente.

Uribe ha mantenido a lo largo de la campa?a un discurso de firmeza frente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero en activo m¨¢s antiguo de Am¨¦rica Latina, aunque a ¨²ltima hora ha abierto la mano. "Si tienen un gesto generoso de paz, responderemos con 100 gestos de paz", dijo. De lo contrario, el Ej¨¦rcito combatir¨¢ sin piedad a la insurgencia.

La dureza del gobernante colombiano a la hora de referirse a las FARC, a quienes describe como terroristas y farsantes, contrasta con la moderaci¨®n que Uribe ha exhibido a la hora de hablar de la vecina Venezuela y del presidente Hugo Ch¨¢vez, en el otro extremo de lo que pol¨ªticamente representa el gobernante colombiano. Uribe est¨¢ claramente alineado con Estados Unidos, de quien recibe una sustanciosa ayuda econ¨®mica y militar para combatir a la guerrilla y el narcotr¨¢fico y con quien negocia un Tratado de Libre Comercio. En el cap¨ªtulo del debe, el Gobierno de Uribe tiene la mayor asignatura en la injusticia social. Si bien las cifras de crecimiento econ¨®mico son sorprendentemente positivas para un pa¨ªs que padece una guerra interna de d¨¦cadas, el 49,2% de la poblaci¨®n vive en condiciones de pobreza.