El cirujano Senderowicz culpa de la muerte de D¨¦bora Catal¨¢n a los m¨¦dicos del Summa
El inculpado dice que los facultativos de la UVI no hicieron lo adecuado para reanimarla
El cirujano Gerardo Ra¨²l Senderowicz Hendler, acusado de la muerte de la paciente D¨¦bora Catal¨¢n durante una intervenci¨®n quir¨²rgica el 25 de enero de 2002, culp¨® a los facultativos de la UVI m¨®vil del Summa de la muerte de su paciente. Senderowicz asegur¨® durante la primera jornada del juicio contra ¨¦l y su compa?era de cl¨ªnica Victoria Bonn¨¦ que los m¨¦dicos de la UVI no siguieron el protocolo preciso para reanimar a la paciente, pese a las reiteradas peticiones suyas. El principal acusado de la muerte de Catal¨¢n asegur¨® que a¨²n no sabe de qu¨¦ pudo fallecer la paciente.
Gerardo Ra¨²l Senderowicz acudi¨® junto con su abogada, Carmen Ranera, con el tiempo justo para entrar en la sede de los Juzgados de lo Penal, en la calle de Juli¨¢n Camarillo (San Blas). As¨ª evit¨® hablar con los periodistas que le esperaban fuera. Fue el primero en testificar en el juicio, que se prolongar¨¢ durante toda la semana.
Vestido con un traje gris marengo y una corbata oscura, el cirujano empez¨® tranquilo a responder las preguntas de la fiscal y de las acusaciones particulares. Conforme transcurr¨ªa el interrogatorio, se fue sintiendo c¨®modo y se relaj¨® en la silla. No par¨® de beber agua.
El cirujano asegur¨® en todo momento que D¨¦bora Catal¨¢n acudi¨® a su consulta, derivada de otra cl¨ªnica, para someterse a una laserlip¨®lisis (reducci¨®n del tejido adiposo mediante la destrucci¨®n de la grasa por efectos del l¨¢ser, lo que precisa de anestesia). El acusado reconoci¨® que, cuando muri¨® D¨¦bora Catal¨¢n, no pod¨ªa realizar esa intervenci¨®n porque a¨²n no hab¨ªa adquirido el aparato l¨¢ser. "Estaba bastante avanzado el tema. En un mes y medio lo habr¨ªa comprado", afirm¨® el cirujano de origen argentino.
Mesoterapia
La paciente acudi¨® sobre las 17.30 del 25 de enero de 2002 a su consulta, en la cl¨ªnica Icema, sita en el n¨²mero 59 de la calle de Maldonado (distrito de Salamanca). Seg¨²n la versi¨®n del cirujano, ¨¦ste le explic¨® en qu¨¦ consist¨ªa la laserlip¨®lisis y los riesgos que entra?aba.
D¨¦bora Catal¨¢n le solicit¨® una operaci¨®n de mesoterapia en el abdomen y los muslos. La fallecida ven¨ªa recibiendo sesiones de mesoterapia desde el mes de julio y no hab¨ªa acudido a su anterior cita una semana antes. Este tratamiento de reducci¨®n del tejido adiposo no requiere anestesia, aunque algunos especialistas, como el acusado, la utilizan para evitar molestias al paciente.
El m¨¦dico se fue a un peque?o oficio donde guardaba la anestesia y bolsas de hielo. Le puso estas ¨²ltimas a la paciente para que no notara los pinchazos del l¨ªquido anest¨¦sico. Despu¨¦s, le dio cuatro o cinco pinchazos y le inyect¨® entre 40 o 50 mililitros de una disoluci¨®n de dos anest¨¦sicos: mepivaca¨ªna y lidoca¨ªna. El cirujano reconoci¨® que no sab¨ªa la composici¨®n exacta del l¨ªquido que le inyect¨® a la paciente.
"A los 10 minutos, la paciente comenz¨® a convulsionar. La doctora Bonne, que estaba conmigo, y yo la sujetamos para que no se cayera de la camilla. Yo le met¨ª la mano en la boca para evitar que se ahogara. Me tuve que echar literalmente encima de ella para sujetarla", se?al¨® el cirujano.
Despu¨¦s, Senderowicz le meti¨® una c¨¢nula en la garganta para evitar la asfixia e inici¨® las maniobras de ventilaci¨®n. Le coloc¨® un amb¨² (aparato m¨¦dico que sirve para insuflar aire a un enfermo) en la boca. Tambi¨¦n intent¨® colocar una v¨ªa venosa para inyectarle un valium (ansiol¨ªtico anticonvulsivante, sedante y relajante muscular).
No le fue posible porque la paciente convulsion¨® de nuevo. Lo que s¨ª pudieron colocarle fue un pulsox¨ªmetro, que permite medir la saturaci¨®n de ox¨ªgeno en sangre y la frecuencia cardiaca. "Cuando llegaron los m¨¦dicos del Summa, la paciente ten¨ªa unas constantes que permiten decir que estaba viva", sentenci¨® Senderowicz.
El acusado les pidi¨® a los facultativos del Summa que inyectaran adrenalina a la paciente para recuperarla. Deber¨ªan haberlo hecho en las venas o arterias pr¨®ximas al coraz¨®n y a los pulmones, ya que son las que ten¨ªan mejor circulaci¨®n sangu¨ªnea. "Al ver que no hac¨ªan nada de lo que les dije, intent¨¦ cogerle una v¨ªa central en las femorales, pero no pude", afirm¨® el cirujano.
"Todo especialista sabe que, cuando un paciente entra en shock, no se pueden coger v¨ªas en la periferia [brazos y piernas], que es en lo que se empe?¨® el personal del Summa", a?adi¨® el acusado.
El electrocardiograma que le hicieron a Catal¨¢n demostr¨®, en su opini¨®n, que sufr¨ªa una taquicardia ventricular y que, si el personal del Summa hubiera desfibrilado, la paciente se habr¨ªa salvado. "Es un tema que causa mucho dolor. La desidia del personal de la UVI ha perjudicado en primera instancia a la chica [D¨¦bora Catal¨¢n], a la familia y al resto", a?adi¨® el acusado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.