"La barca no ten¨ªa gasolina ni v¨ªveres para llegar a Canarias"

Cabo Blanco, en el l¨ªmite entre Mauritania y el antiguo S¨¢hara espa?ol, es el embudo de los cayucos. All¨ª, a tiro de piedra de Nuadib¨², donde las corrientes marinas abren la ruta hacia el Atl¨¢ntico, vigila las aguas costeras la patrullera de la Guardia Civil R¨ªo Duero, reci¨¦n llegada a Mauritania para impedir la salida de las embarcaciones. En tres d¨ªas ha logrado interceptar y devolver a la costa tres, con lo que han frustrado el sue?o de 188 subsaharianos. Aunque para 25 senegaleses, la captura les ha supuesto la misma vida. El cayuco fue localizado a la deriva, azotado por olas y vientos del norte. "No dispon¨ªa ni de gasolina ni de v¨ªveres suficientes para alcanzar las islas Canarias", seg¨²n el informe emitido por las radios de la patrullera. La corriente norecuatorial y los vientos alisios los habr¨ªa hecho n¨¢ufragos.

El cayuco de los senegaleses fue avistado a las 9.30 de Nuadib¨² del martes por la Gendarmer¨ªa Nacional mauritana. ?sta inform¨® de que dos horas antes hab¨ªan detenido a otros senegaleses en tierra, que relataron que hab¨ªan desembarcado para comparar v¨ªveres, agua y gasolina "con la intenci¨®n de, una vez pertrechados, continuar hasta las islas Canarias". La patrullera zarp¨® a la carrera, con su tripulaci¨®n, cuatro gendarmes y el oficial de enlace espa?ol.

La barca, de 23 metros de eslora y tres de manga, de color blanco y amarillo y profusamente decorado, fue localizada a mediod¨ªa a 4,5 millas de Cabo Blanco, "con muchas personas a bordo que presentaban signos de desfallecimiento". La mar levantaba olas de dos metros y el viento soplaba a 25 nudos. La patrullera bot¨® su lancha auxiliar, gracias a la cual pudieron remolcar al cayuco y abarloarlo a la R¨ªo Duero. Los guardias rescataron a los senegaleses, una maniobra que result¨® "complicada, por el estado de la mar y agravada por el desfallecimiento de la mayor¨ªa de los inmigrantes, que tuvieron que ser izados a la patrullera a peso muerto por la tripulaci¨®n". Lo primero fue darles agua y comida.

Ya m¨¢s tranquilos y a salvo, los 25 rescatados relataron que hab¨ªan salido de San Louis (Senegal) 18 d¨ªas antes, tras pagar 400.000 francos (unos 600 euros) por cabeza. Pero, tras quedarse casi sin agua ni gasolina, hicieron escala en Nuadib¨². Contaron tambi¨¦n que en principio hab¨ªan zarpado 80 personas en el cayuco, pero que varios hab¨ªan desembarcado para el avituallamiento. La mar hab¨ªa jugado con la barca hasta ponerla a la deriva, mientras los desembarcados se ocultaban en el llamado barrio senegal¨¦s (Cit¨¦ Snim).

Los agentes comprobaron que el cayuco iba provisto de dos motores, uno de ellos de reserva, y que llevaba a bordo 10 bidones de combustible (de 200 litros cada uno), de los que s¨®lo quedaba uno lleno. El informe relata que la embarcaci¨®n tambi¨¦n transportaba medio saco de carb¨®n, una llanta para hacer de hornillo, utensilios de cocina y 15 chalecos salvavidas, uno para cada seis de los 80 pasajeros iniciales. Pero no hab¨ªa "ni agua potable a bordo ni comida" y la ¨²nica ayuda para la navegaci¨®n era una aguja magn¨¦tica. Para los guardias qued¨® claro que no hubieran llegado a Canarias y que las corrientes, los vientos y las olas se los habr¨ªan tragado.

Seis horas despu¨¦s, la R¨ªo Duero interceptaba otro cayuco fondeado en Bah¨ªa Estrella, que esperaba el embarque de 70 subsaharianos que aguardaban en la playa. La barca iba a tope de material, agua y comida, y la gu¨ªa era una aguja magn¨¦tica en una caja de puros. Tres embarcaciones lleva ya apresadas la patrullera de la Guardia Civil, lo que ha impedido el viaje de 188 extranjeros, despu¨¦s de que s¨®lo en mayo hayan llegado a Canarias 4.792 inmigrantes, m¨¢s de la mitad de los que han arribado este a?o a las islas (8.949). S¨®lo a Tenerife, donde en a?os anteriores apenas llegaban pateras, han desembarcado en mayo un 9.907% m¨¢s subsaharianos que en el mismo periodo de 2005. La clave es el Teide, el viejo Echeide (infierno) de los guanches, cuya cima pueden ver los patrones a 80 millas, como punto de fuga y gu¨ªa al para¨ªso.