Tono y respeto

Los que se han prodigado en cr¨ªticas a los medios por haberse ocupado "en demas¨ªa" de la agon¨ªa y desde ayer de la muerte de Roc¨ªo Jurado deber¨ªan (deber¨ªamos) tentarse la ropa antes de emitir juicios precipitados. Roc¨ªo Jurado es uno de los grandes nombres de la canci¨®n espa?ola; aparte de los datos de la biograf¨ªa de su entorno, aireados sin pudor alguno por sedicentes periodistas sobre todo en determinados medios de comunicaci¨®n, Roc¨ªo Jurado siempre tuvo una apariencia p¨²blica de gran decoro, y ha llevado con dignidad tanto el anuncio de su grave enfermedad como la larga y dolorosa lucha contra la misma. Sus cualidades art¨ªsticas y esa actitud suya han concitado en los tiempos m¨¢s recientes un gran afecto popular por su persona, y han desembocado en un inter¨¦s grande por todo lo que tuviera que ver con su figura. El problema es, siempre, de tono; los l¨ªmites de la libertad de informaci¨®n los marca el sentido com¨²n y el buen gusto mucho mejor que cualquier c¨®digo, y es evidente que se pueden se?alar los desafueros que se cometen con ¨¦sta y con otras figuras p¨²blicas. Es cierto tambi¨¦n que muchos de los que pueblan lo que gen¨¦ricamente se llama prensa del coraz¨®n utilizan esos altavoces para airear lo que tendr¨ªan que guardar como privado; esa disponibilidad no deber¨ªa ser suficiente para romper los l¨ªmites a los que se debe someter cualquier medio. En pa¨ªses de nuestro entorno ser¨ªa dif¨ªcil concebir una exposici¨®n tan obscena de la vida ¨ªntima de las personas, y aqu¨ª todos los intentos para acotar -o autorregular- los desafueros han sido limitados por la falta de inter¨¦s en hacer mejor el periodismo. Cualquier tipo de periodismo, tambi¨¦n el que se preocupa de los personajes m¨¢s populares.