Dubl¨ªn, embrujado por Samuel Beckett
La ciudad natal del escritor celebra el centenario de su nacimiento
Esperando a Godot pasa por ser uno de los t¨ªtulos m¨¢s enigm¨¢ticos de la literatura. Su autor, el dublin¨¦s Samuel Beckett (1906-1989), siempre corrigi¨® a quienes quer¨ªan ver en ¨¦l una met¨¢fora de Dios (God, en ingl¨¦s). Pero nunca desminti¨® la teor¨ªa que asegura que un d¨ªa, en el Tour de Francia, se detuvo ante un grupo que permanec¨ªa de pie junto a la carretera cuando ya hab¨ªa pasado el pelot¨®n. Al preguntar Beckett qu¨¦ hac¨ªa all¨ª aquella gente, obtuvo esta respuesta: "En attendant Godot". El tal Godot, al parecer, era el m¨¢s viejo y lento de los corredores.
Este a?o se cumple el centenario del nacimiento de su autor (las celebraciones se prolongan durante todo el a?o), pero hace mucho que en Dubl¨ªn dejaron de esperar a Beckett. El escritor y dramaturgo irland¨¦s emigr¨® a Par¨ªs en 1933, escribi¨® en franc¨¦s, se uni¨® a la Resistencia y est¨¢ enterrado en el cementerio de Montparnasse. No es f¨¢cil, por tanto, trazar una ruta Beckett en Dubl¨ªn. Aunque parece que se inspir¨® en vecinos de Foxrock, el suburbio del sur donde naci¨® y pas¨® su adolescencia, en su obra no hay lugares identificables, como ocurre en el Ulises de James Joyce. Y, sin embargo, aqu¨ª est¨¢n Vlad¨ªmir y Estrag¨®n. Al atardecer. No junto a un ¨¢rbol y en un descampado, sino en el patio del Trinity College, donde estudi¨® Beckett (hasta finales de junio se exhiben en la biblioteca sus cartas y manuscritos), encarnados en los dos actores del Dublin Literary Pub Crawl, una ruta alcoh¨®lico-literaria con parada en los pubs del centro.
"Estrag¨®n. ?Hermoso lugar! V¨¢monos.
Vlad¨ªmir. No podemos.
Estrag¨®n. ?Por qu¨¦?
Vlad¨ªmir. Esperamos a Godot".
Como todos los dublineses saben, las esperas se llevan mejor con una o cinco pintas de cerveza, casi siempre Guinness, la oscura y densa Stout local. En su ¨¦poca de estudiante frecuentaba The Pavilion, el bar del campus del Trinity College, aunque prefer¨ªa las pintas proletarias de Pearse Street y Westland Row al ambiente literario de los pubs de Grafton Street. The Brazen Head, el pub m¨¢s antiguo de Irlanda, permanece desde 1198 en la esquina noroeste de la ciudad vieja. Su lema: "There are no strangers here, only friends who have never met (Aqu¨ª no hay extra?os, s¨®lo amigos que nunca se han conocido)".
Tal vez para contrarrestar sus oscuros or¨ªgenes -Dubl¨ªn deriva de Dubh Linn, un top¨®nimo ga¨¦lico que significa pantano negro-, casi todas las gu¨ªas de viaje alaban la luminosidad de sus cielos en los escasos d¨ªas en que no llueve. "?El cielo? ?Qu¨¦ tiene de extraordinario?", exclama Lucky, otro de los personajes de Esperando a Godot. "Es p¨¢lido y luminoso, como cualquier otro cielo a esta misma hora. En estas latitudes. Cuando hace buen tiempo (...). Pero luego palidece, y tras ese velo de dulzura cabalga la noche y vendr¨¢ a arrojarse sobre nosotros [chasquea los dedos]. ?Paff!, as¨ª, cuando menos lo esperemos. Eso es lo que pasa en esta puta tierra". La decadencia le lleg¨® a Dubl¨ªn tras la unificaci¨®n forzosa con Gran Breta?a, en 1801, y no se recuper¨® hasta mucho despu¨¦s de su ruptura definitiva con el Reino Unido, ocurrida en 1937. En medio queda la Insurrecci¨®n de Pascua de 1916, ahogada en sangre hace 90 a?os.
El largo declive de la ciudad no le ha impedido dar a luz a cuatro premios Nobel -William B. Yeats, Samuel Beckett, Bernard Shaw y Seamous Heaney (que naci¨® en Ulster y hoy reside en Dubl¨ªn)- y a escritores y artistas como Johnattan Swift, Oscar Wilde, James Joyce, Francis Bacon, Sean Scully... La mayor¨ªa se alejaron de ella, y, sin embargo, all¨ª siguen, amados, odiados y admirados por sus habitantes, que celebran con fervor religioso el Bloomsday joyciano (el 16 de junio) o se vuelcan en las celebraciones del centenario de Beckett.
El tercero en discordia
La trilog¨ªa de grandes narradores dublineses contempor¨¢neos estar¨ªa incompleta sin mencionar a Flann O'Brien (1911-1966), el ¨²nico que se qued¨®. La revista The Dubliner lo recordaba en su n¨²mero de abril, coincidiendo con el 40? aniversario de la muerte del escritor. "Flann O'Brien vivi¨® en Dubl¨ªn toda su vida. ?Qui¨¦n se acuerda de ¨¦l este mes?". Admirado y eclipsado por Joyce y Beckett, poco conocido fuera de Irlanda (su gran obra, At Swim-Two Birds, permanece in¨¦dita en espa?ol), O'Brian fue un l¨²cido y humor¨ªstico borrachuzo, que llevaba siempre consigo un guante para cumplir la promesa que le hizo a su madre moribunda de no volver a tocar un vaso de cerveza.
Otro dips¨®mano con talento y humor, Francis Bacon, naci¨® en el n¨²mero 63 de Lower Baggot Street, en Dubl¨ªn, aunque vivi¨® y trabaj¨® m¨¢s de 30 a?os en el 7 de Reece Mews, South Kensington, Londres. Tras su muerte, ocurrida en Madrid en 1992, John Edwards, su amante y ¨²nico heredero, don¨® su estudio londinense y todo lo que conten¨ªa a la Hugh Lane Gallery de Dubl¨ªn. Los arque¨®logos Edmund O'Donovan y Blaze O'Connor, con la ayuda del fot¨®grafo Perry Ogden, se ocuparon de su reconstrucci¨®n exacta, incluidas las manchas de pintura en las paredes y el polvo que cubr¨ªa los objetos, empleando las mismas t¨¦cnicas que se utilizan en las excavaciones. Trazaron una cuadr¨ªcula del espacio, y marcaron y fotografiaron los m¨¢s de 7.000 objetos apilados o desparramados por el suelo, entre ellos 100 lienzos, 2.000 pinceles y 70 bocetos. Hoy, este espacio se ha convertido en una atracci¨®n singular, y muchos de sus visitantes son j¨®venes dublineses (la mitad de la poblaci¨®n tiene menos de 30 a?os), habitantes de una ciudad abarcable, acogedora y joven, cuya vida noct¨¢mbula y cultural se reparte entre la zona de Temple Bar, acotada por el r¨ªo Liffey y Dame Street, y Grafton Street. All¨ª se pueden escuchar desde viejas baladas irlandesas hasta el mejor pop-rock del mundo, con ¨¢lbumes m¨ªticos, como Astral weeks, de Van Morrison, natural de Belfast, o All that you can't leave behind, de U2. El caso es que a Dubl¨ªn nunca le ha ido tan bien. Han hecho falta siglos, pero, como recuerda Beckett en un di¨¢logo de Fin de partida, "Dios hizo el mundo en seis d¨ªas, y usted no es capaz de hacerme un pantal¨®n en tres meses", dice el cliente. "Pero se?or, mire el mundo y mire mis pantalones", responde el sastre.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicosPrefijo telef¨®nico: 00 35 31.C¨®mo ir- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) y Aer Lingus (902 50 27 37; www.aerlingus.com) tienen vuelos directos a Dubl¨ªn desde Madrid, Barcelona y otras ciudades. La tarifa m¨¢s econ¨®mica en junio es de 182 euros, con tasas y cargos.- Ryanair (www.ryanair.com) vuela a Dubl¨ªn desde Girona y Reus. Alrededor de 54 euros, ida y vuelta, tasas y cargos incluidosAlojamiento- Gulliver (www.gulliver.ie). Central de reservas on-line de hoteles ybed & breakfast..- Harcourt Hotel (478 36 77; www.harcourthotel.ie). En una casa georgiana donde vivi¨® George Bernard Shaw. Desde 49 euros.- Morrison (887 24 57; www.morrisonhotel.ie). Desde125 euros.Visitas e informaci¨®n- Literary Pub Crawl (670 56 02; www.dublinpubcrawl.com). 12 euros. - Hugh Lane Gallery (874 19 03; www.hughlane.ie). Reabri¨® sus puertas el pasado 5 de mayo con las nuevas salas de Francis Bacon y Sean Scully, dise?adas por el arquitecto Des McMahon.- www.beckettcentenaryfestival.ie.- www.dublinwritersfestival.com.- www.visitdublin.com.- www.dublinks.com.- www.visit-templebar.com.
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