Cuando querer es poder

"?Querer es poder!", reza el dicho popular que a veces escuchamos en boca de aquellos que nos aprecian para darnos aliento frente al reto o la adversidad. "M¨¢s hace el que quiere que el que puede", es el argumento que a menudo pretende explicar c¨®mo alguien ha logrado algo que parec¨ªa imposible dadas sus facultades, condiciones o circunstancias. Pero, ?es cierto que querer es poder?, ?realmente hace m¨¢s el que quiere que el que puede?, ?hasta qu¨¦ punto la voluntad, la perseverancia, la fe y el prop¨®sito vencen a la adversidad y a las circunstancias desfavorables?

Quiz¨¢ para dar respuesta a estas preguntas uno deber¨ªa investigar las biograf¨ªas de aquellas mujeres y hombres cuya vida ha generado una aportaci¨®n significativa a la humanidad en el terreno de la ciencia, del arte, de la empresa o de cualquier otra disciplina. Si lo hacemos, nos encontramos con una amplia mayor¨ªa de casos en los que tal afirmaci¨®n se sostiene y tiene sentido. Los ejemplos son abundantes, y nos muestran c¨®mo, por ejemplo, Einstein y Edison fueron considerados retrasados mentales durante su infancia, incomprendidos y rechazados por un entorno que luego contempl¨® perplejo c¨®mo los frutos de sus talentos cambiaban para siempre el curso de la historia. O c¨®mo los descubrimientos de Fleming, Pasteur, Servet, Cop¨¦rnico y tantos otros les costaron desde la vida hasta el rechazo m¨¢s contundente de sus coet¨¢neos. Otros, como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King o Teresa de Calcuta, han demostrado tambi¨¦n con su vida que las utop¨ªas pueden tocar la realidad cuando el prop¨®sito y la voluntad son firmes y los principios marcan una clara direcci¨®n y sentido, no sin un terrible sufrimiento que s¨®lo la confianza y la entrega absoluta a una causa mayor que uno mismo son capaces de vencer.

Psicolog¨ªa positiva. Desde hace escasos a?os, la investigaci¨®n de los aspectos psicol¨®gicos de la mente humana ha dejado de centrarse s¨®lo en lo patol¨®gico para abordar los aspectos positivos y determinar en qu¨¦ medida la confianza, el optimismo, la gratitud, la generosidad, el perd¨®n, la curiosidad, la esperanza, la fe, el entusiasmo, la humildad, la entrega o la serenidad son, entre tantos otros, poderosos acicates para la realizaci¨®n individual y colectiva. No fue hasta 2000 cuando, oficialmente, varias facultades de Psicolog¨ªa estadounidenses, bajo el aliento del profesor de la Universidad de Pensilvania Martin E. P. Seligman, formalizaron y desarrollaron la asignatura de Psicolog¨ªa Positiva, que se centra en el estudio de los rasgos de car¨¢cter que ayudan a las personas a sentirse dichosas, desarrollar su potencial y a mantenerse mentalmente saludables. Seligman y otros est¨¢n hoy trabajando para explicar c¨®mo lo mejor del alma humana puede transformar la realidad individual y colectiva.

Fuerza interior. "Edison afirmaba a menudo: "Los que dicen que es imposible no deber¨ªan molestar ni interrumpir a los que lo est¨¢n haciendo", cuando alguien objetaba lo "absurdo" que era tratar de inventar una l¨¢mpara incandescente, un fon¨®grafo o un tel¨¦grafo, todos ingenios que ¨¦l cre¨®. Y m¨¢s all¨¢ de los casos notorios de aquellos que superaron su destino gracias a su fuerza interior, abundan historias menos conocidas que muestran de manera elocuente el enorme potencial del ser humano cuando la voluntad y la entrega definen un prop¨®sito vital.

"Podemos hacer lo que deseemos si lo intentamos lo suficiente", repet¨ªa a menudo Helen Keller en sus charlas, y lo expresaba con conocimiento de causa. Con tes¨®n y fuerza de voluntad, Helen hab¨ªa reconducido su vida. De ni?a muda, sorda y ciega pas¨® a ser, con la ayuda de su tutora Anne Sullivan, una autora famosa y una personalidad decisiva del siglo pasado a la que el presidente Lyndon B. Johnson recompens¨® en 1964 con la Medalla Presidencial de Libertad, el mayor honor estadounidense para un ciudadano. Dej¨® escrito un libro sobre el optimismo (uno de los 11 que escribi¨® en sus 88 a?os de vida) en el que declar¨® que "ning¨²n pesimista ha descubierto el secreto de las estrellas, ni ha navegado por mares desconocidos, ni ha abierto una nueva puerta al esp¨ªritu humano".

Levantarse siempre. Al ver casos como el de Helen, o el de tantos seres humanos an¨®nimos que d¨ªa a d¨ªa se mantienen firmes en el prop¨®sito de ser mejores personas, mejores profesionales o mejores ciudadanos, uno constata que quiz¨¢ el verdadero "poder" que nace del "querer" no radica en lo aparente, lo ostentoso, lo externo, y que no es s¨®lo una simple cuesti¨®n de fuerza f¨ªsica, ingenio, riqueza o inteligencia. Hay algo mucho m¨¢s importante que tiene que ver con la fuerza interior.

El verdadero poder surge de lo m¨¢s profundo del alma de cada ser humano: es aquella fuerza que nos hace afrontar los retos, levantarnos despu¨¦s de caer una y mil veces, luchar por una causa justa o necesaria, no perder nunca la esperanza, perseverar, dar una lectura constructiva a todo cuanto nos sucede, saber que eso que llamamos "yo" es en realidad un "nosotros", y actuar en consecuencia, celebrar y agradecer cada instante de la vida, poner al mal tiempo buena cara, trabajar con el coraz¨®n por un futuro mejor para todos, avanzar sin miedo, entregarse a cada desaf¨ªo de la vida con coraje, responsabilidad, humildad y confianza? En definitiva, quiz¨¢ el aut¨¦ntico poder es el que nace de desarrollar la capacidad para cambiar la realidad individual y colectiva gracias a la fuerza de nuestras actitudes.

"No es porque las cosas sean dif¨ªciles que no nos atrevemos. Es porque no nos atrevemos que las cosas son dif¨ªciles", dijo Lucio S¨¦neca. Y esta sabia afirmaci¨®n sigue vigente m¨¢s de 2.000 a?os despu¨¦s. Por ejemplo, seg¨²n un amplio estudio publicado por la revista americana Forbes, el n¨²mero promedio de veces que un emprendedor se ha arruinado antes de consolidar una gran empresa es de 3,5 veces. Un dato que conviene tener en cuenta para no perder el ¨¢nimo.

Un caso paradigm¨¢tico

Helen Keller, o c¨®mo la fuerza de las actitudes permite superar la m¨¢s terrible adversidad. Nacida en 1880, a los 19 meses contrajo una enfermedad que los doctores no supieron diagnosticar y que la dej¨® ciega, sorda y muda. A los siete a?os hab¨ªa inventado m¨¢s de sesenta se?as para comunicarse. Helen fue asignada a la tutela de la profesora Anne Sullivan, de 20 a?os, quien la aisl¨® del resto de la familia en una peque?a casa, en su jard¨ªn. Su primera tarea era disciplinar a la ni?a consentida y con un car¨¢cter caprichoso, violento e ingobernable. A trav¨¦s del ejercicio de la disciplina y la ternura, Anne consigui¨® ense?ar a Helen a pensar inteligiblemente y a hablar, usando el m¨¦todo Tadoma: tocando los labios de otros mientras hablan, sintiendo las vibraciones y deletreando los caracteres alfab¨¦ticos en la palma de la mano de Helen. Tambi¨¦n aprendi¨® a leer franc¨¦s, alem¨¢n, griego y lat¨ªn en braille. Cuando Helen ten¨ªa 24 a?os, se gradu¨® cum laude en Radcliffe College, con lo que se convirti¨® en la primera persona con discapacidad auditiva en graduarse en la Universidad. Helen se convirti¨® en una oradora y autora famosa. Estableci¨® la lucha por los sensorialmente discapacitados del mundo como la meta de su vida. Fund¨® una organizaci¨®n para la prevenci¨®n de la ceguera. Escribi¨® 11 libros y numerosos art¨ªculos. Muri¨® en 1968.

?lex Rovira Celma es profesor de Esade, conferenciante y escritor.