Batasuna prepara su legalizaci¨®n para este verano

El anuncio del secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Patxi L¨®pez, de una pr¨®xima y primera reuni¨®n formal con representantes de la izquierda abertzale y la resoluci¨®n del juez Fernando Grande-Marlaska, por la que dej¨® en libertad a los ocho dirigentes de Batasuna que comparecieron el jueves pasado en la Audiencia Nacional, han allanado el camino para que el partido que lidera Arnaldo Otegi d¨¦ el paso de solicitar su legalizaci¨®n el pr¨®ximo verano, seg¨²n fuentes conocedoras del proceso de alto el fuego de ETA. La izquierda abertzale podr¨ªa constituirse en un partido, con nuevos estatutos y nueva marca, asumiendo la v¨ªa pac¨ªfica y democr¨¢tica, seg¨²n las mismas fuentes. "Es la noticia m¨¢s importante de este proceso, tras el alto el fuego de ETA", se?ala el Gobierno.

Zapatero y Batasuna sab¨ªan que el PSE anunciar¨ªa una reuni¨®n con la formaci¨®n

El Gobierno considera que la legalizaci¨®n es "la noticia m¨¢s importante" tras el alto el fuego

Batasuna se siente reconocida y cree que la justicia admite que la situaci¨®n ha cambiado

El proceso abierto tras el alto el fuego de la banda hab¨ªa empezado a encallar el 19 de mayo, cuando Grande-Marlaska imput¨® a Otegi y a otros siete dirigentes de Batasuna por haber burlado supuestamente la suspensi¨®n de la organizaci¨®n, en enero, al presentar con luz y taqu¨ªgrafos en Pamplona su nueva Mesa Nacional.

El mundo pol¨ªtico de Batasuna qued¨® trastocado con ¨¦sta y anteriores citaciones judiciales impulsadas por el fiscal Juan Moral. La ¨²ltima actuaci¨®n judicial fue consecuencia de la decisi¨®n que Otegi y sus compa?eros adoptaron en una reuni¨®n clandestina celebrada el 18 de marzo, cuatro d¨ªas antes del anuncio del alto el fuego. En aquella reuni¨®n, la formaci¨®n decidi¨® actuar diariamente como si de hecho fuera un partido legal y mostrar a su nueva direcci¨®n.

La presi¨®n judicial que cay¨® desde entonces sobre Batasuna la empuj¨® hace dos semanas a amenazar con el bloqueo del proceso si sus l¨ªderes iban a la c¨¢rcel el pasado jueves tras comparecer en la Audiencia Nacional para responder de sumarios abiertos como consecuencia de sus actividades como organizaci¨®n ilegalizada por la Ley de Partidos.

El reproche de la direcci¨®n de Batasuna -cada vez m¨¢s presionada por sus bases- al Gobierno no era otro que el incumplimiento del compromiso adquirido en las conversaciones previas al alto el fuego permanente de ETA, por el que su retirada de la escena deb¨ªa suponer el libre juego de la izquierda abertzale.

Dos obst¨¢culos se lo imped¨ªan a Batasuna. Por un lado, la sentencia del Tribunal Supremo del 27 de marzo de 2003, que ilegaliz¨® la formaci¨®n de acuerdo con la Ley de Partidos. Por otro, la resoluci¨®n de Grande-Marlaska del pasado enero, por la que prolong¨® la suspensi¨®n de Batasuna por dos a?os m¨¢s y que termin¨® por trastocar los objetivos de ¨¦sta de lograr una legalizaci¨®n de facto.

Ante la situaci¨®n creada, la formaci¨®n traslad¨® su preocupaci¨®n a todos los partidos vascos, menos al PP. Posteriormente, uno de sus portavoces, Joseba Permach, amenaz¨® con el bloqueo del proceso el 23 de mayo, s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s de que Zapatero anunciara en Barakaldo (Vizcaya) que comparecer¨¢ en breve en el Congreso para dar por abierto el di¨¢logo de su Ejecutivo con ETA. Batasuna, que asumi¨® favorablemente la propuesta en lo que a ETA se refer¨ªa, se sinti¨® relegada porque el presidente no mencion¨® a la izquierda abertzale, que entonces afrontaba momentos adversos.

Los socialistas vascos decidieron mover ficha el fin de semana pasado. "Batasuna es un interlocutor necesario", dijo Patxi L¨®pez en Radio Euskadi la noche del mi¨¦rcoles, nada m¨¢s concluir el debate sobre el estado de la naci¨®n. Esta decisi¨®n fue previamente aceptada por el presidente del Gobierno. Tambi¨¦n fue conocida por Batasuna con antelaci¨®n. La entrevista -que se celebrar¨¢ este mismo mes, una vez que Zapatero comunique en el Congreso el inicio del di¨¢logo con ETA-, la decisi¨®n de la Audiencia de no encarcelar a Otegi y los otros siete imputados, as¨ª como la argumentaci¨®n del fiscal que facilit¨® la resoluci¨®n del juez Grande-Marlaska han sido interpretadas por Batasuna como gestos que allanan el camino del proceso de paz.

La formaci¨®n ilegalizada interpreta que con el anuncio de la reuni¨®n con el PSE se ha producido su reconocimiento pol¨ªtico. Con la resoluci¨®n de Grande-Marlaska y la argumentaci¨®n del fiscal Jes¨²s Santos, considera que la Justicia ha admitido que las circunstancias han cambiado.

El fiscal Jes¨²s Santos, sustituto de Juan Moral, argument¨® en la comparecencia judicial del jueves que los dirigentes de Batasuna no pretendieron con sus ¨²ltimas actuaciones "contribuir a los fines y objetivos de la organizaci¨®n terrorista ETA, sino recuperar la presencia institucional de la formaci¨®n ilegalizada en la vida pol¨ªtica, as¨ª como apoyar la situaci¨®n actual de cese de la violencia y la consecuci¨®n de la misma con car¨¢cter diferente".

Los ¨²ltimos acontecimientos son un cap¨ªtulo relevante, pero uno m¨¢s, de un largo proceso en el que los gestos de una y otra parte son los protagonistas, seg¨²n fuentes conocedoras del mismo. "Tras el ¨²ltimo gesto del PSE avalado por el presidente del Gobierno ahora corresponde dar el paso a Batasuna. No ser¨¢ otro que la presentaci¨®n de sus credenciales para acogerse a la legalidad", a?aden.

Esta ¨²ltima decisi¨®n, que otorga un nuevo impulso al proceso, se convierte en la m¨¢s importante del mismo desde el alto el fuego de ETA. "Con el regreso de Batasuna a la legalidad pasados dos meses de alto el fuego y tres a?os sin asesinatos, el sector social al que representa la izquierda abertzale, alrededor del 15% del electorado vasco, aflora a la pol¨ªtica, algo con lo que en Euskadi siempre se hab¨ªa so?ado. Ahora se est¨¢ m¨¢s cerca que nunca de lograr ese sue?o", se?alaban las fuentes citadas.

Fue lo que se pretendi¨® con el Pacto de Ajuria Enea y el Pacto de Madrid, ambos de 1988, y no se logr¨®; tambi¨¦n se intent¨® en los procesos de paz fallidos de 1989 y 1998, y fue lo que retras¨® la ilegalizaci¨®n de Batasuna, pese a que todo el mundo conoc¨ªa en Euskadi su relaci¨®n con ETA, porque "durante mucho tiempo se quiso dar la oportunidad a la pol¨ªtica para que sustituyera a la violencia".

Los implicados en el proceso de paz ven que "esta posibilidad est¨¢ m¨¢s cerca que nunca por la disposici¨®n m¨¢s favorable de Batasuna y ETA" al "haber separado el proceso de paz, que corresponde al Gobierno y ETA, del pol¨ªtico, que corresponde a los partidos vascos".

En cuanto al Gobierno, le preocupa la actitud del PP por haber retirado su apoyo al di¨¢logo del Gobierno con ETA al avalar el presidente del Ejecutivo la reuni¨®n del PSE con la ilegalizada Batasuna. "Esa reuni¨®n va a servir para lograr lo que se viene so?ando en Euskadi desde hace d¨¦cadas, que Batasuna entre en la pol¨ªtica mientras ETA se retira", insistieron fuentes gubernamentales.

El Gobierno, pese a la actitud del Partido Popular, seguir¨¢ adelante con el proceso porque cuenta con el respaldo de todos los dem¨¢s partidos, con el importante apoyo social en Espa?a que reflejan las encuestas y con la propia Uni¨®n Europea. "Europa apoya el proceso porque sabe que est¨¢ construido con mucha seriedad y mayor profesionalidad que los anteriores, que resultaron improvisados", a?aden las mismas fuentes.

El proceso abierto con el alto el fuego permanente de ETA, proclamado el pasado 22 de marzo, cuenta con una preparaci¨®n previa de dos a?os, con la implicaci¨®n activa de varios pa¨ªses europeos y con el conocimiento y respaldo de la Uni¨®n Europea.