Rusia, comprar y vender
A finales de mayo, en Sochi, residencia de verano de Vlad¨ªmir Putin, ¨¦ste mantuvo una reuni¨®n bastante tensa con Jos¨¦ Manuel Barroso y Javier Solana y los jefes de las empresas de petr¨®leo y gas europeas. El presidente ruso rechaz¨® cualquier inversi¨®n extranjera en Gazprom e hizo o¨ªdos sordos a las quejas europeas de que la situaci¨®n de Ucrania el a?o pasado puede reproducirse en otros lugares. Putin ten¨ªa una posici¨®n fuerte: Rusia posee el 25% de las reservas mundiales de gas y el 20% de las de petr¨®leo y no le faltan clientes. China, India y los dem¨¢s pa¨ªses asi¨¢ticos esperan las entregas rusas, que son igualmente indispensables para los pa¨ªses europeos, con lo cual, el proveedor es el rey.
La situaci¨®n econ¨®mica rusa ha mejorado considerablemente gracias a la repentina subida del precio de los hidrocarburos. Hace algunos a?os Rusia contaba con 18 d¨®lares por barril de petr¨®leo, que hoy supera los 70 d¨®lares y seg¨²n algunos, podr¨ªa alcanzar pronto los 100. El precio del gas ha subido en la misma proporci¨®n. Gracias a este man¨¢ ca¨ªdo del cielo, Putin ya ha podido reembolsar la deuda rusa con el FMI y acaba de firmar un acuerdo con los pa¨ªses europeos para sanear sus cuentas. Angela Merkel, de Alemania, estaba en contra, pero firm¨® el acuerdo presionada por otros pa¨ªses europeos. De pronto, el valor del d¨®lar, que hace poco alcanzaba los 50 rublos, ha ca¨ªdo a 27. Y el gobierno ruso ha emprendido una campa?a para la desdolarizaci¨®n de la econom¨ªa, lo que significa que todos los productos se facturar¨¢n en rublos. Rusia, por otra parte, tiene considerables reservas de d¨®lares, apenas inferiores a las de China y Jap¨®n. El acuerdo amistoso entre Arcelor y Severstal, uno de los principales productores de acero, es la guinda de este fastuoso pastel. ?Todo ello, pues, para bien en el mejor de los mundos?
Resulta que el 16 de mayo en Mosc¨², el fiscal general de la Rep¨²blica, Vlad¨ªmir Ustinov -de quien se dice en Mosc¨² que es uno de los posibles candidatos a la sucesi¨®n de Putin- convoc¨® una gran reuni¨®n de los siloviki a puerta cerrada, autorizando a la prensa a escuchar s¨®lo su discurso de apertura, que no carec¨ªa de inter¨¦s. Este alto dirigente afirm¨®, para empezar, que los elementos criminales han penetrado en todas las estructuras del Estado, tanto en las provincias como en el centro. "Ni siquiera mi ministerio se salva", a?ad¨ªa. Ya no son los peque?os bandidos de 1991, sino magnates organizados en sociedades mafiosas que invierten en Rusia o en otros lugares del mundo donde mantienen estrechas relaciones con 40 grupos mafiosos. ?Qu¨¦ se puede hacer contra un enemigo tan poderoso y tan bien organizado? La represi¨®n no ha dado los resultados que se esperaban. M¨¢s de 140.000 polic¨ªas y otros tantos funcionarios han sido perseguidos sin que haya cambiado nada. Unos d¨ªas antes, Vlad¨ªmir Putin tom¨® personalmente el control de la vigilancia de las aduanas para poner fin a las privatizaciones ilegales y a otros delitos. La situaci¨®n no es mucho mejor en los transportes p¨²blicos y los diferentes ministerios. En Rusia todo se reduce a comprar o vender. Poderosos oligarcas como Boris Berezovski o Vlad¨ªmir Gusinski han sido empujados al exilio; el tercer compinche, Mija¨ªl Jodorovski cumple una pena de ocho a?os de prisi¨®n en Siberia, sin que estas decisiones espectaculares hayan cambiado en nada las relaciones entre el poder y los grandes propietarios.
Un c¨²mulo de circunstancias quiso que el mismo d¨ªa que Vlad¨ªmir Ustinov pronunciaba su discurso, Rusia ocupara por primera vez la presidencia del Consejo de Europa, encargado de la supervisi¨®n del funcionamiento democr¨¢tico y de los derechos humanos de los pa¨ªses europeos. El Consejo de Europa, creado durante la guerra fr¨ªa, tuvo un gran ¨¦xito despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y el desmembramiento de la URSS. Todos los antiguos pa¨ªses sat¨¦lites se adhirieron a ¨¦l y Rusia se les uni¨® en 1996, a?o en que Yeltsin fue reelegido presidente. El conjunto de los oligarcas constituy¨® entonces un frente unido para apoyar su candidatura y, una vez obtenida la victoria, fueron ampliamente recompensados: ¨¦sa fue "la mayor liquidaci¨®n de la historia", como la describ¨ªa en su libro la antigua corresponsal del Financial Times en Mosc¨², Chrystia Freeland. ?C¨®mo distinguir ahora a un multimillonario como el joven propietario de Severstal (41 a?os) de un mafioso que ha ascendido hasta el v¨¦rtice de la pir¨¢mide?
Vlad¨ªmir Putin es un "buen zar". Se preocupa por la ca¨ªda demogr¨¢fica y concede a las j¨®venes madres cuatro meses de permiso de maternidad y una modesta prima. Sube los sueldos de los profesores y el personal m¨¦dico. A la menor ocasi¨®n, se muestra preocupado por la suerte de los ex combatientes de guerra. En cambio, frente a la sociedad criminal que mina su pa¨ªs, sigue siendo impotente. Lo que describ¨ªa Vadim Volkov en 2002 en su brillante ensayo Violent entrepreneurs sigue siendo perfectamente v¨¢lido hoy en d¨ªa.
K. S. Karol es periodista y ensayista franc¨¦s de origen polaco, especializado en cuestiones del Este. Traducci¨®n de News Clips.
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