Los bachilleres de Bachelet

A la presidenta de Chile, la socialdem¨®crata Michelle Bachelet, se le ha sublevado la adolescencia mientras su diplomacia ultimaba su primer encuentro con el presidente Bush para el d¨ªa 8 en la Casa Blanca. Los estudiantes que terminan el bachillerato, cientos de miles, llevan varios d¨ªas de serias algaradas callejeras y han convocado un paro general para hoy, lunes. Exigen, entre otras medidas reformadoras de la educaci¨®n secundaria, transporte p¨²blico escolar gratuito y la exenci¨®n completa de las tasas de ex¨¢menes en las pruebas de ingreso a la universidad. La presidenta, en esta su primera seria crisis dom¨¦stica en los menos de tres meses que lleva en el cargo, ha asegurado que su Gobierno, con o sin huelga estudiantil, no ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de las concesiones parciales anunciadas la semana pasada, que incluyen 135 millones de d¨®lares suplementarios anuales.

Pero las im¨¢genes de la brutalidad policial empleada ocasionalmente contra los adolescentes (y contra periodistas) han sacudido a Bachelet. Una especie de conciencia pos-hippy, que hay quien asegura que no le ha abandonado nunca completamente a pesar de haber sido titular de varios ministerios, parece como si le remordiera a¨²n en su alt¨ªsima representaci¨®n. Su colof¨®n ejemplarizante, que no contribuir¨¢ a redoblar la popularidad de la l¨ªder chilena entre los institutos armados, es la destituci¨®n por el jefe de los carabineros del oficial al frente de la polic¨ªa militarizada, coronel Osvaldo Jara, as¨ª como la apertura de expediente a agentes acusados de pasarse de la raya en las calles y con los detenidos en las comisar¨ªas. Las espadas siguen en alto.