Europa consinti¨® los secuestros de la CIA
Un informe concluye que 14 pa¨ªses ayudaron a llevar a sospechosos de terrorismo a c¨¢rceles secretas
La CIA teji¨® una telara?a de centros de detenci¨®n secretos a los que traslad¨® a sospechosos de terrorismo con la complicidad de al menos 14 Gobiernos europeos, entre ellos Espa?a. ?sa es la principal conclusi¨®n del informe difundido ayer por Dick Marty, el investigador suizo a quien el Consejo de Europa encarg¨® hace siete meses investigar las supuestas actividades il¨ªcitas del servicio secreto estadounidense. Las acusaciones de Marty desencadenaron el rechazo generalizado de los pa¨ªses implicados. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, declar¨® en la C¨¢mara de los Comunes que el informe no a?ade nada nuevo. "Hemos dicho todo lo que ten¨ªamos que decir sobre esto. No hay nada m¨¢s que a?adir", dijo Blair.
El esperado trabajo de Marty, el m¨¢s exhaustivo de los publicados hasta el momento, establece por primera vez el v¨ªnculo entre aviones concretos operados por la CIA y secuestrados con nombres y apellidos. El informe recoge 17 casos de v¨ªctimas de entregas extraordinarias. Las pesquisas se basan en la informaci¨®n aportada por las propias v¨ªctimas, por algunos de los gobiernos, parlamentos nacionales y servicios de espionaje implicados -incluido el de Estados Unidos-. Tambi¨¦n se fundamentan en la relaci¨®n de vuelos que han aportado Eurocontrol y las autoridades aeroportuarias.
Marty se ha apoyado adem¨¢s en los hallazgos de investigaciones period¨ªsticas y de ONG, sobre todo las del diario estadounidense The Washington Post y Human Rights Watch, la organizaci¨®n tambi¨¦n de ese pa¨ªs, que destaparon la existencia de prisiones secretas en Europa. Marty reconoce, no obstante, que debido a la complejidad de la cuesti¨®n y los medios a su disposici¨®n no ha sido "capaz de presentar una visi¨®n completa de los diferentes aspectos de lo que ocurri¨®".
Reino Unido, Suecia, Italia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Alemania y Turqu¨ªa jugaron un papel "con distintos grados de responsabilidad" en el programa de las llamadas "entregas" -el secuestro y traslado de sospechosos de terrorismo a pa¨ªses terceros para ser interrogados sin garant¨ªas judiciales, y en ocasiones bajo tortura- que Estados Unidos considera vitales en su lucha antiterrorista y que la Uni¨®n Europea dice deplorar.
"El acto de la entrega no debe constituir per se una violaci¨®n del derecho internacional", explic¨® la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, poco antes de viajar a Europa en diciembre pasado. "Otros Estados tambi¨¦n han expresado su derecho a detener a un sospechoso de terrorismo en un territorio extranjero, con el objetivo de llevarlo ante la justicia si los instrumentos judiciales y de cooperaci¨®n no dan el resultado deseado", a?adi¨® entonces Rice, en alusi¨®n a Francia por el secuestro en ?frica del terrorista Carlos, El Chacal. Rice no explic¨®, sin embargo, que estos detenidos, como los de Guant¨¢namo, no tienen acceso a la justicia ordinaria.
Otros siete pa¨ªses, entre los que figura Espa?a, ser¨ªan seg¨²n Marty culpables de complicidad "activa o pasiva" en las entregas ilegales. En el apartado dedicado a Espa?a, el investigador considera que se trata de un pa¨ªs del que partieron vuelos cargados de sospechosos de terrorismo y cita la investigaci¨®n judicial de Baleares. Estas pesquisas se basan en la informaci¨®n aportada por la Guardia Civil con los nombres de los pasajeros de uno de los aparatos que despegaron del aeropuerto Son Sant Joan, con rumbo a Skopje (Macedonia), donde muy probablemente se subi¨® Khaled el Masri -el ciudadano alem¨¢n de origen liban¨¦s secuestrado en Macedonia y trasladado despu¨¦s a Afganist¨¢n, donde fue torturado- antes de continuar hacia Afganist¨¢n. Palma de Mallorca figura en el informe publicado ayer como un "punto de partida", que seg¨²n la denominaci¨®n de Marty, corresponde a los lugares en los que la tripulaci¨®n de los aviones de la CIA plane¨® y prepar¨® operaciones ilegales.
A la vista de las evidencias, el investigador del Consejo de Europa considera que "resulta inconcebible que algunas operaciones ejecutadas por los servicios estadounidenses hayan tenido lugar sin la participaci¨®n activa, o al menos la connivencia de los servicios de espionaje nacionales". La principal preocupaci¨®n para algunos Gobiernos ha sido claramente evitar que se enturbien sus relaciones con Estados Unidos, un aliado y socio crucial. Otros Gobiernos, aparentemente trabajan bajo la premisa de que no debe conocerse la informaci¨®n obtenida por sus servicios secretos.
En este punto, el informe cita el caso de Italia, donde el egipcio Abu Omar, bajo vigilancia de la polic¨ªa italiana, fue secuestrado en febrero de 2003 por la CIA a plena luz del d¨ªa en las calles de Mil¨¢n, y posteriormente trasladado a Egipto, donde ser¨ªa encarcelado. Casos como este conducen a Marty a afirmar que "la impresi¨®n que algunos Gobiernos trataron de transmitir tras desatarse la pol¨¦mica de que Europa fue v¨ªctima de tramas secretas de la CIA parece no corresponder con la realidad".
Las conclusiones del informe desencadenaron el rechazo de plano de los pa¨ªses citados. Destaca la contundente reacci¨®n de Reino Unido, cuyo primer ministro, Tony Blair, dijo en su comparecencia semanal en la C¨¢mara de los Comunes: "Hemos dicho todo lo que ten¨ªamos que decir sobre esto. No hay nada m¨¢s que a?adir", se?al¨® el primer ministro. El Gobierno alem¨¢n se?al¨® a trav¨¦s de su viceportavoz, Thomas Steg, que habr¨¢ que analizar todos los detalles del informe. Irlanda neg¨® haber dado apoyo a los vuelos de la CIA, lo mismo que los Gobiernos de Espa?a, Polonia y Rumania. Portugal afirm¨® que el informe no aporta ninguna prueba concluyente, sino que recoge "alegaciones y convicciones".
Tambi¨¦n el Departamento de Estado de EE UU rechaz¨® el informe. Su portavoz, Sean McCormack, declar¨® que Washington est¨¢ "decepcionado por el tono y el contenido del informe".
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