Inercia circular

Rosario present¨® ante su p¨²blico de Madrid, su gente, los temas de su disco Contigo me voy. Nada nuevo en la carrera de esta cantante, si bien la madurez a la hora de pisar un escenario queda ahora bien patente y ella no tiene necesidad de parecerse a su madre ni a Lenny Kravitz. La cantante sali¨® a por todas, exhibiendo ese baile de calambrazo en las piernas que le caracteriza. El beso, Mientras me quede coraz¨®n y A flor de piel, fueron las tres primeras andanadas que sirvieron para introducir la voz de El Pesca¨ªlla, tra¨ªda hasta el presente a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa y que abre el tema Al son del tambor. Mucho por vivir y Qu¨¦ bonito, dos de sus temas m¨¢s conocidos, dejaron a la artista situada y dominando escena.

Tras lo citado lleg¨® uno de los m¨¢s brillantes momentos de la noche, con una de las mejores canciones del nuevo disco: El ni?o de tus ojos, sentido tema que la cantante dedica a los ni?os de la calle. Otros dos momentos festivos, Cayetano y Estoy aqu¨ª, volvieron a revolucionar el ambiente, para calmarse despu¨¦s con En el mismo lugar, en la que fue acompa?ada por la voz de un cada vez m¨¢s fantasmal Antonio Vega. Con los Tangos, Rosario record¨® nada menos que a su abuela y con 1.000 colores a su hija, a quien sac¨® a bailar al final. En el fin de fiesta estall¨® la coheter¨ªa armada con la complicidad del guitarrista y compositor Juan Maya, quien contribuy¨® en los n¨²meros finales del concierto. ?ste concluir¨ªa en el bis con otro de los cl¨¢sicos de la cantante: Sabor, sabor.