Algo habr¨¢ que darles
En el diccionario de la RALE, la voz "pragmatismo" se?ala que se trata del "m¨¦todo filos¨®fico seg¨²n el cual el ¨²nico criterio v¨¢lido para juzgar de la verdad de toda doctrina cient¨ªfica, moral o religiosa se ha de fundar en sus efectos pr¨¢cticos". Detr¨¢s de la expresi¨®n "doctrina cient¨ªfica, moral o religiosa" de la definici¨®n anterior podr¨ªamos a?adir el adjetivo "pol¨ªtica" a los efectos de este art¨ªculo. Este diccionario tambi¨¦n identifica como pragmatismo la "propensi¨®n a adaptarse a las condiciones reales".
?Cu¨¢l es el efecto pr¨¢ctico que buscamos con respecto a ETA y Batasuna? Hay distintas posibilidades; por tanto, perm¨ªtanme que se?ale algunas de las que podr¨ªan ser m¨¢s comunes: a) Que dejen de matar. b) Que dejen de matar y que los principios democr¨¢ticos borren todo resto de autoritarismo en la sociedad vasca incluso durante su final. c) Que dejen de matar, que se borre todo resto de autoritarismo en la sociedad vasca incluso durante su final y dos huevos duros: que no se equipare a las v¨ªctimas y a los verdugos. Porque hemos tenido que escuchar a un obispo vasco nacionalista afirmar que v¨ªctimas y verdugos son ambas v¨ªctimas, aunque de distinta manera. La primera cuesti¨®n que debemos determinar con claridad meridiana es cu¨¢l es el efecto pr¨¢ctico que buscamos o con el que nos conformamos. No lo hemos hecho suficientemente y hablamos de cosas distintas, unos y otros, me parece.
La filosof¨ªa del "algo habr¨¢ que darles" a los etarras, miembros de Batasuna y nacionalistas en general corresponde al aliento pragm¨¢tico de un n¨²mero importante de ciudadanos y al primer objetivo, que dejen de matar. De sus palabras y coletillas se desprende que, aunque no olvidan que los etarras encarcelados merecen cumplir sus condenas hasta el final y los de Batasuna merecen el descr¨¦dito social durante largo tiempo por el horror inferido, finalmente algo habr¨¢ que darles para que dejen de matar y, si no condenan los asesinatos cometidos y el miedo y la tortura que han supuesto para tanta gente, habr¨ªa que buscar f¨®rmulas en que se encuentren c¨®modos. Los pragm¨¢ticos desean tan intensamente que no se frustre esta tregua que nos animan a "no hacer caso de las palabras (de Batasuna y ETA, se entiende), sino de los hechos" (que no est¨¢n matando). Considero que lo que se pretende es alargar los d¨ªas sin muertos para que finalmente los de ETA no puedan dar marcha atr¨¢s; pero, claro, los estrategas del mundo de Batasuna y ETA tambi¨¦n saben esto y cuentan con ello para no dejarse capturar por la administraci¨®n de los tiempos del gobierno. De hecho, de momento, m¨¢s bien parecen ir ganando los de Batasuna y ETA en ello, en la administraci¨®n de los tiempos, muy especialmente si atendemos a lo que se?alan hoy sus analistas afines con datos, muchos datos.
Perm¨ªtanme una digresi¨®n. Estamos al inicio de un nuevo Campeonato Mundial de f¨²tbol y Espa?a no lo ha ganado nunca, pese a contar con una liga de alt¨ªsimo nivel. Mi marido dice que es comparable a las ligas italiana e inglesa. Mis escoltas dicen que es incluso mejor. Por los comentarios que les oigo durante estos d¨ªas, no parece que ninguno de ellos apueste por que la Selecci¨®n Espa?ola vaya a conseguir ganar el Mundial. Es, pues, un objetivo casi ¨¦pico. Imaginemos que podemos llegar a ganar el Mundial de f¨²tbol, metiendo un gol con la mano, sin que nos vea el ¨¢rbitro o, al menos, no en el momento de dar por bueno el gol. Aunque me quede en minor¨ªa digo: as¨ª no. Y no se trata de que est¨¦ en contra de que Espa?a gane el Mundial.No habr¨ªa utilizado el ejemplo anterior si no me pareciese detectar la existencia de derivas y fugas m¨¢s o menos claras hacia el infantilismo ps¨ªquico en la actual estructura de la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Como reproduciendo una gran batalla que no atiende a hechos, sino a siglas de forma ciega, y a mantras cerrados, m¨¢s que a argumentos, y una cierta tendencia que de seguir as¨ª puede llegar al delirio colectivo, entendido todo ello en los t¨¦rminos en que lo expres¨® Sigmund Freud en 1930 en "el malestar en la cultura" cuando se refer¨ªa al fundamentalismo religioso, aunque lo denominaba religi¨®n a secas. Estaba, en realidad, definiendo los rasgos del forofismo, del sectarismo, de nuestro m¨¢s genuino esp¨ªritu cainita.
Hay muchos pragm¨¢ticos que dicen que la transici¨®n se cerr¨® con la desmemoria y que las viudas de los represaliados de la guerra civil ni hablaron mientras se fraguaba la Constituci¨®n del a?o 78, ni tuvieron voz durante la largu¨ªsima dictadura. Hablan del olvido necesario. Este, por ejemplo, es un mantra. Y la apelaci¨®n a la amnesia surte el efecto placebo sobre algunas conciencias. Pero, claro, el nacionalcatolicismo fue derrotado como ideolog¨ªa, as¨ª que no podemos hablar de la existencia de ning¨²n tipo de impunidad ideol¨®gica. Algunos heredamos en la familia la conciencia de que no deb¨ªa pasar nunca m¨¢s eso de no tener ni voz, ni libertad. En nuestra casa prevaleci¨® la memoria del abuelo socialista, encarcelado y represaliado en la posguerra, y eso que tambi¨¦n nos narraron las historias de los pragm¨¢ticos que estuvieron todo lo a bien que se pod¨ªa con el r¨¦gimen franquista mientras dur¨® y s¨®lo en sus estertores redescubrieron sus ideales pol¨ªticos, el euskera para sus hijos... Con Franco se trataba de que faltaba la libertad. Con ETA se trata de lo mismo, de que amenazan con el asesinato para obligarnos a soluciones nacionalistas para el Pa¨ªs Vasco. No es un secreto que pertenezco a la corriente de ciudadanos que se identifican con lo que ha dado en calificarse como partidarios de la "firmeza democr¨¢tica" para derrotar a ETA. Yo, sin reservas, me apunto al objetivo c) del primer p¨¢rrafo. S¨¦ que es m¨¢s dif¨ªcil a corto plazo, pero me parece que contiene menos riesgos a medio plazo para preservar la calidad democr¨¢tica de nuestro sistema pol¨ªtico. Y sobre todo, consuela m¨¢s a muchas v¨ªctimas y conforta m¨¢s a los que m¨¢s han aguantado el tipo por conseguir libertad para todos. No apacigua a los intolerantes. Eso es tambi¨¦n as¨ª. Me parece un riesgo que debemos asumir. Es un riesgo.
En el asunto de que hablamos no todo es blanco o negro, por supuesto. Pero tenemos que elegir la informaci¨®n que nos parece relevante y, en mi opini¨®n, lo primero que debemos tener en cuenta es que ETA no ha entregado las armas y que ha declarado una tregua condicionada y reversible. Por eso, muchas v¨ªctimas est¨¢n tan susceptibles, con las heridas tan abiertas. Se les est¨¢n deshaciendo sus sue?os entre los dedos y Batasuna, con su chuler¨ªa, les echa sal en las heridas, cada d¨ªa. Dos generaciones de v¨ªctimas de ETA han so?ado con derrotarlos y consideran que Batasuna no debe ser exonerada ahora de su responsabilidad en el horror por la puerta de atr¨¢s. La decisi¨®n de ser recibidos por los socialistas vascos sin haber renunciado a ese pasado -con la advertencia de que en caso contrario todo saltar¨ªa por los aires- es una conquista objetiva de Batasuna y no es una cuesti¨®n menor en mi humilde opini¨®n. Hay muchas v¨ªctimas de ETA que temen que los de Batasuna terminen por ser aceptados con su teor¨ªa del conflicto y de los muertos como efectos colaterales indeseados, como ausentes involuntarios. Los pragm¨¢ticos pueden aceptar buscar ¨²nicamente el efecto pr¨¢ctico de evitar m¨¢s muertos, aceptando para ello el dise?o de Anoeta con sus dos mesas, el modelo de conciliaci¨®n, sin "vencedores ni vencidos", o sea, la paz de Azkoitia m¨¢s o menos maquillada. Al menos de momento, y esperar tiempos mejores. La opci¨®n primera de conformarse con que dejen de matar.
Pero esto lo saben los de Batasuna. Conocen a la perfecci¨®n nuestra opini¨®n p¨²blica, nuestro cainismo pol¨ªtico, las dos grandes tendencias, la pragm¨¢tica de la conciliaci¨®n y la de la firmeza democr¨¢tica. Y saben presionar y atornillar. La presi¨®n funciona en el juego con los pragm¨¢ticos, y Batasuna y ETA presionan. As¨ª las cosas, y con todo respeto al Gobierno -no es blanco o negro, tal vez ellos tampoco esperaban que los pilotes del llamado proceso de paz estuvieran clavados en arenas movedizas-, yo considero que no se puede premiar la barbarie, ni a los b¨¢rbaros. Por un tema de calidad democr¨¢tica. Porque no nos estallen los relatos en las manos en la siguiente generaci¨®n... O en ¨¦sta.
Maite Pagazaurtundua Ruiz es concejal del PSE-EE en Urnieta (Guip¨²zcoa), hermana de Joxeba Pagazaurtundua Ruiz, asesinado el 8 de febrero de 2003.
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