La pobreza se ceba en los inmigrantes y en las familias monoparentales
C¨¢ritas acusa a las administraciones de invertir poco para acabar con la exclusi¨®n
La pobreza se cronifica en muchos hogares catalanes y se ceba cada vez m¨¢s en las mujeres, los ni?os y los inmigrantes. ?ste es el diagn¨®stico que hace C¨¢ritas en la memoria correspondiente al a?o pasado, en la que acusa a las administraciones de "no haber hecho a¨²n una apuesta decidida" para luchar contra la exclusi¨®n social. De las 22.463 personas atendidas por C¨¢ritas el a?o pasado, el 76% son inmigrantes y casi el 60% son mujeres.
"La realidad es tozuda", dijo ayer Jordi Rogl¨¤, director de C¨¢ritas de Barcelona, tras destacar que la actividad llevada a cabo por esta entidad diocesana en los ¨²ltimos a?os evidencia una "cronificaci¨®n de problemas" que conducen a las personas a la exclusi¨®n social: precios prohibitivos de la vivienda, pensiones que no alcanzan los 300 euros mensuales, explotaci¨®n laboral de inmigrantes sin papeles, entre otros.
Las mujeres j¨®venes son especialmente vulnerables a estos problemas sociales, como C¨¢ritas ha podido comprobar: "Estamos viendo que, con el paso de los a?os, la pobreza cambia de rostro: ya no es el de un hombre adulto, sino el de una mujer joven, sola, que debe hacerse cargo de sus hijos sin ayuda ni de la familia, ni de la red de equipamientos sociales, ni de prestaciones suficientes", se?al¨® Carolina Roig, responsable del ¨¢rea social de C¨¢ritas. Roig record¨®, a modo de ejemplo, que las plazas ofertadas para escolarizar a ni?os de cero a tres a?os en Barcelona apenas cubren el 53% de la demanda. "Quienes no han tenido plaza deber¨¢n buscar una guarder¨ªa privada, contratar canguros o recurrir a los abuelos", destaca C¨¢ritas en su informe.
En 2005, C¨¢ritas atendi¨® a 22.463 personas, 1.445 m¨¢s que el a?o anterior. Casi el 60% son mujeres en situaci¨®n de exclusi¨®n social y el 12% son madres sin apoyo alguno para mantener a sus hijos. Las mujeres son tambi¨¦n el colectivo que m¨¢s ha demandado el servicio de atenci¨®n psicol¨®gica de C¨¢ritas, en el que se abordan trastornos causados por el "sufrimiento y la desesperaci¨®n por vivir situaciones adversas". De las 245 personas atendidas en este servicio, el 73% son mujeres de 25 a 45 a?os. El 57% de las personas que han acudido a este servicio son inmigrantes, cuya situaci¨®n administrativa irregular, la explotaci¨®n laboral y el hacinamiento en pisos sobreocupados "les dificulta el desarrollo de una vida sana".
C¨¢ritas ha constatado en los ¨²ltimos a?os un progresivo aumento de inmigrantes entre las personas a las que presta ayuda econ¨®mica y social. Dos tercios del total de atendidos en 2005 son de procedencia extranjera, la mayor¨ªa suramericanos.
La ONG cat¨®lica advierte tambi¨¦n de que la pobreza se perpet¨²a entre los ni?os y j¨®venes. Casi la mitad de los atendidos el a?o pasado pertenec¨ªan a este grupo.
C¨¢ritas destaca tambi¨¦n su apoyo a los ancianos, especialmente a las viudas con pensiones de 288 euros mensuales. "?Qu¨¦ les solucionar¨¢ [a estas mujeres] una paga compensatoria?", se pregunta C¨¢ritas. La entidad critica a las administraciones por no haber hecho a¨²n "una apuesta decidida para invertir los recursos necesarios para luchar contra el aumento de la pobreza, a pesar de iniciativas como la ley estatal de dependencia o la futura ley catalana de Servicios Sociales". "Las entidades sociales no pueden sustituir la responsabilidad de las administraciones", a?ade C¨¢ritas.
Pisos sobreocupados
Las ayudas econ¨®micas para la vivienda se llevan ya m¨¢s de la mitad del presupuesto de C¨¢ritas. El a?o pasado, la instituci¨®n dicocesana destin¨® 533.000 euros para ayudar a ciudadanos a pagar el alquiler de un piso o de una habitaci¨®n, o para impedir que fueran desahuciados.
El director de C¨¢ritas, Jordi Rogl¨¤, advirti¨® de que la mitad de las personas atendidas el a?o pasado por la entidad viven en pisos compartidos, sobreocupados o habitaciones realquiladas. Entre los que encuentran en esta situaci¨®n, el 57% son familias sin recursos y una cuarta parte son madres j¨®venes y solas con hijos a su cargo "que sufren las severas consecuencias de la exclusi¨®n residencial y la insuficiente oferta de vivienda protegida".
C¨¢ritas advierte de que el hecho de vivir en pisos compartidos, casi siempre de dimensiones reducidas, generan tensiones que dificultan la convivencia. La situaci¨®n se agrava cuando hay ni?os, agrega la entidad, ya que "su rendimiento escolar puede verse afectado por la precariedad de la vivienda y la falta de un ambiente adecuado".
S¨®lo el 10% de las personas atendidas por C¨¢ritas que viven en esta situaci¨®n de "infravivienda" son de nacionalidad espa?ola. El 90% restante son inmigrantes, muchos de los cuales se hallan excluidos del mercado de la vivienda y se ven obligados, por su situacion administrativa irregular, "a aceptar cualquier precio y condici¨®n para tener un techo".
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