En el sal¨®n de los solteros
Ahora a los solteros se les llama singles, del mismo modo que al barrio chino se le llama Raval. Si alguien pretende venderle algo a un soltero (por ejemplo, una pareja), deber¨¢ ser empalagoso y pelota y llamarle single. Y esta es la raz¨®n por la que, en la Fira de Barcelona, se ha celebrado un sal¨®n llamado Single, dedicado a los solteros. Me voy para all¨¢.
Pago 10 euros del ala, entro y enseguida me cae encima una lluvia de folletos. Una se?ora me ofrece la revista Single Ocio, donde leo: "Querido single, nos estamos convirtiendo en una referencia en turismo single...". Un caballero de una empresa de relaciones personales (con el aleg¨®rico nombre de Mai-sol) me da un papel donde pone: "Hace unos d¨ªas que te veo triste... ?te pasa algo?". Y a continuaci¨®n: "Es que estoy cansada de quedarme en casa sola los fines de semana". Y un chico de la empresa El Mundo del Single me ofrece un d¨ªptico azul en el que encuentro -lo juro- el "tel¨¦fono de atenci¨®n al single".
En la caseta de un portal de relaciones por Internet, una chica disfrazada de duende chatea. Paso por delante del puesto de una empresa de adhesivos industriales (?ser¨¢n adhesivos industriales para singles), y me paro en el de Marina d'Or, donde exponen la maqueta de un apartamento que parece un Hogar¨ªn, ese juego de casitas de los a?os setenta. "Chulo, ?eh?", comenta el encargado. M¨¢s all¨¢ veo un gimnasio (en el que puedes someterte gratis a "la prueba de los antioxidantes") cuyo eslogan reza: "Ser single nunca hab¨ªa sido tan divertido". Madre m¨ªa, la gente se divierte mucho, lo que me estoy perdiendo.
Frente a m¨ª hay un centro psicol¨®gico cuyas paredes est¨¢n decoradas por frases lapidarias de distintos personajes relevantes en la historia de las civilizaciones, como, por ejemplo, Buda o el sex¨®logo Bolinches. Admiro tanto a Buda y al sex¨®logo Bolinches que no puedo resistirme a hacer la prueba de la autoestima (que cuesta tres euros). Se trata de puntuar afirmaciones como: "Me siento bien conmigo mismo/a" (a la que le doy la m¨¢xima puntuaci¨®n) o "Mi experiencia en la vida me ha ense?ado a valorarme" (tambi¨¦n la m¨¢xima). Al terminar, la psic¨®loga me dice: "A simple vista tu autoestima... no est¨¢ baja. M¨¢s bien tiende a muy alta. Tendr¨¢s tus bajones, como todo el mundo, pero vamos, a simple vista...". Qu¨¦ tres euros m¨¢s bien gastados, caramba. Con lo poco que cuesta mentir.
En el expositor de un gabinete de quiropr¨¢cticos (?para singles?) leo un cartel en el que pone: "La subluxaci¨®n temporal te hace la vida imposible". Lo apunto en mi libreta, pero la encargada me reprende: "?No! No lo apuntes. Es un mensaje muy negativo". Y chasquea la lengua. "Pero, es lo que dice...", replico. "S¨ª", contesta, "es que el cartel nos va bien por el dibujo".
En una tienda de productos de belleza (para singles) una chica en silla de ruedas pregunta a las encargadas si su local est¨¢ adaptado para singles en silla de ruedas. "Pues todav¨ªa no hemos tenido tiempo", se excusan ellas. Al lado, hay una caseta con productos de limpieza, como Estrella desinfecci¨®n y Estrella ox¨ªgeno activo. (Supongo que se trata de divertida lej¨ªa para singles). Y al fondo, por fin, la tienda Countrylandia. Qu¨¦ emoci¨®n. Todo el mundo sabe que los solteros est¨¢n obligados a sentir fervor por el country. Me acerco a comprar una chapa en la que pone: I love country, y las dependientas me explican que son de una "promotora de eventos country" y que te hacen fiestas country a medida, con su toro mec¨¢nico y todo. En el escenario, tres mujeres con sombrero de cowboy ense?an a bailar lo de No rompas m¨¢s mi pobre coraz¨®n. Una chica simpatiqu¨ªsima, de Granollers, me dice que la feria le parece decepcionante. "Jo s¨®c castellera i aix¨° del country em sembla tan americ¨¤...". Le doy la raz¨®n. Podr¨ªa haber castells para singles.
Paso de largo por la agencia Solter@s de viaje, paso de largo por una creper¨ªa para singles y por la agencia de viajes El Rodam¨®n Solitari. En el puesto de rayos uva (para singles) oigo que un chico le pregunta a una se?ora: "?Quieres un descuento para hacer uva?". Y ella le contesta: "No, que estoy escamada". Al lado, la agencia matrimonial Cosm sortea un viaje a Par¨ªs, pero no para una persona, sino para dos (lo que demuestra su optimismo). "?Quieres que te d¨¦ hora para una cita?", me pregunta una mujer, que se identifica como psic¨®loga de la empresa. Le pregunto si est¨¢ casada y me dice que no, que es viuda. Sigo hasta el puesto donde te ofrecen chupitos de vino (por el tama?o, est¨¢ claro que son chupitos para singles). Y es all¨ª donde un amable representante me explica que si relleno un impreso tendr¨¦ derecho a un sorteo para ir a un concierto de Joaqu¨ªn Sabina. Huyo despavorida, y no paro hasta llegar al expositor de la tienda Love Store, de productos er¨®ticos. Los dependientes le ense?an a una usuaria un alargador de orgasmo femenino, por 23,95 euros. Veo que tambi¨¦n permiten participar en un sorteo a cambio de que se escriba un sue?o en una pizarrita. Observo los sue?os que han apuntado los singles. "Trobar l'estabilitat emocional al costat d'una parella que em valori", ha escrito un single de sexo femenino. "Cepillarme a 200 t¨ªas en una piscina", ha escrito un single de sexo masculino.
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