La FAO alerta de que la nutrici¨®n humana depende de s¨®lo 45 cultivos
El arroz y el trigo son la fuente de calor¨ªas de la mitad de la poblaci¨®n
La vida humana depende de unas 45 plantas. De ellas, una treintena aporta el 90% de las calor¨ªas que ingiere la humanidad. El dato no ser¨ªa preocupante si se conservaran suficientes variedades de cada una. Pero el 75% se ha perdido en el ¨²ltimo siglo, lo que aumenta la vulnerabilidad de los cultivos. S¨®lo con el arroz y el trigo se alimenta al 50% de la poblaci¨®n mundial. Por todo esto la Agencia para la Alimentaci¨®n y la Agricultura de la ONU (FAO) intenta, desde ayer, poner en marcha un sistema que permita proteger y guardar las variedades que quedan porque son un seguro para el futuro.
La alimentaci¨®n de la poblaci¨®n mundial se basa en poco m¨¢s de una treintena de plantas, a las que hay que a?adir unas cuantas que sirven como pienso para el ganado o que tienen mucha importancia local, aunque sean casi desconocidas fuera de sus regiones de origen. Aparte del arroz y el trigo, el az¨²car, el ma¨ªz, los aceites vegetales, el sorgo y el mijo y las patatas representan la base de la alimentaci¨®n de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n del planeta [ver gr¨¢fico]. La extensi¨®n de las plantas fuera de sus lugares de origen no ha sido un enriquecimiento, sino todo lo contrario. Las presiones econ¨®micas y la uniformidad en los gustos han arrinconado variedades que pueden ser clave en el futuro.
La reuni¨®n que comenz¨® ayer en Madrid pretende poner en marcha el ?rgano Rector del Tratado sobre Recursos Fitogen¨¦ticos para la Alimentaci¨®n y la Agricultura. Se trata de establecer un mecanismo que frene la p¨¦rdida de biodiversidad en los cultivos que son vitales para la supervivencia del hombre.
"Asistimos a un evento hist¨®rico y que culmina muchos a?os de intenso trabajo. Ha visto la luz un tratado crucial para la humanidad", asegur¨® el director general de la FAO, Jacques Diouf, quien calific¨® al Tratado como "el primer instrumento internacional importante del siglo XXI y del tercer milenio". Negociado bajo los auspicios de la FAO, el tratado entr¨® en vigor en junio de 2004, culminando un largo proceso iniciado en los a?os setenta. Se trata de un instrumento jur¨ªdicamente vinculante y que cuenta ya con 104 Estados contratantes, incluida Espa?a.
En la reuni¨®n que durar¨¢ hasta el viernes, los representantes deber¨¢n poner las bases del sistema de conservaci¨®n. Se trata de un proyecto que est¨¢ "mucho m¨¢s avanzado" que el de Conservaci¨®n de la Biodiversidad que la ONU intenta poner en marcha, dijo el experto de la ONU, Jos¨¦ Esquinas-Alcaraz. Pero el modelo que se apruebe puede servir para otros procesos m¨¢s amplios, ya que incluye la participaci¨®n de los agricultores y la distribuci¨®n de beneficios entre los pa¨ªses que suministren las variedades gen¨¦ticas. Estas propuestas fueron abordadas en la reciente cumbre de Biodiversidad de Curitiba (Brasil).
"La conservaci¨®n y la utilizaci¨®n sostenible de los recursos gen¨¦ticos para la alimentaci¨®n y la agricultura son condiciones indispensables de la seguridad alimentaria y la eliminaci¨®n de la pobreza", dijo Diouf, quien record¨® que el hambre y la malnutrici¨®n afectan a 854 millones de personas y provocan cada a?o la muerte de 15 millones de personas.
"Erradicar el hambre es un primer paso a la justicia globalizada", afirm¨® la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega. La vicepresidenta record¨® que Espa?a ha sido puente en el tr¨¢nsito de especies. En el siglo VIII los andalus¨ªes llevaron a Espa?a productos de Oriente como la ca?a de az¨²car, el arroz y los c¨ªtricos que pasar¨ªan despu¨¦s a Am¨¦rica. De ah¨ª salieron a partir del siglo XV la patata y el tomate y el ma¨ªz, entre otros.
"El Tratado no es un puerto de llegada sino un punto de salida para la conservaci¨®n, acceso y uso sostenible de los recursos gen¨¦ticos para el desarrollo de la agricultura y la alimentaci¨®n de las generaciones presentes y futuras", dijo la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.
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