Ljungberg derriba el muro
Un cabezazo del sueco a un minuto del final elimina a una Paraguay demasiado defensiva
Un gol de Ljungberg de cabeza en el minuto 88 de partido mand¨® a Paraguay a casa y deja a Suecia en condiciones incluso de quedar primera del grupo, si gana a Inglaterra en el ¨²ltimo encuentro. Hasta Trinidad y Tobago tendr¨ªa posibilidades si gana a Paraguay y Suecia pierde por varios goles con Inglaterra. El resultado de ayer en el estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn fue justo. Suecia tuvo dos ocasiones clar¨ªsimas de gol en la segunda parte. Otras dos veces el buen ¨¢rbitro eslovaco Lubos Michel cort¨® avances suecos con posibilidades de gol por dudosos fuera de juego.
El estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn fue ayer una marea amarilla. Los suecos invadieron Berl¨ªn y se hablaba de casi 100.000 peticiones de entradas desde el vecino pa¨ªs del que se llega a Alemania en un trasbordador. Ante las hordas vikingas los paraguayos, que viven a m¨¢s de 10.000 kil¨®metros de Alemania, estaban en franca minor¨ªa.
RESULTADO
SUECIA 1 - PARAGUAY 0
Al inicio del partido Suecia lleg¨® con claridad a las proximidades del ¨¢rea paraguaya. Los defensas paraguayos sacaron a relucir la segadora en busca de los tobillos suecos. El ¨¢rbitro dej¨® claro muy pronto que no iba a pasar ni una y a los tres minutos ya hab¨ªa sacado una amarilla al defensa paraguayo Ca?iza por una fuerte entrada al centrocampista sueco Ljungberg. En tres minutos los paraguayos aplicaron la estrategia de la furia guaran¨ª y ya hab¨ªan realizado tres entradas terror¨ªficas. Suecia respondi¨® con un f¨²tbol r¨²stico de patad¨®n hacia adelante a ver qu¨¦ pasa. Cuando los suecos entraban por los extremos,Wilhelmsson por la derecha y Ljungberg por la izquierda, daban m¨¢s sensaci¨®n de ser capaces de practicar un f¨²tbol moderno. Enfrente Paraguay respond¨ªa con un equipo bien armado y muy bien ubicado sobre la pradera. Dos l¨ªneas defensivas, los cuatro centrocampistas al mando del Toro Acu?a y los cuatro defensas en l¨ªnea. Son gente avezada en defensa con experiencia en Ligas muy competitivas. Delante Santa Cruz y Valdez en espera de que llegara algo. Lo que no ocurri¨®. El mayor peligro de Paraguay surg¨ªa de las subidas por la banda del defensa de Estudiantes de La Plata N¨²?ez al que ning¨²n sueco parec¨ªa encargado de frenar.
Eran dos estrategias similares. Suecia jugaba a base de lanzar el bal¨®n hacia adelante con la esperanza de que lo pescaran alguno de sus delanteros Larsson e Ibrahimovic, que demostraron que no se encuentran en su mejor momento. Larsson estuvo muy controlado por los defensas paraguayos y jug¨® muy por debajo de su nivel en el Bar?a. Ibrahimovic continu¨® en su l¨ªnea nefasta ya puesta de manifiesto la pasada temporada en el Juventus y en el descanso no sali¨®. Lo sustituy¨® Alb?ck que intervino en las dos ocasiones claras de gol de Suecia. La ineficacia y nulidad de Ibrahimovic qued¨® de manifiesto cuando en la segunda parte se qued¨® en la caseta y Alb?ck lo sustituy¨®. Con el cambio Suecia gan¨®, libre ya de la Ibrahimovic-dependencia y Larsson jug¨® m¨¢s a gusto.
Paraguay por su parte intentaba tambi¨¦n llegar a sus puntas, Santa Cruz y Valdez, pero con poco ¨¦xito. Apenas produjeron situaciones de peligro. Durante todo el partido los suecos estuvieron m¨¢s cerca del gol, pero Suecia parec¨ªa condenada a repetir la experiencia negativa de su partido inaugural contra Trinidad y Tobago. Alb?ck fall¨® un gol hecho cuando salv¨® al portero paraguayo Bobadilla y a puerta vac¨ªa dej¨® que el defensa Ca?iza salvara lo imposible.
En ocasiones el partido fue un ir y venir por la pradera y la hinchada sueca se empe?o en poner de manifiesto que eran m¨¢s expertos en el consumo de cerveza que en el disfrute del f¨²tbol. Expresi¨®n palpable de este hecho a los 20 minutos de partido cuando la hinchada amarilla se puso a practicar ese siniestro invento que el Mundial de M¨¦xico aport¨® al f¨²tbol en 1986: hacer la ola.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.