Di¨¢logo por la paz, s¨ª

Despu¨¦s de 40 a?os de dictadura, hubo quienes, en un acto de generosidad, supieron perdonar el da?o y el sufrimiento causado por pertenecer a un bando: el de los vencidos. Despu¨¦s de 40 a?os de represi¨®n, hubo quienes supieron dialogar con los que apoyaron el r¨¦gimen y fueron c¨®mplices de unos actos que a¨²n hoy arrancan l¨¢grimas a quienes los han vivido. ?Habr¨ªamos conseguido una democracia si una parte del pueblo hubiese exigido justicia para sus muertos, los exiliados y los perseguidos durante 40 a?os de dictadura? Muchos cr¨ªmenes quedaron impunes, pero esto no fue obst¨¢culo para conseguir que nadie m¨¢s fuese perseguido o asesinado por su ideolog¨ªa. Gracias al di¨¢logo logramos la democracia. Despu¨¦s de 40 a?os de terrorismo, hay quienes, en un intento por acabar con esta barbarie, est¨¢n dispuestos a sentarse con quienes no vacilaron en apoyar a unos asesinos que defendieron sus reivindicaciones con las armas y no con la palabra. Despu¨¦s de 40 a?os de bombas y tiros en la nuca, hay quienes no quieren aprovechar la oportunidad de dialogar con quien estar¨ªa dispuesto a sustituir las armas por la palabra. Despu¨¦s de 40 a?os de asesinatos, los cr¨ªmenes no han quedado, no quedan ni quedar¨¢n impunes, y aun as¨ª se ponen obst¨¢culos para conseguir que nadie m¨¢s sea asesinado por el simple hecho de no compartir una ideolog¨ªa. Sin el di¨¢logo no lograremos nunca la paz. ?Estamos dispuestos a esperar otros 40 a?os.