Los supuestos asesinos de Miguel ?ngel Blanco cambian su actitud retadora por el silencio

ETA cambi¨® de estrategia. Los ex dirigentes de la banda Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, e Irantzu Gallastegi Sodupe, Amaia, abandonaron ayer la actitud desafiante y despreciativa que mantuvieron en el juicio por el asesinato del concejal del PP Jos¨¦ Luis Caso, celebrado la semana pasada. En la vista iniciada ayer en la Audiencia Nacional por su participaci¨®n en el secuestro y posterior asesinato del concejal del PP de Ermua (Vizcaya) Miguel ?ngel Blanco, ambos permanecieron en silencio o hablando entre ellos. Otros tres etarras que comparecieron como testigos tambi¨¦n se negaron a declarar.

S¨®lo ha transcurrido una semana entre los dos juicios y la actitud de los acusados ha sido radicalmente distinta. Tambi¨¦n lo ha sido la de los etarras Kepa Etxeberria, Gregorio Escudero y Sebasti¨¢n Lasa, que a pesar de ser citados como testigos tambi¨¦n se negaron a declarar. El fiscal pidi¨® que se dedujera testimonio contra ellos por delito de desobediencia al tribunal, ya que como testigos est¨¢n obligados a declarar.

Una fuente policial sugiri¨® que puede que la banda terrorista haya comprendido que la sociedad espa?ola no estar¨ªa muy dispuesta a que se negociase la salida de prisi¨®n de unos terroristas que lejos de dar muestras de arrepentimiento se muestran as¨ª de chulos y haya dado las instrucciones de no provocar al tribunal ni a las v¨ªctimas. Es posible tambi¨¦n que no haya habido indicaciones, pero el cambio de actitud es evidente.

Txapote, de 40 a?os, y su compa?era sentimental, Irantzu Gallastegi, de 33, est¨¢n acusados de secuestrar el 10 de julio de 1997 al concejal del PP en el Ayuntamiento de Ermua, Miguel ?ngel Blanco, y de asesinarlo a sangre fr¨ªa dos d¨ªas despu¨¦s de dos disparos en la cabeza cuando estaba atado y amordazado. El fiscal pide 50 a?os de prisi¨®n para cada uno de ellos por delitos de secuestro y asesinato terrorista.

Los acusados se sentaron juntos y nada m¨¢s iniciarse la vista Txapote dijo en euskera: "No voy a decir nada y no voy a responder". Tras la lectura de las preguntas que el fiscal y la acusaci¨®n le iban a formular, le toc¨® el turno a Gallastegi que repiti¨® exactamente la misma frase. A partir de ese momento, los dos acusados estuvieron hablando entre ellos en voz baja el resto del juicio, como si lo que se dilucidaba en la vista no fuera con ellos ni se jugaran 50 a?os de c¨¢rcel.

Testimonio emotivo

El testimonio m¨¢s emotivo correspondi¨® a la madre del concejal asesinado, Consuelo Garrido. Relat¨® c¨®mo el d¨ªa del secuestro todo el mundo llamaba a su casa pero nadie le contaba qu¨¦ le hab¨ªa pasado a su hijo y tuvo que llamar a todos los hospitales. "Todo eran preguntas y nadie me dec¨ªa nada de d¨®nde estaba, hasta el final de la tarde, cuando me dijeron que estaba secuestrado", precis¨®. Tras explicar que su hijo no hab¨ªa sido objeto de amenazas, reconoci¨® que ella y su marido est¨¢n recibiendo asistencia psicol¨®gica y que su hija la va a recibir en breve.

El testimonio m¨¢s significativo, en cambio, fue el de Ibon Mu?oa, que era concejal de Herri Batasuna en Eibar (Guip¨²zcoa) y que en 2003 ya fue condenado a 33 a?os de prisi¨®n como c¨®mplice del secuestro y asesinato de Blanco. Al entrar en la sala fue efusivamente saludado por Txapote y Gallastegi y ¨¦l tambi¨¦n respondi¨® de igual forma.

Mu?oa hab¨ªa reconocido en sus declaraciones policiales, judiciales y durante el juicio en el que ¨¦l era el acusado que Txapote, Gallastegi y el fallecido Jos¨¦ Luis Geresta, Oker, formaban el comando Donosti de ETA, que hab¨ªa secuestrado y asesinado a Blanco. Pero Mu?oa hab¨ªa alegado que fue torturado y que hizo sus declaraciones influido por el miedo. Sin embargo, el fiscal hizo ver que tanto miedo no deb¨ªa de tener cuando denunci¨® las supuestas torturas ante el juez. A?adi¨® que esa denuncia fue archivada, porque durante el tiempo en que estuvo detenido fue examinado en varias ocasiones por el m¨¦dico forense sin que ¨¦ste apreciase las torturas denunciadas y porque estuvo en todo momento asistido por un abogado.

El fiscal Miguel ?ngel Carballo mantuvo con Mu?oa el siguiente interrogatorio:

Fiscal. Usted ha sido de ETA y ha sido condenado por ello.

Mu?oa. Sobre eso, no s¨¦ nada.

F. ?Acogi¨® a miembros del comando Donosti?

M. De eso no me acuerdo.

F. ?Les conoci¨® como Jon y Amaia?

M. No me acuerdo

F. Les dej¨® usted las llaves de un apartamento de sus padres en Zarauz donde iban a tener secuestrado al concejal.

M. No me acuerdo.

F. Dijo que les vio c¨®mo manipulaban una pistola Beretta.

M. De eso no s¨¦ nada

F. Le hab¨ªan encargado la vigilancia de concejales del PP.

M. De eso no s¨¦ nada.

F. La empresa en la que trabajaba Miguel ?ngel Blanco estaba a 200 metros de su negocio familiar.

M. La ¨²nica verdad es que esa empresa est¨¢ a 200 metros de mi negocio, pero nunca conoc¨ª a Miguel ?ngel Blanco.

Tras varias preguntas m¨¢s en las que neg¨® haber colaborado con el comando, el di¨¢logo sigui¨® as¨ª:

Fiscal. En 1997, Jon y Amaia volvieron y le reconocieron que hab¨ªan secuestrado y matado a Blanco.

Mu?oa. Eso no fue as¨ª.

F. ?Y c¨®mo fue?

M. No lo recuerdo, pero no fue as¨ª.

Ante la falta de memoria, el fiscal pidi¨® que se leyeran sus declaraciones en las que implicaba a Txapote y Gallastegi, les reconoce en foto y admite que les facilit¨® las llaves del apartamento en el que tuvieron secuestrado a Blanco antes de asesinarle.