El nuevo poder auton¨®mico

Si el no hubiese triunfado en el refer¨¦ndum del Estatuto catal¨¢n el domingo, el andaluz, gallego, balear y aragon¨¦s lo tendr¨ªan hoy probablemente mucho m¨¢s dif¨ªcil. El catal¨¢n ha abierto un camino por ser el primero en aprobarse y el resto de comunidades han querido seguir esa misma v¨ªa, como puede comprobarse en una detenida lectura, art¨ªculo por art¨ªculo, de otras propuestas de reforma auton¨®micas, inspiradas en gran medida en el texto catal¨¢n.

As¨ª, si Catalu?a decidi¨® ser una "naci¨®n", Andaluc¨ªa, Islas Baleares y Arag¨®n, piden ser una "nacionalidad hist¨®rica" y los dos partidos que integran el Gobierno de la Xunta de Galicia han pactado ya que el futuro estatuto recoja el "car¨¢cter nacional de Galicia". Con escasos matices, todas las comunidades pretenden resolver la cuesti¨®n identitaria de forma similar, al menos, sem¨¢nticamente. La justificaci¨®n previa a la denominaci¨®n de Catalu?a como "naci¨®n" o de Baleares, Andaluc¨ªa y Arag¨®n como "realidad hist¨®rica", tambi¨¦n obedece a una argumentaci¨®n similar: para recoger "el sentimiento y la voluntad de la ciudadan¨ªa de Catalu?a", la "expresi¨®n de la voluntad colectiva", (Baleares).

Tambi¨¦n en lo que respecta al idioma los planteamientos son semejantes. Si el estatuto catal¨¢n equipara por primera vez el castellano y el catal¨¢n en Catalu?a, de forma que el "conocimiento" de ambas se considera obligatorio, ahora los gobernantes gallegos piden que hablar su lengua se considere "un derecho y deber" en Galicia.

Otro de los aspectos m¨¢s pol¨¦micos del texto catal¨¢n en el que insisten, tambi¨¦n con matices, pero id¨¦ntica ambici¨®n, el gallego, andaluz y balear, es el relativo a las inversiones del Estado. Si Catalu?a pidi¨® que el Estado se comprometiese a invertir unos 800 millones de euros adicionales al a?o en Catalu?a -el peso del PIB catal¨¢n en el conjunto de Espa?a, un 18,5%- para infraestructuras, durante un periodo de siete a?os, Andaluc¨ªa, Baleares y Galicia han hecho, o piensan hacer, lo propio.

"El gasto de inversi¨®n del Estado con destino a Andaluc¨ªa deber¨¢ garantizar de forma efectiva el equilibrio econ¨®mico territorial (...) la garant¨ªa de dicho equilibrio supone que la inversi¨®n destinada de Andaluc¨ªa sea al menos equivalente al peso de la poblaci¨®n andaluza sobre el conjunto del Estado", dice la proposici¨®n de reforma de los andaluces. "Los d¨¦ficits acumulados por la falta de inversiones p¨²blicas en Illes Balears por la insuficiente dotaci¨®n econ¨®mica en materia de educaci¨®n, sanidad y servicios sociales y por el constante incremento de la poblaci¨®n ser¨¢n compensados por el Estado con una inversi¨®n de tres mil millones de euros a lo largo de diez a?os", se lee en la propuesta de estatuto balear.

Y Galicia, que de momento, ya ha pactado que habr¨¢ un acuerdo financiero con el Estado para que comprometa para Galicia el 8% de la inversi¨®n estatal durante otra d¨¦cada. Ese compromiso que todas las comunidades solicitan al Estado equivale, en suma, a pedir al Gobierno que les garantice las inversiones que van a tener durante los pr¨®ximos diez a?os.

Ahora que los catalanes han dicho s¨ª a su estatut, la pregunta es si es generalizable a otros estatutos de autonom¨ªa con id¨¦nticas o muy similares condiciones. Todos los puntos que alargaron la pol¨¦mica durante meses -definici¨®n de naci¨®n, financiaci¨®n- se repiten ahora en Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Baleares y Galicia. Su turno.