Sadam Husein y la historia de Irak
Va a concluir el primero de la docena de juicios planteados contra el ex presidente iraqu¨ª, Sadam Husein, y ¨¦ste se enfrenta ya a la primera petici¨®n de pena capital. La causa comenz¨® a verse a mediados de octubre pasado y el 10 de julio la defensa deber¨¢ presentar su alegato final; y si el tribunal de cinco magistrados le halla culpable, el dictador podr¨ªa ser ajusticiado en los 30 d¨ªas siguientes, aunque hay que tener en cuenta la apelaci¨®n y la celebraci¨®n de algunos de los otros casos por los que se le encausa.Todo ello apunta a una posible larga temporada de Sadam Hussein sent¨¢ndose y levant¨¢ndose del banquillo.
La defensa puramente casu¨ªstica del dictador no tiene por donde cogerla: este primer juicio trataba del asesinato de cientos de acusados de un intento de magnicidio contra su persona, ocurrido en el feudo chi¨ª de Dujail, el 8 de julio de 1982; y las causas pendientes hacen referencia al gaseamiento de miles de kurdos, las continuas purgas sangrientas de presuntos conspiradores pol¨ªticos, la guerra contra Ir¨¢n (1980-88), y la agresi¨®n a Kuwait en 1990, entre otros.
Estados Unidos y su fiel ayuda de c¨¢mara brit¨¢nico ten¨ªan prisa por juzgar a Sadam Husein para apuntalar medi¨¢ticamente una guerra sin respaldo del Consejo de Seguridad, adem¨¢s de recibida con hostilidad por las opiniones p¨²blicas de toda Europa occidental. Y un culpable m¨¢s culpable que el dictador de Bagdad era imposible de hallar. Washington intervino, as¨ª, en la creaci¨®n del tribunal especial que lo juzga; sus servicios de investigaci¨®n recabaron pruebas de cargo; eligi¨® a los miembros del tribunal; y sufraga toda la operaci¨®n con una partida de m¨¢s de 100 millones de euros. A falta de armas de destrucci¨®n masiva, era necesario que el propio Sadam fuera metaf¨®rica y sustitutoriamente como una de ellas. El paralelismo con el juicio de Nuremberg contra los criminales nazis, que tambi¨¦n se efectu¨® mientras el pa¨ªs, Alemania, estaba ocupado por los vencedores, era otra de las im¨¢genes que Estados Unidos quer¨ªa proyectar en el mundo.
Hoy, cuando el n¨²mero de soldados norteamericanos muertos en la guerra de Irak sobrepasa los 2.500; cerca de 400.000 millones de euros de coste; y escasas probabilidades de poner fin a la tragedia, hay que preguntarse si no habr¨ªa valido la pena esperar a que la presencia norteamericana fuera menos conspicua y un gobierno plenamente democr¨¢tico iraqu¨ª juzgase a aquel por quien la mayor parte del pa¨ªs no puede sentir piedad alguna. El calendario de la justicia de Bagdad fue tan inadecuado que hasta la prisa por hallar culpable a Sadam ten¨ªa que influir negativamente en esa minor¨ªa sun¨ª, como su l¨ªder, que, se asegura, alimenta gran parte de la resistencia contra el ocupante.
Al igual que inestimables testimonios del pasado de Irak se volatilizaron con el saqueo del museo arqueol¨®gico nacional a la toma de Bagdad en 2003, mientras los soldados norteamericanos s¨®lo custodiaban el ministerio del petr¨®leo, una parte de la historia reciente del pa¨ªs desaparecer¨ªa con el sanguinario ex jefe del Estado, si s¨®lo se le juzgara una vez. Por eso es importante que pueda permanecer el tiempo que haga falta entre los acusados.
A qui¨¦nes y cu¨¢ntos mat¨®, cu¨¢les eran las motivaciones psicosom¨¢ticas de tan perverso criminal, qu¨¦ esperaba de la anexi¨®n de Kuwait, pero tambi¨¦n la familiaridad que la V Rep¨²blica Francesa tuvo con el r¨¦gimen de Sadam Husein, a quien prove¨ªa de componentes para su industria nuclear y de guerra, o la urgente aproximaci¨®n de Washington para nombrarle, aunque en secreto, centinela de Occidente contra Ir¨¢n, son todas cuestiones que deber¨ªan airearse en p¨²blico. ?No ser¨¢, acaso, el inter¨¦s franc¨¦s de que no se hable de ese pr¨®ximo pasado, raz¨®n para que el presidente Chirac haya depuesto toda actitud cr¨ªtica hacia Estados Unidos en el conflicto con Ir¨¢n?
Por eso, este juicio ha de ser el primero de muchos; para que se haga justicia, s¨ª, pero tambi¨¦n para que el acusado pueda acusar a todos los que sea menester.
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