Buen vino

Suele suceder en las reformas agr¨ªcolas comunitarias que el mero enunciado de las mismas origina una tormenta de protestas en los pa¨ªses productores. La Comisi¨®n Europea acaba de elaborar su propuesta para reformar el mercado del vino, una producci¨®n en la que los agricultores espa?oles tienen mucho que decir al lado de los franceses, italianos y griegos, y ya se aprecian signos de inquietud o amagos de alboroto.

Resulta que la CE pretende actuar sobre el mercado vin¨ªcola favoreciendo la comercializaci¨®n de vinos intermedios de mesa, m¨¢s baratos que las sofisticadas calidades que acostumbran las denominaciones de origen en Espa?a, Francia o Italia, de forma que las nuevas calidades puedan competir con las importaciones de vino barato procedente de Sur¨¢frica, Nueva Zelanda, Argentina o Chile, que est¨¢n desplazando las botellas propias de los mercados europeos. Para reducir los excedentes, la CE dispone subvenciones por el arranque de cepas -unos 6.000 euros por hect¨¢rea- y articula distintas ayudas para mejorar la explotaci¨®n de los vi?edos, con el fin de que sean m¨¢s competitivos en calidad y variedades. Es un modelo de reconversi¨®n agr¨ªcola t¨ªpico, fiel a todas y cada una de las pautas que sigue la comisi¨®n, sea en vino, en aceite o en cereales.

Cabe suponer que la propuesta de la Comisi¨®n ser¨¢ manoseada y convenientemente pactada con el fin de adecuarla a los plazos que sean m¨¢s favorables para los agricultores de cada pa¨ªs y no se produzcan p¨¦rdidas desproporcionadas de empleo y producci¨®n. Se trata de convivir dignamente con algunas contradicciones llamativas como, por ejemplo, que al tiempo que se pretende recortar la producci¨®n, la libertad de importaci¨®n de mostos concentrados extracomunitarios que impone la Organizaci¨®n Mundial de Comercio puede inundar de vino barato los mercados europeos. Pero, en resumen, las disposiciones que pone Bruselas sobre la mesa son las adecuadas para resolver la agobiante presi¨®n de las importaciones extracomunitarias. Si no se aplican medidas realistas para corregir el exceso de oferta, la petici¨®n de los productores ser¨¢ subvencionar miles de hect¨¢reas de vi?edos sin viabilidad real en los mercados.

No es razonable que el 40% del presupuesto de la OCM del vino se entierre en ayudas para transformaci¨®n de caldo en alcohol, ayudas que ahora ya no se conceder¨¢n. Por estas razones, la respuesta de los agricultores, cooperativistas y grandes bodegas deber¨ªa inclinarse por una negociaci¨®n razonable de plazos y condiciones de detalle para acomodar la propuesta global a las condiciones de cada regi¨®n. No hay razones econ¨®micas para oponerse a la negociaci¨®n de la propuesta; s¨ª las hay para aceptar la reforma como una v¨ªa de conseguir vi?as mejores y vino, precios y calidades competitivas.