"Veo un mal futuro para el espa?ol"
Elegido el pasado jueves para ocupar el sill¨®n R de la Real Academia Espa?ola, Javier Mar¨ªas (Madrid, 1951) tiene ya ideas muy claras sobre lo que puede ser su trabajo en esa instituci¨®n, que ¨¦l respeta profundamente. Est¨¢ contento por el resultado de la votaci¨®n -m¨¢s de dos tercios de los acad¨¦micos en posesi¨®n de plaza- y porque en su casa madrile?a tiene los ejemplares de la edici¨®n de Tu rostro ma?ana, que ahora se publica en el mercado anglosaj¨®n. Entre partido y partido del Mundial de f¨²tbol, el nuevo acad¨¦mico habla de la aventura de las palabras, de su pasi¨®n por las excursiones etimol¨®gicas, de lo mal que se habla en Espa?a porque la lengua est¨¢ cada vez menos asida y no se maneja como algo propio, y de lo injusto que es que Ucrania pueda jugar en cuartos de final, cuando fue vencida por Espa?a.
Pregunta. Se ha dicho que sus novelas tratan de la aventura de las palabras.
Respuesta. Un cr¨ªtico franc¨¦s dijo que mis novelas relataban aventuras del pensamiento. Soy un tipo de escritor que se preocupa por el estilo y el ritmo de la prosa, pero procuro no olvidar que la novela es una representaci¨®n con di¨¢logos, vicisitudes. Me asusta eso de aventura de las palabras porque la gente puede pensar "pues vaya rollo". El protagonismo de la palabra se ha acentuado un poco m¨¢s en Tu rostro ma?ana porque tiene la particularidad de que la mayor parte de la acci¨®n transcurre en Inglaterra. El narrador es espa?ol, pero hay personajes que no lo son. Ocurre que tienen conversaciones en espa?ol, pero hay observaciones sobre tal o cual palabra. Por ejemplo, el narrador dice que ech¨® de menos una expresi¨®n en su lengua que es "sota, caballo y rey", porque no conoce el equivalente en ingl¨¦s. Eso siempre me ha gustado. En alg¨²n otro libro he hecho alguna excursi¨®n de tipo etimol¨®gico.
P. La etimolog¨ªa le gusta mucho.
R. Es un mundo fascinante.Me gusta pararme a pensar de d¨®nde viene una palabra. Conrad, que era polaco y aprendi¨® ingl¨¦s a los 21 a?os, ten¨ªa un dominio de esa lengua, que para ¨¦l era aprendida, muy novedosa porque lo hac¨ªa de forma oblicua, en el sentido de que recog¨ªa todos los diferentes ecos que tiene una palabra. En mis novelas hay una gran atenci¨®n a las palabras de una u otra lengua. Cuando se habla m¨¢s de una, se siente la carencia y la nostalgia de las otras.
P. ?Qu¨¦ lenguas domina?
R. El ingl¨¦s, que es de la ¨²nica lengua que me he atrevido a traducir. Manejo bien el italiano y tambi¨¦n el franc¨¦s.
P. ?Qu¨¦ destino le espera al espa?ol?
R. Veo un mal futuro. Me refiero siempre al espa?ol que se habla en Espa?a, no al que se habla en Am¨¦rica, porque no lo conozco mucho. Lo m¨¢s grave ha ocurrido en los ¨²ltimos 20 a?os, y poco puede hacer la Academia; es que se ha perdido lo que yo llamar¨ªa la instalaci¨®n en la lengua.Tengo la sensaci¨®n de que las palabras y la lengua no son algo que las personas tienen asido. Son algo que est¨¢ flotando como un magma en torno a los hablantes. No hay una posesi¨®n verdadera. Antes se hablaba mejor o peor, con un l¨¦xico m¨¢s o menos rico, pero la gente se expresaba con una cierta elocuencia siendo rico o pobre, instruido o analfabeto. Hoy mismo, en una entrevista para la radio, hablando del Real Madrid, equipo que me gusta y que est¨¢ fatal, el periodista me ha dicho "no quiero resta?arte en la herida", cuando lo que quer¨ªa decir era que "no quer¨ªa ahondar en mi herida". Esto es frecuent¨ªsimo. Se est¨¢n perdiendo los verbos espec¨ªficos. Otro ejemplo: hay quien dice hazme un beso en lugar de dame un beso. O hizo un crimen horrible, en lugar de cometi¨® un crimen horrible. Se recurre al verbo hacer para casi todo. Se ha perdido el uso de palabras tan c¨®modas y f¨¢ciles de usar como "cuyo". ?Qu¨¦ pasa con esta sopa boba en la que la gente parece flotar?
P. ?Tiene todo esto que ver con la pol¨ªtica de ense?anza biling¨¹e que desde hace tiempo se imparte en algunas comunidades aut¨®nomas?
R. No lo s¨¦. Puede que s¨ª, aunque est¨¢ demostrado que el biling¨¹ismo no tiene que ser empobrecedor. Y el problema no ocurre s¨®lo en Catalu?a o en el Pa¨ªs Vasco. En Madrid la gente habla como perros y los primeros son los pol¨ªticos. Lo que dicen los pol¨ªticos sale en los medios de comunicaci¨®n todos los d¨ªas, lo merezcan o no. Y aunque un pol¨ªtico no sea una autoridad ling¨¹¨ªstica, s¨ª tiene autoridad. La gente cree que si habla con la pomposidad o frases vacuas de los pol¨ªticos va a ser m¨¢s importante. Eso es una plaga. Y quiero a?adir que, en estos ¨²ltimos tiempos, los pol¨ªticos se est¨¢n metiendo en cuestiones que no les competen. ?Qui¨¦nes son para decidir que se diga A Coru?a y no La Coru?a? ?o Lleida y no L¨¦rida? La Academia sugiere, orienta y aconseja, pero no ordena. ?Qui¨¦n es un concejal o un libro de estilo para dar ¨®rdenes?
P. ?Conoce alguna palabra que le haga ilusi¨®n ver en el diccionario?
R. Chafardear. Se utiliza en el sentido de enredar, revolver, cotillear...
P. ?Y palabras que no quisiera ver en el diccionario?
R. No querr¨ªa ni ver ni o¨ªr en ninguna parte todas esas palabras o frases que son producto de lo pol¨ªticamente correcto (ciudadanos-ciudadanas). Hay que llamar a cada cosa por su nombre. Es como si yo, que soy zurdo, protestara porque en el diccionario la palabra zurdo figura junto a siniestro. Hay que dejar que la gente hable como quiera, seg¨²n le dicte su sentido com¨²n. La lengua es una de las pocas cosas libre y gratis que tiene todo el mundo. La lengua te permite jugar con ella, hacer juegos de palabras. La creaci¨®n de vocablos que no existen en el diccionario es permanente. Hace un par de semanas utilic¨¦ "alarmadizo" en un art¨ªculo. Es una palabra que se explica por s¨ª sola (si alguien puede ser asustadizo, tambi¨¦n alarmadizo) y a m¨ª me suena bien. Y siguiendo con las expresiones absurdas hay una que estos d¨ªas se oye mucho en el Mundial y que es "la pelota al piso", en lugar de al suelo. Es una expresi¨®n que no se de d¨®nde viene, pero que me pone de los nervios. Me repugna bastante leer palabras como "multidisciplinaridad", que el otro d¨ªa le¨ª en un texto de un catedr¨¢tico publicado en El PA?S. Es una plaga de pomposidad insoportable.
P. Hay manuales de c¨®mo triunfar en la vida laboral en los que se recomienda el uso de ese tipo de lenguaje.
R. No es porque ahora sea acad¨¦mico, pero tengo previsto escribir sobre ello. Ya hice uno que titul¨¦ algo as¨ª como Gu¨ªa para detectar farsantes. Analizaba algunos usos y modos que estaban en boga. Escrib¨ª, que el que usaba esos t¨¦rminos, era alguien al que no hab¨ªa que tratar, que era alguien no fiable. Uno de los elementos principales que tenemos para detectar c¨®mo es la persona que tenemos delante es el lenguaje que utiliza. Por como habla sabemos si es un hip¨®crita, un fascista, un estalinista.
P. Y en el mundo del f¨²tbol que tanto le gusta, ?qu¨¦ tal se habla?
R. Mal. No es que su misi¨®n sea ense?ar, pero a veces utilizan palabras absurdas u horrendas, depende del momento. Pero no creo que los deportivos sean peores que los dem¨¢s.Tengo la sensaci¨®n de que la lengua no es algo que las personas tienen asido. Es algo que flota como un magma en torno a los hablantes" "En Madrid la gente habla como perros y los primeros son los pol¨ªticos. Lo que dicen sale en los medios de comunicaci¨®n todos los d¨ªas"
Babelia
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