La tarifa del 35%
Roca se reservaba un tercio del dinero negro dado por los empresarios y les garantizaba impunidad en sus construcciones
El urbanismo en Marbella gener¨® una riqueza de casi 12.000 millones de euros (dos billones de pesetas) en los ¨²ltimos 15 a?os, seg¨²n c¨¢lculos de t¨¦cnicos que han elaborado el plan de ordenaci¨®n territorial de la Costa del Sol. Alrededor de ese negocio se instal¨® un sistema corrupto que desvi¨® parte de ese dinero en beneficios il¨ªcitos y que explica la fabulosa fortuna de un hombre como Juan Antonio Roca -ex gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella-, la cabeza visible de la trama que investiga el juez Miguel ?ngel Torres y que ha dado lugar a una segunda fase de la Operaci¨®n Malaya con la detenci¨®n de empresarios y ex concejales. Seg¨²n los investigadores, que no han podido cuantificar todav¨ªa el dinero negro que ha movido esa trama, Roca se reservaba para ¨¦l alrededor del 35% de los pagos efectuados en negro por los empresarios, quienes obten¨ªan garant¨ªas de que las obras no ser¨ªan interrumpidas por el Ayuntamiento aun cuando pesaran sobre ellas denuncias de ilegalidad y ¨®rdenes de paralizaci¨®n. Los empresarios pagaban en tres plazos. En ocasiones, cantidades cercanas al mill¨®n de euros. Y luego, Roca repart¨ªa el dinero entre los concejales. Los investigadores calculan que 600.000 euros es la cantidad m¨ªnima que presuntamente habr¨¢ percibido un concejal en los ¨²ltimos tres a?os.
Los investigadores calculan que la cantidad m¨ªnima que recib¨ªa un edil era 600.000 euros
El origen de la segunda fase de la Operaci¨®n Malaya data de hace un mes y medio cuando la polic¨ªa accedi¨® al disco duro de un ordenador, donde estaban registrados los datos y las fechas de la recepci¨®n y reparto del dinero negro que abonaban los empresarios.
Es curioso que un hombre que atesoraba una gran fortuna personal fuera capaz de contabilizar hasta el m¨¢s m¨ªnimo gasto por rid¨ªculo que pareciera. Sobre todo cuando de su contabilidad no ten¨ªa que dar cuentas a nadie. Por ejemplo, cuando ordenaba que anotaran un gasto de 180 euros para el pago de un billete de avi¨®n a Madrid para su hija. 180 euros es calderilla al lado de una entrega de 200.000 euros a la entonces alcaldesa Marisol Yag¨¹e, anotaci¨®n acompa?ada del indicativo "sobre", que significaba su pago en efectivo. Roca cobraba y repart¨ªa. Roca daba las ¨®rdenes y tomaba las decisiones. Roca ten¨ªa toda la informaci¨®n y todo el poder. Todo el mundo sab¨ªa que para hacer negocios en Marbella era necesario pasar por Roca. Era el alcalde en la sombra y as¨ª lo reconoce el juez en sus autos.
El origen del negocio fraudulento era el urbanismo. Roca gestionaba en exclusiva desde a?os atr¨¢s todo cuanto tuviera relaci¨®n con la firma de convenios y el otorgamiento de licencias. Cerca de 900 convenios y m¨¢s de 10.000 licencias que propiciaron un negocio fabuloso. En la pr¨¢ctica, el convenio reflejaba un acuerdo entre el promotor y el Ayuntamiento en un contrato por el que establec¨ªan, generalmente, unos pagos econ¨®micos o en especie (se establec¨ªa una recalificaci¨®n a cambio de inmuebles como pago o de una permuta de terrenos). Un repaso a la mayor¨ªa de estos convenios da cuenta de que las cantidades asignadas estaban por debajo de los precios de mercado o no reflejaban la realidad del negocio que generaban. Ese era el contrato A, el aparentemente legal. El que se llevaba a pleno y se aprobaba. Curiosamente, nunca figuraba la firma de Jes¨²s Gil, sino la de otros miembros de la corporaci¨®n, caso de Pedro Rom¨¢n, primer teniente de alcalde con Gil, Juli¨¢n Mu?oz o Marisol Yag¨¹e, entre otros.
Por debajo, seg¨²n ha podido ir constatando la investigaci¨®n, figuraba otro tipo de acuerdo que generaba cantidades mucho m¨¢s elevadas. Era el dinero negro, que recib¨ªa Roca de los empresarios y luego repart¨ªa. Seg¨²n ha podido establecer la investigaci¨®n, Roca se quedaba con el 35% de esas cantidades. El resto lo repart¨ªa entre mucha gente y de una forma muy discrecional, de tal forma que es muy dif¨ªcil establecer unas tarifas. En esa capacidad para otorgar cuantiosas gratificaciones resid¨ªa el n¨²cleo del poder de Roca en el Ayuntamiento marbell¨ª.
Y ese poder le permit¨ªa a Roca negociar con los empresarios y garantizar el buen fin de los acuerdos. Es decir, que el Consistorio har¨ªa todo cuanto estuviera en su mano para que una obra determinada no sufriera ning¨²n tipo de entorpecimiento, aunque fuera impugnada por la Junta de Andaluc¨ªa o sufriera una orden de paralizaci¨®n judicial. La desobediencia del Ayuntamiento a la legalidad era parte del compromiso. Por eso, los empresarios pagaban el dinero negro en tres plazos. Uno, tras la firma del convenio. Dos, a la obtenci¨®n de la licencia. Y tres, a la finalizaci¨®n de la obra. Alg¨²n empresario lleg¨® a abonar un mill¨®n de euros en diferentes entregas de un convenio.
Por ejemplo, en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de Marbella, consta una denuncia sobre 78 obras ilegales comenzadas entre abril de 2003 y febrero de 2005 que no han sido interrumpidas a pesar de que sobre ellas pesen ¨®rdenes de paralizaci¨®n del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. La mayor¨ªa de estas obras se han terminado y la Polic¨ªa Local de Marbella hizo caso omiso de los precintos. Estas obras han supuesto la construcci¨®n de 7.343 viviendas, un hotel, tres centros comerciales y un edificio de oficinas. Hay m¨¢s de 100 ¨®rdenes de paralizaci¨®n y 993 acuerdos de gobierno impugnados por la Junta. Las obras han seguido su curso. Y los pagos en dinero negro tambi¨¦n.
La investigaci¨®n policial ha centrado su tarea en el seguimiento del dinero negro a partir de las anotaciones que figuraban en uno de los ordenadores de la empresa Mara Asesores. All¨ª est¨¢n registradas entradas y salidas de dinero en fechas determinadas. La labor del investigador ha radicado en asociar esas entregas a las fechas pr¨®ximas a la firma de un convenio para seguir tirando del hilo. Establecido el convenio y el empresario que lo firmaba, se trataba de averiguar el destino del reparto. Un reparto generoso, principalmente destinado a los concejales, que aceptaban sin condiciones las ¨®rdenes de aprobaci¨®n de convenios que emanaban de Roca.
Cada convenio era una gran oportunidad. De una misma tacada, la concejal Carmen Revilla reconoci¨® ante el juez haber recibido 240.000 euros. En otros casos, la cantidad llegaba a los 400.000 euros e incluso a 600.000, en una sola entrega. La polic¨ªa pudo relacionar estos pagos con la adquisici¨®n de inmuebles por parte de los concejales en fechas posteriores a la recepci¨®n del dinero. As¨ª, Revilla se compr¨® una casa en San Pedro de Alc¨¢ntara. La perceptora de los 400.000 euros adquiri¨® un inmueble en Madrid. Eso era el resultado de un convenio. Y se firmaron cientos. Hasta donde los investigadores saben, el concejal "m¨¢s barato" lleg¨® a percibir hasta 600.000 euros en los ¨²ltimos tiempos.
La pista del cohecho conduce indefectiblemente al pagador, al empresario. Es la otra pieza de la trama. El que paga. El listado de los promotores y empresarios llamados a declarar por el juez ofrece un perfil que no es casual, a juicio de los expertos. Una parte de estos empresarios actuaron como testaferros de Roca. La otra afecta a una serie de apellidos muy conocidos en Marbella y en Andaluc¨ªa. Se trata de empresarios que han tenido un protagonismo muy acusado en la firma de numerosos convenios. Son los m¨¢s prol¨ªficos.
Todos ellos llegaron a Marbella atra¨ªdos por Gil. Sus perfiles son parecidos: gente emprendedora, que empez¨® sus negocios desde una posici¨®n humilde y que gobiernan sus empresas de forma personal. No son empresarios que deban dar cuentas a nadie de sus actos. Algunos accedieron al negocio inmobiliario al entrar en Marbella o hallaron all¨ª su plataforma de lanzamiento. Los hay que re¨²nen la misma condici¨®n de cofrades y son muy activos en obras de caridad. Otros eran propietarios de medios de comunicaci¨®n locales. Todos ellos sab¨ªan que firmaban convenios con el Ayuntamiento a precios por debajo del mercado.
Atr¨¢s queda lo sucedido durante una escandalosa moci¨®n de censura dirigida en la sombra por Roca para desbancar al alcalde Juli¨¢n Mu?oz, que hab¨ªa osado destituirle. Esa moci¨®n nunca fue objeto de la investigaci¨®n, pero hubo suerte. Uno de los concejales hab¨ªa escrito todos los detalles de lo sucedido y ese documento lleg¨® a manos de la polic¨ªa en un registro.
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