M¨¦dico b¨¦tico contra juez sevillista
La batalla electoral por la alcald¨ªa de Sevilla se dirimir¨¢ entre el socialista S¨¢nchez Monteseir¨ªn y el popular Juan Ignacio Zoido
Salvo la estrecha diferencia de votos que separ¨® en 2003 a los candidatos socialista y popular -11.781 a favor de Monteseir¨ªn frente a Raynaud-, nada en la carrera electoral por la alcald¨ªa de Sevilla se maneja con sutileza y finura. Todo lo contrario. PSOE y PP han dado sobradas muestras de su nerviosismo e indecisi¨®n con movimientos siempre abruptos, improvisados y extremadamente ruidosos. A once meses para los comicios de 2007, lo ¨²nico que est¨¢ claro es que ninguna de las dos formaciones est¨¢ convencida a estas alturas de la idoneidad de sus candidatos.
En las direcciones de ambos partidos hay preocupaci¨®n sobre el equilibrio entre el alcaldable y las siglas. En el PSOE, hay corrientes convencidas de que S¨¢nchez Monteseir¨ªn resta votos a la marca y que su figura est¨¢ francamente deteriorada y en un declive sin freno. Tanto es as¨ª, que los socialistas han encargado encuestas de consumo interno en las que han incluido en la lista de posibles candidatos a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, consejero de Econom¨ªa. Si de estos sondeos sale mal parado S¨¢nchez Monteseir¨ªn, el PSOE andaluz no descarta desbancarlo. Ese debate est¨¢ abierto, por mucho que Luis Pizarro, secretario de organizaci¨®n de los socialistas andaluces, lo niegue en un intento por desviar los focos. "A los alcaldes los quitan los ciudadanos, no los partidos", espet¨® recientemente apelando a las malas experiencias que sufri¨® el PSOE en C¨¢diz y M¨¢laga, donde no presentaron en 1995 a los entonces alcaldes socialistas Carlos D¨ªaz y Pedro Aparicio. Desde entonces, el PP gobierna con holgada mayor¨ªa absoluta en ambas capitales. Otros sectores, sin embargo, recuerdan el caso a la inversa. Por no relevar en 1992 a Manuel del Valle -cuyo r¨¦dito pol¨ªtico hab¨ªa expirado-, el PSOE perdi¨® la alcald¨ªa sevillana a favor de los andalucistas.
As¨ª las cosas, las prisas que han mostrado S¨¢nchez Monteseir¨ªn y sus colaboradores para que la ejecutiva federal del PSOE lo confirmase como candidato -adelant¨¢ndose incluso al calendario fijado para septiembre- son producto de un nerviosismo fundado ante el debate abierto en el seno de su partido. Con todo, la jugada al alcalde no le ha salido bien. S¨®lo ?lvaro Cuesta le brind¨® apoyo. Horas m¨¢s tarde, Jos¨¦ Blanco dijo que era un respaldo particular y que el almanaque electoral del PSOE es inamovible.
Enfrente, el adversario pol¨ªtico ya ha designado candidato, aunque ello no significa que tenga hechos los deberes. La papeleta que le ha tocado a Juan Ignacio Zoido no es f¨¢cilmente digerible. Sabe de primera mano que es un candidato por eliminaci¨®n. Casi de circunstancias tras un proceso "convulso", como lleg¨® a tildarlo el presidente del PP sevillano, Ricardo Tarno. Zoido era el tercero en discordia si obviamos la inconsistencia de una posible candidatura del periodista Carlos Herrera. La elegida era Soledad Becerril. Si fallaba la ex alcaldesa, ser¨ªa Jayme Raynaud, el candidato natural por sus siete a?os de oposici¨®n y porque hasta hace unos d¨ªas era "la referencia" del PP de Sevilla para Arenas, Zoido, Tarno y quien se pronunciara al respecto. Al final, ni Becerril ni Raynaud. Ninguno de los dos. De este doble fracaso es responsable directo el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, quien no ha calibrado las consecuencias del espejismo que supon¨ªa pensar que Becerril pudiera volver a la vanguardia municipal. Era un secreto a voces que la senadora repeler¨ªa ese ofrecimiento. No obstante, Arenas insisti¨® e insisti¨® y tanto insisti¨® que termin¨® por agotar la paciencia del paciente Raynaud, quien opt¨® por salvar la escasa dignidad pol¨ªtica que le quedaba al renunciar a ser el eterno recambio comod¨ªn.
Desconocido
As¨ª las cosas, resulta dif¨ªcil asimilar la sentencia de Arenas: "Zoido es el candidato deseado al cien por cien". Parte con la clara desventaja de que es un gran desconocido para los sevillanos. "Eso tiene soluci¨®n. Lo que no tiene soluci¨®n es lo de Monteseir¨ªn y su nefasta gesti¨®n", sostuvo Arenas, quien se mostr¨® convencido de que el alcalde no repetir¨¢ como candidato. Sin embargo, la elecci¨®n de Zoido ha amansado a las fieras socialistas que quer¨ªan ya la cabeza de Monteseir¨ªn. Posiblemente Zoido haya encumbrado al alcalde nuevamente como candidato. De hecho, en el PSOE de Sevilla se frotan las manos, por mucho que el secretario provincial Jos¨¦ Antonio Viera se apresurase a decir que no les preocupaba quien fuera el candidato. En el PSOE provocaba pavor la vuelta de Becerril -visti¨® el cargo de alcaldesa como pocos-, concientes de que sumaba votos a las siglas del PP.
Con los contendientes sobre el tablero, el duelo est¨¢ servido, las estrategias definidas y el mensaje perfilado. Las obras en la v¨ªa p¨²blica -el metro y metrocentro- es el segundo problema de la ciudad para los sevillanos, seg¨²n una reciente encuesta. El candidato socialista se afanar¨¢ en que esa preocupaci¨®n sea pasajera y coyuntural al equiparar estas obras a las de la Expo 92 porque, seg¨²n defiende, Sevilla est¨¢ experimentando "su segunda transformaci¨®n". Su contrincante popular pondr¨¢ el acento en el caos de tr¨¢fico y molestias continuas que han provocado las obras por su coincidencia, improvisaci¨®n y falta de informaci¨®n. Los dem¨¢s asuntos pueden quedar relegados a un segundo plano. Ni siquiera, sus dispares aficiones futbol¨ªsticas -Monteseir¨ªn b¨¦tico y Zoido sevillista- parece un elemento determinante para desnivelar la balanza si nos atenemos a un sondeo que equipara el n¨²mero de aficionados de los dos equipos de la ciudad: un 38% de sevillistas por un 37,3% de b¨¦ticos.
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