Granito, m¨²sica y danza unen fuerzas en el nuevo 'Salzburgo' madrile?o
El director Riccardo Muti inaugura hoy el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial
Unos 43.300 euros ha costado cada butaca de las 1.500 que se reparten en las dos salas del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. La inversi¨®n total del nuevo edificio ha sido de 65 millones de euros. Con ocho de sus 10 plantas excavadas en roca, la alta tecnolog¨ªa esc¨¦nica, la sobriedad y los grandes espacios di¨¢fanos han sido claves en este imponente edificio, no exento de pol¨¦mica, que hoy se inaugura con casi cuatro a?os de retraso. La batuta de Riccardo Muti marcar¨¢ los primeros acordes en la edici¨®n inaugural del festival que aspira a convertirse en el equivalente al de Salzburgo en la Europa meridional.
La roca gneis que se encontr¨® bajo el terreno en el que hoy se erige el imponente Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial no ha sido el ¨²nico escollo, pero s¨ª el m¨¢s firme y costoso, con el que ha topado este proyecto del estudio Picado-De Blas Arquitectos, dirigido por la Direcci¨®n de Arquitectura y Vivienda de la Comunidad de Madrid. Tambi¨¦n hubo que hacer frente a las quejas vecinales que despert¨® la construcci¨®n del bloque de granito que se extiende en la ladera a 150 metros del Real Monasterio de San Lorenzo. Unos alegaron que les tapaba la vista del monumento hist¨®rico, otros forzaron que el muro del nuevo edificio fuera retranqueado tres metros y no quedara adosado a la linde de sus patios. Esta vez el nuevo edificio de El Escorial no conmemoraba San Quint¨ªn, pero parece que su construcci¨®n ha tenido algo de batalla.
La primera piedra fue depositada en noviembre de 2000 por el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallard¨®n -cuyo nombre fue barajado para el nuevo auditorio y qued¨® finalmente desestimado-. El edificio escond¨ªa este fin de semana el trasiego de limpiadores, t¨¦cnicos, escen¨®grafos y arquitectos que se afanaban en ultimar los detalles para la inauguraci¨®n. Ayer se abri¨® el teatro para los escurialenses con la actuaci¨®n de la banda municipal y hoy, con cuatro a?os de retraso y con un coste de 65 millones de euros, los m¨¢s de 25.000 metros construidos ser¨¢n inaugurados oficialmente. La primera actuaci¨®n musical correr¨¢ a cargo de la Orchestra e Coro del Maggio Musicale Fiorentino, dirigida por el maestro italiano Riccardo Muti, que interpretar¨¢ fragmentos de varias ¨®peras de Verdi en la sala principal. El festival inaugural -organizado en los ¨²ltimos siete meses por el gerente de la Orquesta y el Ballet de la Comunidad de Madrid, Jorge Cull¨¢, con un presupuesto de tres millones de euros- se prolongar¨¢ hasta el 1 de agosto y tiene programadas, entre otras representaciones, la ¨®pera La flauta m¨¢gica con direcci¨®n musical de Sir Colin Davies y el ballet Romeo y Julieta interpretado por los bailarines del Royal Ballet Covent Garden.
La integraci¨®n de un teatro auditorio con dos salas, dotado de la m¨¢s alta tecnolog¨ªa e integrado sin "grandes gritos" en el paisaje fue el reto que se marcaron los arquitectos Mar¨ªa Jos¨¦ de Blas y Rub¨¦n Picado. "Quer¨ªamos crear una m¨¢quina para fabricar ilusiones, no un objeto sino un espacio", explican. Todo parece de alguna manera oculto, en su di¨¢fano proyecto que convierte en minimalismo moderno la sobriedad y austeridad propias de la zona.
La sucesi¨®n de patios y el granito que cubre no s¨®lo el exterior sino tambi¨¦n gran parte de los suelos del edificio remiten al Real Monasterio de El Escorial. Esta piedra, tra¨ªda de Galicia; la madera de nogal; y la formica son los materiales que dominan en el edificio. "El granito tornar¨¢ dorado con el paso del tiempo y en el caso de la madera quer¨ªamos que fuese oscura porque ¨¦ste es un requisito esencial para los teatros", se?ala De Blas. El juego entre lo visible y lo invisible, lo real y lo ficticio arranca desde el acceso principal al edificio, imperceptible desde los jardines de Felipe II. La pendiente de m¨¢s de 20 metros en la que han sido excavadas ocho plantas de las diez que integran el teatro auditorio, hace posible que la entrada quede oculta bajo el nivel de los jardines.
Un tel¨®n de cristal a modo de un inmenso elevalunas el¨¦ctrico, abre uno de los muros del vest¨ªbulo -com¨²n a la sala de c¨¢mara y al auditorio principal- a una de las cuatro terrazas escalonadas que dominan la sierra y el pantano de Valmayor. "Pensamos en este edificio como en un cazador de vistas", apuntan los arquitectos. Un pinsapo, ¨¢rbol que se encontraba en el terreno originalmente y que han conseguido preservar, articula los cuatro m¨®dulos del edificio. Los nuevos brotes que adornan el pinsapo, llenan de orgullo a Juan Blasco, director General de Arquitectura y Vivienda de la Comunidad de Madrid, organismo responsable del conjunto de la obra.
El dise?o t¨¦cnico de este espacio -con escenarios totalmente motorizados como el del Teatro Real de Madrid- es otro de los puntos que enfatiza Blasco. El proyecto ha contado con la asesor¨ªa ac¨²stica de Vicente Mestre y esc¨¦nica de Jos¨¦ Luis Tamallo. La ausencia de palcos en los laterales de las salas ha permitido la introducci¨®n de las llamadas "orejas t¨¦cnicas" donde se pueden enganchar otros dispositivos escenogr¨¢ficos y lum¨ªnicos. "Los palcos est¨¢n al final de la sala principal. Es algo acorde con el cambio social de nuestro tiempo", apunta Picado.
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