Tragedia en Valencia

El descarrilamiento del metro de Valencia y su tr¨¢gico resultado -al menos 41 muertos y 47 heridos- presentan todas las caracter¨ªsticas de un suceso que exige una investigaci¨®n a fondo. Aunque el portavoz del Gobierno de la Generalitat valenciana se ha apresurado a calificar la cat¨¢strofe de "accidente fortuito", los hechos conocidos hasta el momento indican que el convoy quiz¨¢ circulaba a excesiva velocidad; que, como consecuencia de ese exceso, el segundo vag¨®n rompi¨® una rueda y se precipit¨® sobre el primero, causando el accidente. Hay razones suficientes para exigir una investigaci¨®n exhaustiva que aclare no s¨®lo las causas "mec¨¢nicas" de la tragedia, sino tambi¨¦n las econ¨®micas y de gesti¨®n.

El punto neur¨¢lgico de la investigaci¨®n radica en aclarar si hubo exceso de velocidad. Pudo deberse a un error humano, a un fallo t¨¦cnico producido por una aver¨ªa en los limitadores de velocidad o a una combinaci¨®n con la rotura de alg¨²n elemento mec¨¢nico del ferrocarril que podr¨ªa ser una rueda del tren. Y si no fuera as¨ª, deber¨ªa explicarse c¨®mo se produce un descarrilamiento en una unidad que circula a la velocidad adecuada. Todo ello es condici¨®n necesaria para que no se repita un accidente de esta gravedad y tambi¨¦n para que no se repitan explicaciones insatisfactorias que eluden las responsabilidades en que hayan podido incurrir los gestores de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).

En la misma l¨ªnea de metro donde ayer murieron 41 personas ya se produjo el 9 de septiembre de 2005 un accidente, en este caso, en la localidad de Picanya, que caus¨® un herido grave y otros 34 de diversa consideraci¨®n; siniestro que fue despachado por los responsables de la compa?¨ªa como el resultado de un "c¨²mulo de circunstancias" en el que se mezclaron el exceso de confianza de los maquinistas, la defectuosa colocaci¨®n de una se?al y "la posici¨®n del sol". Un ejemplo perfecto de c¨®mo no debe concluir una investigaci¨®n seria.

Para comprender las causas del accidente s¨ª es conveniente conocer las inversiones en mantenimiento del convoy y de la v¨ªa, el estado de los sistemas de seguridad del transporte y el cumplimiento de los protocolos de se?ales. Ser¨¢ necesario tambi¨¦n disponer de un informe contrastado sobre la necesidad de renovar el parque de trenes del metro valenciano. Cuando se conozcan todos estos extremos podr¨¢ decirse con certeza si el tr¨¢gico descarrilamiento de ayer fue "fortuito" o reclama responsabilidades a los gestores. El mayor accidente de metro de la historia de Espa?a se ha producido en una ciudad que ha hecho un salto espectacular en infraestructuras y en imagen. Este hecho debe suscitar obligadamente alguna reflexi¨®n a sus instituciones regionales y a su alcald¨ªa.