El drama que no cesa

El drama de la inmigraci¨®n clandestina se cobr¨® ayer m¨¢s v¨ªctimas tanto en la ruta de Canarias como del Estrecho. Es una p¨¦sima se?al de lo que puede acontecer en las pr¨®ximas semanas, en pleno verano. Al menos 21 subsaharianos fallecieron en un naufragio en las costas del S¨¢hara Occidental, cuando pretend¨ªan llegar al archipi¨¦lago canario. Paralelamente, dos personas perec¨ªan al caerse desde la valla de seis metros en la frontera marroqu¨ª con Melilla. Formaban parte de un grupo de una veintena de ilegales; cinco de ellos lograron saltar pero fueron detenidos por los agentes espa?oles.

Incidentes como el de la valla melillense no se repet¨ªan desde hac¨ªa 10 meses. Las fronteras de Ceuta y Melilla fueron, en septiembre y octubre pasados, escenarios de masivos intentos de asalto que se saldaron con al menos seis muertos por disparos, al parecer, de los gendarmes marroqu¨ªes. El Gobierno espa?ol se vio obligado a enviar temporalmente un contingente de soldados y reforzar el per¨ªmetro fronterizo elevando la altura de las vallas. La secretaria de Estado de Inmigraci¨®n, Consuelo Rum¨ª, asegur¨® ayer, no sin cierto optimismo, que este suceso es un hecho "puntual", que nada tiene que ver con la oleada del a?o pasado. Ojal¨¢ sea as¨ª, pero sus palabras no encajan con la desesperaci¨®n de quienes est¨¢n resueltos a intentarlo una y otra vez.

Marruecos estrech¨® la vigilancia en la frontera con Espa?a despu¨¦s de los graves sucesos de 2005, pero abandon¨® a su propia suerte a los centenares de ilegales que no lograron pasar. Es justo afirmar que Rabat controla m¨¢s que antes el flujo migratorio clandestino hacia Espa?a. ?ste apunta ahora a Canarias y procede de Mauritania, Senegal y otros pa¨ªses. Sin embargo, las autoridades marroqu¨ªes contin¨²an sin aplicar el acuerdo bilateral de readmisi¨®n firmado con las espa?olas en 1992. En cualquier caso, han empezado las primeras repatriaciones de irregulares de Canarias a Senegal.

Es obvio que el control de la inmigraci¨®n irregular es una tarea en la que Espa?a debe contar con el respaldo de la Uni¨®n Europea. Los Veinticinco empiezan a entenderlo. Han decidido abordarlo de manera conjunta y considerarlo asunto prioritario. Es sensato que as¨ª lo hayan determinado, pero deben traducir las palabras en acciones. Hay se?ales, pero insuficientes y desesperadamente lentas. En el ¨²ltimo Consejo Europeo se acord¨® darle un enfoque global a escala policial, econ¨®mica y social, al tiempo que nueve pa¨ªses europeos se comprometieron a ayudar a Espa?a por v¨ªa mar¨ªtima y a¨¦rea en el control de la inmigraci¨®n a Canarias. La conferencia ministerial que la UE y 12 pa¨ªses africanos celebrar¨¢n en Rabat la semana pr¨®xima ser¨¢ una excelente prueba para calibrar si hay seriedad pol¨ªtica, as¨ª como medios econ¨®micos para afrontar este drama que no cesa.