S¨®lo f¨²tbol y cerveza
La temida avalancha de prostitutas forzadas hacia Alemania por el Mundial no se ha producido, seg¨²n la polic¨ªa
El Mundial de Alemania entra en su ¨²ltima semana sin que se advierta el menor rastro de las 40.000 prostitutas forzadas que anunciaron algunos eurodiputados y diversas organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos, seg¨²n varias estimaciones policiales. Los hechos han venido a confirmar lo que Henny Engels, directora ejecutiva del Consejo Alem¨¢n de la Mujer, que agrupa a m¨¢s de 50 organizaciones de mujeres alemanas de todas las tendencias, declar¨® antes del inicio del Mundial a este peri¨®dico: "Lo de las 40.000 prostitutas forzadas es una cifra tomada al buen tunt¨²n, pero un solo caso ya ser¨ªa demasiado". Engels reconoce: "El Mundial es una excelente oportunidad para una campa?a contra la prostituci¨®n forzada como en su d¨ªa ocurri¨® con el de Argentina en 1978 para llamar la atenci¨®n sobre la dictadura militar y la tortura".
"En muchos burdeles la gente se ha ido para huir del foll¨®n", afirma un polic¨ªa
Las autoridades policiales de las grandes ciudades alemanas no constatan estos d¨ªas un incremento significativo de la prostituci¨®n. Trabajadoras del gremio, que es legal en Alemania y cuenta con unas 400.000 profesionales, registran incluso un descenso del negocio. Muchas meretrices se fueron de vacaciones durante el Mundial. "S¨®lo quieren f¨²tbol y atiborrarse de cerveza", declara una prostituta colombiana que trabaja en Francfort.
La demoledora fuerza de lo f¨¢ctico ha pinchado el globo de la campa?a de las 40.000 mujeres obligadas a vender sus cuerpos a los hinchas futbol¨ªsticos del Mundial. Portavoces policiales de Berl¨ªn, Hamburgo, Francfort y M¨²nich confirmaron a este peri¨®dico no haber constatado un aumento de la prostituci¨®n forzada, a pesar del incremento de las redadas motivadas por los apocal¨ªpticos anuncios de eurodiputados diversos y organizaciones feministas.
Sabine Strauss, que lleva una p¨¢gina de Internet en Hamburgo donde se ofrecen prestaciones sexuales a cambio de dinero, declar¨® en el S¨¹ddeutsche Zeitung: "Esto est¨¢ muy aburrido. M¨¢s aburrido que de ordinario". Las 2.500 prostitutas que trabajan en Hamburgo se lamentan de que el negocio no ha funcionado en las primeras semanas del Mundial. Detlef Ubben, jefe del departamento policial encargado de la prostituci¨®n en Hamburgo, dijo: "Muchas prostitutas se han marchado para huir del foll¨®n. Hemos reforzado las inspecciones en esos medios y no se registra una fluctuaci¨®n especial. En muchos burdeles inspeccionados hemos encontrado avisos de que las mujeres se han marchado de vacaciones". El portavoz de la ciudad de Colonia J¨¹rgen M¨¹llenberg declar¨®: "Antes del Mundial circularon muchos rumores, pero ni la prostituci¨®n legal, ni la ilegal ha aumentado de forma significativa". Lo mismo asegura la polic¨ªa de Berl¨ªn. En M¨²nich se advirti¨® un incremento de profesionales, que la polic¨ªa estima en unas 300 por encima de la cifra habitual.
En Francfort la polic¨ªa detuvo el pasado fin de semanas a seis profesionales del sexo, entre ellas dos espa?olas que ten¨ªan sus papeles falsificados porque pesaba sobre ellas una orden de expulsi¨®n. Los controles policiales en la capital financiera de Alemania se han duplicado estos d¨ªas. El portavoz de la polic¨ªa del Estado de Hesse, Norbert Nadela, estima en un 10% el incremento de las prostitutas. En la ciudad que acoge las grandes exposiciones industriales de Alemania el incremento de la prostituci¨®n durante el Mundial ha quedado por debajo de muchas ferias. Nadela declar¨® que entre los visitantes de los burdeles hab¨ªa gran n¨²mero de meros mirones: "Muchos ingleses ven¨ªan solo a fisgar, no se realizaban prestaciones y m¨¢s bien estorbaban el negocio".
Coincide con el polic¨ªa una prostituta colombiana que ejerce desde hace cinco a?os en la llamada zona roja de Francfort. En declaraciones al Frankfurter Allgemeine, la colombiana, que no quiso dar su nombre, se lamenta: "Nos imaginamos que iba a ser otra cosa. Los hombres s¨®lo quieren f¨²tbol y cerveza. Esto es una cat¨¢strofe". La colombiana hab¨ªa decorado su habitaci¨®n con motivos futbol¨ªsticos e incluso colocado una bandera alemana como las que estos d¨ªas circulan a miles por las ciudades de Alemania. La mayor¨ªa de los visitantes del burdel no quer¨ªa saber nada de sexo. La colombina se queja de que muchos s¨®lo entraban para mirar o regatear. En el burdel, que le cuesta 135 euros por d¨ªa, llegaron en los primeros d¨ªas del Mundial rusas, checas y espa?olas, pero "al darse cuenta de que la cosa no marchaba se volvieron a casa".
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