Malouda, un zurdo para todo
Surgido del mismo club de Guyana en el que se form¨® el ex internacional Lama, el franc¨¦s ha jugado de todo menos de portero
Florent Malouda (13 de junio de 1980, Cayenne; Guyana francesa) desapareci¨® de la alineaci¨®n titular del combinado franc¨¦s justo antes del estreno mundialista, contra Suiza. Titular indiscutible casi desde su debut, el 17 de noviembre del 2004 contra Polonia, nadie atin¨® a dar con la raz¨®n por la que el ni?o mimado de Raymond Dom¨¦nech se perd¨ªa el estreno mundialista contra Suiza. "Es baja por razones que no ata?en al criterio t¨¦cnico", se limit¨® a decir el seleccionador durante la concentraci¨®n de Hamelin, ciudad situada en la Baja Sajonia. Preso de la ley ¨¦tica que impide a la federaci¨®n francesa emitir comunicados m¨¦dicos oficiales sobre la salud de los jugadores -s¨®lo los propios futbolistas pueden hablar sobre las dolencias que les afecten-, el t¨¦cnico aliment¨® de forma involuntaria el misterio sobre los motivos que le dejaban fuera del equipo tras cambiar su esquema de juego y, as¨ª, se dispararon los rumores.
?l mismo revel¨® que su misteriosa baja en el estreno, ante Suiza, se debi¨® a unas hemorroides
Tres d¨ªas m¨¢s tarde fue el propio jugador quien dio raz¨®n de sus males: pas¨® por un hospital para ser operado de hemorroides. Convertido en el primer jugador de la historia del f¨²tbol al que unas almorranas dejaban K.O., Malouda se lo tom¨® con filosof¨ªa. "Es la vida, qu¨¦ le vamos a hacer", vino a decir.
A Malouda el f¨²tbol le vino en los genes: su padre jug¨® en clubes de Guyana, como extremo, y su madre particip¨® activamente en la fundaci¨®n del primer equipo femenino del pa¨ªs. Tambi¨¦n Jean Philippe, su hermano, se gan¨® la vida con el f¨²tbol mientras Florent apenas empezaba a dar patadas al bal¨®n en el Montjoly, el mismo conjunto que vio crecer a Bernard Lama, ex portero de la selecci¨®n francesa c¨¦lebre por jugar con la bandera de Guyana en las medias y manifestarse abiertamente como consumidor de marihuana. Con el equipo de Guyana compareci¨® Florent en el prestigioso torneo de Vichy cuando apenas ten¨ªa 15 a?os. Un a?o despu¨¦s debut¨® con el Chateroux, en la Segunda Divisi¨®n. Pas¨® de jugar en el Caribe a la disciplina de una escuela formativa seria y reputada.
La culpa la tuvo un tal Joseph Mercier, un ojeador del modesto equipo franc¨¦s, que se fij¨® en ¨¦l y se lo recomend¨® a V¨ªctor Zunka, secretario t¨¦cnico del club, que se lo llev¨® a la escuela tras hablar con sus padres. All¨ª, Malouda conoci¨® a quien se?ala como la mayor influencia de su vida, Roger Fleury. "Todo lo que soy se lo debo a ¨¦l", suele decir al recordar a su primer entrenador, que, como todos, supo apreciar bien pronto la velocidad, el buen toque y la capacidad de trabajo de un hombre de quien, a d¨ªa de hoy, nadie sabe exactamente cu¨¢l es su posici¨®n en el campo. Su puesto en origen fue el de delantero, pero empez¨® a jugar como centrocampista en el Guingamp -jug¨® de 2000 a 2003- y, ya en el Olympique de Ly¨®n, Le Guen le ha alineado incluso de lateral. "Puede jugar de todo y todo lo hace bien", rese?¨® el entrenador la pasada temporada. De todo, claro, siempre que sea por la banda izquierda. No en vano es el ¨²nico zurdo entre los 23 convocados por Dom¨¦nech para el Mundial.
Malouda, por quien el Fiorentina lleg¨® a ofrecer 12 millones de euros la pasada temporada, presume de jugar al baloncesto casi tan bien como al f¨²tbol. Su principal pasatiempo es el adiestramiento de perros. Y asegura que, de no haber tenido la fortuna de dedicarse al f¨²tbol, ser¨ªa ahora agente comercial, como su padre, o cantante de rap. Amante de las pel¨ªculas de Denzel Washington, dicen sus compa?eros que Malouda es uno de esos tipos que hace la vida agradable a una plantilla porque siempre est¨¢ de buen humor. S¨®lo le quit¨® la sonrisa del alma en este Mundial saber que la selecci¨®n espa?ola les ninguneaba: "Su error fue menospreciarnos y lo han pagado caro", asegur¨® tras el partido.
Para entonces, conseguido el pase a los cuartos, hab¨ªa recuperado su eterna sonrisa y contra Brasil volvi¨® a dejar su huella pegado a la banda izquierda. La banda de Malouda.
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