Conferencia euroafricana
La m¨²sica que ha sonado ayer y el lunes en Rabat durante la primera conferencia euroafricana sobre inmigraci¨®n ha sido relativamente aceptable. Otra cosa es que el documento final y el plan de acci¨®n que emanan de la reuni¨®n entre los 25 socios de la Uni¨®n Europea y 27 pa¨ªses de ?frica Occidental fructifiquen convirtiendo los compromisos en realidad. De momento, lo que s¨ª es importante -sobre todo para Espa?a, el socio comunitario m¨¢s afectado por el flujo migratorio africano- es que la UE haya decidido abordar el problema de manera global y que los pa¨ªses del continente negro hayan aceptado, claro est¨¢, de momento s¨®lo sobre el papel, readmitir inmigrantes en situaci¨®n irregular.
Los europeos han entendido que el drama no se soluciona simplemente endureciendo las medidas de control y vigilancia. Sin duda, hay que tomarlas si se quiere reducir de alg¨²n modo la marea humana -a Canarias han llegado cerca de 10.000 sin papeles en lo que va de a?o, el doble del a?o pasado-, pero no bastan si no van acompa?adas de mucha m¨¢s ayuda al desarrollo y de protecci¨®n e incentivos de trabajo para aquellos que logran legalizar su estancia en Europa. Sobre eso se ha hablado en esta conferencia, auspiciada por Espa?a, Francia y Marruecos, pero a la que no ha asistido Argelia, en protesta por entender que espa?oles y franceses lo han cocinado todo previamente con sus vecinos y enemigos marroqu¨ªes. Hay que esperar que Argel participe en la que en principio se celebrar¨¢ antes de fin de a?o en Libia con la presencia de toda la Uni¨®n Africana.
Los africanos han aceptado que se pongan en marcha sistemas eficaces de readmisi¨®n de ilegales tanto en el ¨¢mbito bilateral como regional, el desarrollo de mecanismos de cooperaci¨®n judicial y policial y la instauraci¨®n de un observatorio euroafricano de alerta precoz sobre flujos migratorios. Es un avance que se comprometan a firmar acuerdos de readmisi¨®n; te¨®ricamente, estar¨ªan obligados a hacerlo en funci¨®n de los Acuerdos de Coton¨² con la UE. Espa?a, que en esta reuni¨®n ha anunciado una ayuda de 30 millones de euros para infraestructuras y microcr¨¦ditos, ha cerrado ya acuerdos de repatriaci¨®n con algunos de esos pa¨ªses. La duda es saber qu¨¦ eficacia tendr¨¢n.
Pero igualmente importante es que las naciones que sirven de paso alcancen acuerdos con las subsaharianas y con la UE y respeten los derechos humanos de los ilegales. Las muertes ocurridas el verano pasado y la semana ¨²ltima en Ceuta y Melilla meten el dedo en la llaga sobre la discutible actitud de la polic¨ªa marroqu¨ª. Marruecos sigue, entretanto, negociando desde hace dos a?os un acuerdo de readmisi¨®n con Bruselas, pero busca m¨¢s beneficios econ¨®micos, al tiempo que contin¨²a incumpliendo el suscrito con Espa?a.
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