El ¨²ltimo polvor¨ªn
El inesperado y fuerte ataque de Hezbol¨¢ a zonas de Galilea, en el norte de Israel, demuestra -si es que alguien necesitaba una prueba- la situaci¨®n tan sensible y explosiva que existe en toda la regi¨®n y qu¨¦ poco hace falta para estar al borde de una guerra.
Israel lanz¨® el mi¨¦rcoles por la noche un contraataque y estaba en todo su derecho. No se puede justificar un ataque tan violento y a tan gran escala como el que realiz¨® el mi¨¦rcoles Hezbol¨¢ contra decenas de ciudades israel¨ªes. Ning¨²n pa¨ªs en el mundo puede quedarse sin hacer nada ante una situaci¨®n as¨ª y dejar a los ciudadanos a su suerte cuando un pa¨ªs vecino ataca de esta forma y sin provocaci¨®n alguna.
Hace seis a?os Israel se retir¨® de todos los territorios del sur de L¨ªbano que hab¨ªa ocupado en 1982 y volvi¨® a las fronteras internacionales. La ONU lo aplaudi¨® y declar¨® que con ello se acababa con la ocupaci¨®n israel¨ª en L¨ªbano y se zanjaba la cuesti¨®n de la frontera entre ambos pa¨ªses. Nada m¨¢s retirarse Israel, Hezbol¨¢ empez¨® a incumplir lo estipulado por la ONU, estableciendo puestos de ataque a lo largo de la frontera y rearm¨¢ndose con la ayuda de Siria e Ir¨¢n.
El ataque de Hezbol¨¢ podr¨ªa desestabilizar a Gobiernos moderados en Jordania y Egipto
Durante a?os el Gobierno de L¨ªbano ha evitado enfrentarse con Hezbol¨¢, que ha establecido en el sur del pa¨ªs una infraestructura de puestos de ataque a la vez que ha acumulado un tremendo arsenal militar, entre el que se encuentran misiles capaces de alcanzar el coraz¨®n de Israel. E Israel, que ha tratado de no entrar en conflicto en la frontera, ha evitado atacar posiciones de Hezbol¨¢. Y de esta forma se ha llegado a una situaci¨®n insostenible: en el territorio soberano de L¨ªbano act¨²a con total impunidad una organizaci¨®n declarada terrorista por la ONU y que ataca a Israel una y otra vez.
El ¨²ltimo polvor¨ªn creado en la zona sirve para resaltar la similar actitud problem¨¢tica que adoptan hacia Israel el Gobierno de L¨ªbano y el de la Autoridad Palestina. En ambos operan dos cabezas: una act¨²a de poder oficial, siguiendo cauces pol¨ªticos moderados mientras la otra se declara libre de hacer lo que le venga en gana, cometiendo atentados terroristas contra civiles, y recurriendo a la ret¨®rica racista y llamando abiertamente al exterminio de Israel. Esta burlesca situaci¨®n es una de las causas de la dificultad para alcanzar un acuerdo estable entre Israel y sus vecinos. Y tambi¨¦n es uno de los motivos de que la gran parte de los israel¨ªes -y entre ellos muchos pacifistas- hayan perdido durante los ¨²ltimos a?os la confianza en las buenas intenciones de los sectores moderados en los pa¨ªses ¨¢rabes.
Israel ataca L¨ªbano porque L¨ªbano es la casera oficial de Hezbol¨¢ y desde su casa se lanzan Katiuskas contra ciudades y pueblos de Israel. Los militantes de Hezbol¨¢ forman parte del Gobierno liban¨¦s. Lamentablemente, quienes se ven perjudicados en su d¨ªa a d¨ªa son los ciudadanos de Beirut, Tiro y Sid¨®n, que est¨¢n pagando el precio de los errores y negligencias de su Gobierno. Y por ello Israel debe hacer todo lo posible para no herir a ning¨²n inocente. Pero ?acaso hay un solo ciudadano liban¨¦s que no sepa que los hombres de Hezbol¨¢, de la forma m¨¢s c¨ªnica, han sido quienes han llevado a Israel a no poder hacer otra cosa que emplear la fuerza ante un ataque tan grave?
Las intenciones de Israel actualmente no son s¨®lo reaccionar ante los ataques de Hezbol¨¢ sino tambi¨¦n redise?ar la frontera con L¨ªbano y alejar de all¨ª a los miembros de Hezbol¨¢, que no s¨®lo ponen en peligro a los ciudadanos israel¨ªes sino a los de toda la regi¨®n. Este objetivo es l¨®gico y justo, pero es muy dif¨ªcil de alcanzar. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, Israel se ha visto enredado una y otra vez en acciones militares en L¨ªbano y nunca ha logrado cumplir sus objetivos all¨ª. Como es sabido, tambi¨¦n los anteriores intentos de Israel de "dise?ar" la realidad ¨¢rabe de acuerdo con sus intereses han fracasado (hoy en d¨ªa el presidente Bush tambi¨¦n puede dar fe de la dudosa eficacia de tales intentos). Pero a esto se le a?ade otra complicaci¨®n: la situaci¨®n creada ahora obliga a Israel a abrir un frente en el norte en paralelo con el duro y m¨¢s problem¨¢tico frente desde el punto de vista moral: el frente en la franja de Gaza.
El salvaje ataque de Hezbol¨¢ puede, por tanto, llevar a la regi¨®n a una situaci¨®n extrema, cuyas consecuencias podr¨ªan incluso desestabilizar gobiernos moderados y antifundamentalistas en Jordania, Egipto y Arabia Saud¨ª, a los que les preocupa lo que est¨¢ ocurriendo no menos que a Israel o a los sectores moderados del L¨ªbano y la Autoridad Palestina. Este fuerte estallido de violencia tal vez le sirva a cada una de las partes para recordar el enorme potencial de destrucci¨®n que se esconde en este conflicto, la trampa en la que se hallan atrapados de forma rec¨ªproca y que ning¨²n uso de la fuerza har¨¢ desaparecer. Quiz¨¢s si comprenden esto, se ver¨¢n finalmente obligados a sentarse a negociar para resolver los problemas.
Tanto en Israel como en la pr¨®spera Beirut, de car¨¢cter occidental, muchos han querido creer que ellos ya no pertenec¨ªan a este conflicto de Oriente Medio. Hartos de su car¨¢cter asesino, fundamentalista y desesperado, han vivido encerrados c¨®modamente en su propia burbuja. En Israel muchos consiguieron olvidarse incluso del actual conflicto con los palestinos en Gaza, de los cohetes Kassam que lanzan los palestinos hacia el sur de Israel y del sufrimiento de los palestinos a causa de la reacci¨®n israel¨ª. Pero los ¨²ltimos acontecimientos en la frontera norte han alterado a todos en Israel, ya que han tra¨ªdo el fuego a la puerta de casa, record¨¢ndoles que estos son los materiales con los que aqu¨ª se entreteje la vida.
David Grossman es escritor israel¨ª. Traducci¨®n: Sonia de Pedro.
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