Antonio Machado seg¨²n Ian Gibson
Hace ya dos meses que Ligero de equipaje. La vida de Antonio Machado, la soberbia biograf¨ªa del poeta sevillano que ha escrito Ian Gibson, es un ¨¦xito de ventas. Ayer mismo porque tuve que hacer una visita nada deseada al ?rea de Gobierno de Seguridad y Servicios a la Comunidad de la calle de Albarrac¨ªn, 33, una calle, all¨¢ por Hermanos Garc¨ªa Noblejas, que es un aut¨¦ntico g¨®lgota pues tiene la numeraci¨®n cortada a la altura del n¨²mero 20 por un edificio que obliga a un rodeo de no menos de 700 metros, vi Ligero de equipaje en el escaparate que la librer¨ªa religiosa San Pablo tiene en la acera de los n¨²meros pares de la calle de Alcal¨¢. Esta librer¨ªa est¨¢ pensada, sobre todo, para gente con la fe en Dios viva y est¨¢ a dos pasos de la calle de Rufino Blanco, donde tienen su sede los bomberos que suelen leer los Ejercicios espirituales, de Ignacio de Loyola, entre incendio e incendio para no distraerse con fantas¨ªas sexuales que hacen perder mucha concentraci¨®n en las emergencias. Y al ver a Ian Gibson y a Antonio Machado, quien ya escribi¨® aquello de "y soy, en el buen sentido de la palabra, bueno", compartiendo escaparate con santa ?ngela de M¨¦dici, fundadora de las ursulinas, con san Cayetano, fundador de los teatinos y con un arzobispo de Mil¨¢n, san Carlos Borromeo, sent¨ª que esto tiene que ser la aut¨¦ntica gloria literaria: compartir escaparate con los santos aunque uno sea jacobino, como, por herencia familiar, lo fue Antonio Machado.
La visita al ?rea de Gobierno de Seguridad con el entretenido rodeo de 700 metros me dio marcha viajera y decid¨ª seguir ya andando el resto de la ma?ana. Ayer, viernes de ?rea -y, por desgracia, nada futbol¨ªstica- y de librer¨ªas religiosas, con unas nubes protectoras y una buena temperatura para dar un paseo a pie, enfil¨¦, desde su intersecci¨®n con Hermanos Garc¨ªa Noblejas, la calle de Alcal¨¢ por la acera de los n¨²meros impares y el cielo premi¨® mi buena acci¨®n de hacer deporte sin deslomarme llev¨¢ndome a la otra librer¨ªa -ya digo, la de los n¨²meros impares de Alcal¨¢- que la Red de Librer¨ªas Paulinas tiene, en este caso, abierta para clientes con la fe muerta, como es mi caso, pero que, en su incauta pasi¨®n por los libros, compran tambi¨¦n libros religiosos. Como dice san Pablo -a quien, por cierto, acaba de masacrar con rigor cient¨ªfico Eugenio G¨®mez Segura en su libro Pablo de Tarso. El segundo hijo de Dios-, no mires nunca el alma de tu cliente: si la tiene negra, no te inquietes; si te ha comprado algo, ese hombre ya est¨¢ en el mejor camino.
Al llegar a esta librer¨ªa me acord¨¦ de que el pr¨®ximo martes 18 de julio, a las 18.00, en el Ateneo de Madrid, de la calle del Prado, 21, el ilustre navarro ?lvaro de Marichalar intervendr¨¢ y relatar¨¢ su ¨²ltima proeza tur¨ªstica, que se presenta con este t¨ªtulo: Expedici¨®n mar¨ªtima San Francisco Javier 2006: Hong Kong-Tokyo. Con dolor debo decir que de Francisco de Javier, de cuyo nacimiento se cumple este a?o el quinto centenario, del genial aventurero Francisco de Javier, que hace ya casi 500 a?os viaj¨® por 12 pa¨ªses, salvo que naci¨® en un castillo navarro pr¨®ximo a Sang¨¹esa, no s¨¦ pr¨¢cticamente nada. En consecuencia, para no ir a la conferencia de ?lvaro de Marichalar, como dijo Antonio Machado, con ese esp¨ªritu castellano que desprecia cuanto ignora, compro el libro Los sue?os de Francisco de Javier, de Jos¨¦ Ignacio Tellechea Id¨ªgoras que el librero me vende como la mejor biograf¨ªa existente del santo.
Tras un paseo de 40 minutos cruc¨¦ de acera en la calle de Alcal¨¢ para ir a comprobar si los bomberos estaban leyendo los Ejercicios espirituales, de Ignacio de Loyola -el pr¨®ximo 31 de julio se cumplen los 450 a?os de su muerte- y es cuando vi en el escaparate de la librer¨ªa de la acera de los n¨²meros pares Ligero de equipaje: una biograf¨ªa riguros¨ªsima y de prosa muy ¨¢gil que s¨®lo puede escribir un ex jugador de rugby como es el genial irland¨¦s -y espa?ol: tiene nuestra nacionalidad- Ian Gibson.
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