'Rembrandt, el musical' retrata al genial pintor como un hombre libre
La obra, con un presupuesto de 10 millones de euros, se representar¨¢ hasta febrero de 2007
La mayor producci¨®n teatral holandesa dedicada a una figura nacional: Rembrandt, el musical, ha transformado en un homenaje a la libertad creativa la vida del artista que fuera destruido por los mismos patricios que le procuraron fama y dinero. Estrenada el pasado s¨¢bado -d¨ªa del 400? aniversario de su nacimiento- en el teatro Carr¨¦ de Amsterdam, sigue sus a?os de gloria y sus desventuras personales con la luz y un cuidado vestuario como el mejor decorado. Con un presupuesto de 10 millones de euros, la primera ronda de representaciones llegar¨¢ hasta febrero de 2007.
Respetuosa, sin caer en la apolog¨ªa, la obra acerca al gran p¨²blico a un hombre recto en lo art¨ªstico y derrochador y desdichado en la vida privada. Un esp¨ªritu libre, desde el punto de vista rom¨¢ntico, que rechaz¨® las presiones morales de los ricos comerciantes de Amsterdam. Dicho grupo, influyente y millonario hasta para los c¨¢lculos actuales gracias al comercio de especias, bulbos de tulip¨¢n o az¨²car, le encarg¨® numerosos cuadros. A cambio de verse retratados pretendieron modelar su comportamiento. Compuesta en holand¨¦s con m¨²sica de Jeroen Englebert y Dirk Bross¨¦, la productora (Stardust Theatre) ha aprovechado los servicios de la firma Show Trans para la traducci¨®n simult¨¢nea de las canciones. Con ayuda de un peque?o magnet¨®fono, la trama es explicada en ingl¨¦s, franc¨¦s, japon¨¦s y espa?ol durante los silencios.
Elegancia y delicadeza
"En Amsterdam no cuenta qui¨¦n eres sino a qui¨¦n conoces", le dice en escena al pintor (interpretado por el bar¨ªtono holand¨¦s Henk Poort), el profesor Nicolaes Tulp (el cantante Paul Vaes). Molesto porque ha rechazado a un cliente rico, le advierte que perder¨¢ los favores de "los se?ores de los canales" de persistir en sus intentos libertarios. Tulp le hab¨ªa hecho en 1632 el encargo que le consagrar¨ªa: recrear una de sus lecciones de anatom¨ªa. Escenificada con gran delicadeza en el teatro, presenta el cad¨¢ver y a los estudiantes que siguen a su alrededor las explicaciones forenses a un ritmo suave; casi bailable. El espectador contempla apenas el retablo completo y las luces se apagan. Lo mismo ocurre con La ronda de noche, uno de los momentos m¨¢s esperados de la representaci¨®n.
Pintada en 1642, el a?o de la muerte de su esposa Saskia, los personajes van saliendo de la oscuridad envueltos en el redoble de tambores y algunos gritos. A un lado de la escena, Rembrandt llora a su musa, que ha dejado a Tito, el ¨²nico de los cuatro hijos de la pareja que sobrevive. El vocer¨ªo aumenta y las figuras toman posiciones. Luego aparece la propia Saskia (la actriz y cantante Wieneke Remmers) incluida en el cuadro como un homenaje marital. Un poco de luz, m¨¢s voces, un disparo y cae el tel¨®n de la primera parte. El momento est¨¢ tan conseguido, que durante el pre estreno del pasado jueves se oyeron aqu¨ª abundantes bravos y aplausos espont¨¢neos. Una satisfacci¨®n para Hein Jens, director del teatro Carr¨¦, testigo de los "tres a?os de esfuerzos y energ¨ªa puestos en esta obra, presentada en el lugar mismo donde el artista compraba sus materiales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.