Poco y tarde
Las asociaciones que defienden a los afectados por las filat¨¦licas F¨®rum y Afinsa temen que ¨¦stos s¨®lo recuperar¨¢n parte de las inversiones, y no antes de cuatro a?os
Caras largas y bolsas llenas a reventar de documentos. Serenidad aparente que encubre una ecuaci¨®n perversa: corre el tiempo, sedimenta la resignaci¨®n y comienza a instalarse la conciencia de que ser¨¢ muy dif¨ªcil recuperar el dinero que un d¨ªa se crey¨® a buen recaudo. Los afectados de la presunta estafa masiva de las empresas F¨®rum Filat¨¦lico y Afinsa, intervenidas hace 70 d¨ªas, van cayendo en el des¨¢nimo, y en la rabia. Ni sellos, ni dinero, ni perspectivas de recuperar la inversi¨®n a corto plazo.
Toca ahora demostrar sus contratos con las empresas, con la esperanza de que cuando se valoren los activos de las firmas y se liquiden y, tras pagar a los acreedores que tienen preferencia, como Hacienda, la Seguridad Social o los sueldos de los trabajadores, quede algo a repartir entre los clientes. El proceso, sin precedentes en Espa?a, con m¨¢s de 350.000 afectados, se espera largo, no menos de cuatro a?os, y podr¨ªa llegar hasta cinco, seg¨²n algunas asociaciones como la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU).
"Con los afectados hemos tenido que hacer de psic¨®logos", dicen las asociaciones
La mayor¨ªa se muestran muy prudentes, pero tambi¨¦n se reconocen realistas. Los casos que se hab¨ªan dado hasta ahora ten¨ªan que ver con inversiones financieras y estaban cubiertas por el fondo de garant¨ªa, Fogain, que no protegen las inversiones en bienes tangibles. A¨²n as¨ª, por ejemplo, los afectados por el caso Gescartera s¨®lo pudieron cobrar un tope de 20.000 euros por afectado. "Vi¨¦ndoles se te abren las carnes. Pero el Estado no es el responsable como muchos afectados pretenden. Es una estafa. Yo creo que la gente sabe m¨¢s o menos que no hay nada", indica Ana Ceballo, de la Asociaci¨®n General de Consumidores, que calcula que en cualquier caso lo m¨¢s probable es que no vean ni un euro antes de cuatro a?os.
Coincide en esta valoraci¨®n Jos¨¦ Ram¨®n Lozano, del gabinete jur¨ªdico de la Federaci¨®n Uni¨®n Nacional de Consumidores y Amas de Hogar, pero matiza que los plazos en un proceso tan complejo son impredecibles. Fernando Herrero, vicepresidente de Adicae, plantea que los organismos del Estado renuncien a su parte de la liquidaci¨®n en favor de los afectados, para que ¨¦stos "puedan recuperar algo de dinero". Ninguna de estas organizaciones ha reclamado la responsabilidad subsidiaria del Estado.
Mientras, Mar¨ªa del Prado Cortes se?ala que desde Ceaccu, la asociaci¨®n de la cual es secretaria general, que "¨¦ste es el caso judicial por antonomasia. Nunca se ha visto un proceso de estas proporciones. Ni podemos darles falsas esperanzas de recuperar el dinero, ni de que esto vaya a ser corto". Muchas m¨¢s hojas se caer¨¢n del calendario antes de que se celebre el juicio que determine la responsabilidad de los directivos, la v¨ªa penal, que podr¨ªa llegar hasta los 10 a?os, seg¨²n estas asociaciones. Casos como Gescartera, en 2001, o Banfisa -un fiasco filat¨¦lico muy similar al de F¨®rum o Afinsa que destap¨® en 2001- a¨²n no han sido juzgados. Por esta v¨ªa la recuperaci¨®n es mucho m¨¢s improbable. A las asociaciones que integran el Consejo de Consumidores y Usuarios y que est¨¢n aglutinando a los perjudicados por la presunta megaestafa, les ha tocado hacer casi "hasta de psic¨®logos", como se?ala Gustavo Zamalloa, secretario general de la Federaci¨®n de Consumidores Independientes.
En una de las asambleas informativas de Adicae en Madrid hac¨ªan cola cientos de afectados la semana pasada. Una pareja de jubilados que invirti¨® todos sus ahorros, 90.000 euros, para asegurarle el futuro a su hijo deficiente; una mujer que repite como una letan¨ªa entre l¨¢grimas "mi hija, mi hija, que meti¨® en enero y en diciembre"; una mujer que perdi¨® casi a un tiempo a su marido y los 360.000 euros invertidos a principios de este mismo a?o, que dice: "Es como si me hubieran prendido fuego, no siento nada, las pastillas s¨®lo hacen que duerma una hora, no puedo dormir m¨¢s, ya todo da igual"... La mayor¨ªa, en una especie de estado de shock hablan mec¨¢nicamente y reconocen que recuperar todo ser¨¢ una tarea casi imposible. ?ngel tiene invertidos 50.000 euros se?ala culpables: "Ninguno de los dos Gobiernos, ni ¨¦ste ni el anterior, han hecho su trabajo. Yo desde luego no vuelvo a votar", dice mientras reconoce que lo de cobrar cada d¨ªa lo ve peor.
Muchas dudas sobre los sellos
Los sellos que F¨®rum y Afinsa vendieron a sus clientes est¨¢n tambi¨¦n entre los bienes intervenidos judicialmente a las empresas. El principal dilema al que tendr¨¢n que enfrentarse los administradores es qu¨¦ hacer con ellos. El primer paso es realizar una valoraci¨®n independiente de los miles de fondos de ambas empresas.
De ah¨ª pueden surgir varios problemas. El primero ser¨ªa el precio real de los sellos. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, algunos lotes se sobrevaloraron hasta un 900%. La Agencia Tributaria detect¨® que en 2003 Afinsa compr¨® sellos por valor de 60 millones para despu¨¦s revenderlos a sus clientes por 700. Los expertos designados por los administradores tambi¨¦n deber¨¢n determinar si entre los sellos se encuentra alguna falsificaci¨®n. Una vez valorados los fondos filat¨¦licos, se deber¨¢ decidir si ¨¦stos se devuelven a los clientes que firmaron contratos con F¨®rum y Afinsa, o se ejecuta su venta para hacer frente a las deudas de ambas compa?¨ªas con los acreedores. Sin embargo, esta ¨²ltima opci¨®n plantea la duda de qui¨¦n se encargar¨ªa de esa venta y cu¨¢nto tiempo tardar¨ªan en liquidarse todos los sellos. En cualquier caso, la entrada en el mercado de estas colecciones producir¨ªa una saturaci¨®n, por lo que su valor caer¨ªa en picado. Tambi¨¦n queda por ver si las compa?¨ªas intervenidas asignaban los sellos a un ¨²nico comprador, o por el contrario un mismo fondo filat¨¦lico pod¨ªa haber sido vendido a varios clientes.
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