Reg¨ªmenes petroleros

Las elecciones generales celebradas en M¨¦xico representaron un grave retroceso en su avance democr¨¢tico. El proceso estuvo viciado de principio a fin y s¨®lo queda el veredicto ¨²ltimo del Tribunal Federal Electoral que podr¨ªa restablecer la legalidad de la elecci¨®n, otorgar legitimidad a sus resultados y sentar las bases para la gobernabilidad del pa¨ªs.

La insurgencia ciudadana que ha comenzado a gestarse arroj¨® ya a las calles una multitud estimada en quinientas mil personas y para el pasado domingo se esperaba una asistencia dos veces mayor. En esta ocasi¨®n se desprendieron contingentes de los trescientos distritos electorales de la Rep¨²blica, muchos de los cuales alimentaron la marcha de la capital.

Algunos hablan de "pinochetazo" incruento, cuando menos hasta ahora

Hay la sensaci¨®n generalizada de haber sido v¨ªctimas de una "elecci¨®n de Estado"

La exigencia social es un nuevo conteo de votos por parte del Tribunal, habida cuenta del crecido n¨²mero de impugnaciones presentadas por diversos partidos. Para fundamentar esta demanda de recuento total se esgrimen tambi¨¦n las llamadas causales gen¨¦ricas, que no se relacionan directamente con las acciones fraudulentas y las manipulaciones cibern¨¦ticas cometidas el d¨ªa de la elecci¨®n, sino con las conductas previas de autoridades, partidos y candidatos que hayan violentado la legislaci¨®n electoral.

El Tribunal anul¨® en tiempos recientes las elecciones para gobernador en los Estados de Tabasco y Colima, cuyos resultados fueron igualmente estrechos. En ambos casos justific¨® su fallo en el hecho de que las violaciones incurridas eran de tal manera "graves o trascendentes", que hab¨ªan puesto en duda "la credibilidad y la legitimidad de los comicios" y que por lo tanto esas elecciones no eran "aptas para surtir efectos legales".

En efecto, el Tribunal Electoral tiene la facultad de declarar la validez de las elecciones, que hasta 1994 estaba reservada a la C¨¢mara de Diputados. No podr¨ªa ponerse en duda que la competencia para validar una elecci¨®n supone la capacidad jur¨ªdica de invalidarla. Caso en el cual, conforme a la ley debiera convocarse a nuevas elecciones en un plazo de cuarenta y cinco d¨ªas.

En la legislaci¨®n mexicana la facultad concedida al respecto a la Suprema Corte de Justicia no es vinculante. Se la capacita no obstante para la averiguaci¨®n de hechos que constituyan "violaci¨®n del voto p¨²blico", siempre que a su juicio "pudiera ponerse en duda la legalidad de todo un proceso de elecci¨®n de alguno de los Poderes de la Uni¨®n". En ese caso, enviar¨¢ los resultados de la investigaci¨®n a los ¨®rganos competentes; esto es, al propio Tribunal.

Esta ¨²ltima disposici¨®n corresponde al papel asignado a la Corte en los casos de violaciones graves de los derechos humanos. Se basa en que el derecho al sufragio es una prerrogativa ciudadana inviolable. Tambi¨¦n, en la premisa mayor de que la potestad de elegir libremente a los gobernantes es el fundamento mismo de la soberan¨ªa.

Sin embargo, la demanda de la Coalici¨®n que postul¨® a L¨®pez Obrador no apunta hacia la nulidad de la elecci¨®n. Su reclamo es otro y corresponde a una extendida demanda social. Lo que pide es "limpiar la elecci¨®n", exigencia que viene desde el hist¨®rico fraude de 1988. La gente no busca que el sufragio sea anulado, sino que sea respetado. De ah¨ª la encendida popularidad del grito: "Voto por voto, casilla por casilla".

Hay la sensaci¨®n generalizada de haber sido v¨ªctimas de una "elecci¨®n de Estado". Lo que es m¨¢s grave, se est¨¢ perdiendo la confianza en el funcionamiento del sistema electoral que con tantos sacrificios fue construido para derrocar al antiguo r¨¦gimen. Se estima que, en vez de haber impulsado la transici¨®n democr¨¢tica, el Gobierno de Vicente Fox decidi¨® emplear todos los recursos p¨²blicos a su alcance para permanecer en el poder.

Poco despu¨¦s de haberse instalado en la casa presidencial, Fox lanz¨® un proyecto que ¨¦l mismo llam¨® "reeleccionista". Alfonso Durazo, quien fuera a la saz¨®n su secretario particular y que luego habr¨ªa de renunciar denunciando esos hechos, narra en su libro Los saldos del cambio los inicios de esa aventura cuya beneficiaria original era la esposa del presidente y su segundo destinatario el secretario de Gobernaci¨®n. Finalmente recay¨® en Felipe Calder¨®n, merced a las maniobras de los n¨²cleos m¨¢s facciosos del partido. La derecha pura y dura.

La gran paradoja es que el fracaso pol¨ªtico del Gobierno y la pat¨¦tica mediocridad de su gesti¨®n no fueron ¨®bice para la ejecuci¨®n de un plan que asegurara su perduraci¨®n pol¨ªtica. Utilizaron sin escr¨²pulos las potestades que el sufragio les otorg¨® para actuar en contra de la voluntad ciudadana. No estaba errado aquel estudiante que, en protesta contra el intento fallido de desaforar a L¨®pez Obrador, exhibi¨® ante el rostro del presidente un letrero que rezaba "traidor a la democracia".

La conducta del Ejecutivo Federal y de los gobernadores del PAN no dejan lugar a dudas sobre su intenci¨®n de suplantar al PRI y de convertir una incipiente transici¨®n democr¨¢tica en una transici¨®n din¨¢stica. Se fueron los Austrias y llegaron los Borbones, por tanto tiempo como las complicidades que han tejido se lo permitan. Se acab¨® el sistema de partido hegem¨®nico y comienza el tiempo del dinero hegem¨®nico.

?sta es sin duda una elecci¨®n ideol¨®gica destinada a implantar una "democracia hemipl¨¦jica", donde s¨®lo la derecha pueda ejercer el poder nacional. Frente al avance de las izquierdas en Am¨¦rica Latina se trata de conformar, en el pa¨ªs m¨¢s estrat¨¦gico de la regi¨®n, un modelo pol¨ªtico que, bajo la cobertura del sufragio libre, perpet¨²e un amasiato de poderes f¨¢cticos en la conducci¨®n del Estado.

Se ha dicho que la globalizaci¨®n se ha vuelto para algunos incompatible con la democracia, por las enormes desigualdades que genera y el dram¨¢tico debilitamiento de las instituciones p¨²blicas en que se sustenta. Lo que se intenta es prolongar la vigencia del consenso de Washington, mediante la instalaci¨®n de Gobiernos supeditados a un proyecto transnacional. Algunos hablan de "pinochetazo" incruento, cuando menos hasta ahora.

Un dato relevante es la utilizaci¨®n de los excedentes petroleros por el nuevo r¨¦gimen para ubicarlos y repartirlos de acuerdo con estrategias electorales. En efecto, los ingresos por concepto de exportaci¨®n de hidrocarburos mexicanos se incrementaron de 9,9 miles de millones de d¨®lares en 1999 a 31,4 en 2005. Durante los a?os de esta administraci¨®n el total de esos ingresos asciende a 119,86 miles de millones de d¨®lares.

En un pa¨ªs con ingresos fiscales anormalmente bajos, esos recursos adicionales otorgan al Gobierno que los manipula un margen excepcional de maniobra pol¨ªtica o militar. Ese fue el caso de Sadam Husein en Irak y de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela, con independencia del sesgo ideol¨®gico y de la naturaleza de los reg¨ªmenes que implantaron. Esa es la clave a la que apuesta la nueva dinast¨ªa que pretende establecerse en M¨¦xico.

Visto desde la acera opuesta, esos recursos har¨ªan posible un programa de crecimiento econ¨®mico con empleo decente, educaci¨®n p¨²blica de calidad, avances cient¨ªficos y tecnol¨®gicos, redistribuci¨®n del ingreso y abatimiento de la pobreza. El camino de un Estado de bienestar que har¨ªa viable el programa de la izquierda y cambiar¨ªa las relaciones del pa¨ªs con la globalidad.

Esas son las razones por las que, m¨¢s all¨¢ de un conflicto electoral, estamos frente a un evento hist¨®rico en el que se cifra el futuro de M¨¦xico y en buena medida el de Am¨¦rica Latina.

Porfirio Mu?oz Ledo es diplom¨¢tico mexicano.