"Metro me prometi¨® trabajo y piso; no he recibido nada"

"Los de Metro se est¨¢n riendo de m¨ª. Despu¨¦s del accidente me prometieron muchas cosas y en todo este tiempo no tengo ni la casa ni el trabajo que dijeron que me iban a dar. De la indemnizaci¨®n tampoco s¨¦ nada".

Con estas duras palabras empieza Miriam Alonso Corraliza a quejarse de la compa?¨ªa y del Gobierno regional. Asegura que las buenas palabras que acompa?aron los d¨ªas posteriores a su ataque se han quedado en papel mojado. Y de eso han pasado m¨¢s de nueve meses, cuando Jorge R. V., de 23 a?os, la arroj¨® al metro en la estaci¨®n de Carabanchel cuando llegaba el convoy.

Miriam sufri¨® la amputaci¨®n de la pierna izquierda y lesiones en la cara y en el pie derecho. El agresor actu¨® presa de la esquizofrenia paranoide que sufr¨ªa y para la que hab¨ªa dejado de tomar la medicaci¨®n necesaria varias semanas antes, seg¨²n concluyeron tres equipos de psiquiatras que estudiaron el caso. ?stos concluyeron que Jorge R. V. no era responsable de sus actos ya que cre¨ªa en sus delirios que deb¨ªa matar a alguien para obtener el perd¨®n de Dios.

Miriam ha sido sometida a ocho operaciones, pero a¨²n le quedan muchas m¨¢s por delante

"Creo que hicieron todas esas promesas porque pensaron que me iba a morir"

Miriam responde a las preguntas con semblante serio. Este hecho contrasta con la sonrisa que siempre la ha caracterizado en sus encuentros con la prensa. Al da?o f¨ªsico que sufri¨® por el ataque de Jorge R. V. le ha acompa?ado la desidia de la direcci¨®n de Metro. "Todo este tiempo lo he pasado entre bien y mal. Bien porque he estado con mi familia y con mis amigos. Mal porque en otros temas no hemos avanzado nada", confiesa Miriam.

"Me prometieron que no me iba a faltar de nada, que me dar¨ªan un trabajo adaptado a mis posibilidades. De todo eso no hay nada. Lo he pedido y lo he reclamado, y nadie me dice nada. Se han olvidado de m¨ª", asegura la v¨ªctima.

Miriam ha pedido a trav¨¦s de su abogada, Olga L¨®pez, varias entrevistas con la presidenta regional, Esperanza Aguirre, para intentar tratar su problema y sacarlo adelante. Siempre ha recibido el no por respuesta. "Nos llamaron por tel¨¦fono y nos dijeron que por problemas de agenda no nos pod¨ªan recibir. Que m¨¢s adelante ya lo ver¨ªan", protesta Miriam. "Toda esta situaci¨®n me da mucho que pensar. Creo que hicieron todas esas promesas porque yo estaba muy grave despu¨¦s del accidente y pensaron que me iba a morir. Es duro decirlo, pero es la realidad", a?ade.

"A estas alturas deber¨ªa tener, como m¨ªnimo, la indemnizaci¨®n. Eso me permitir¨ªa vivir con mayor tranquilidad y no depender tanto de mis padres", explica la mujer. El accidente ha obligado a su madre a abandonar su trabajo en el municipio cacere?o de Logros¨¢n y trasladarse a vivir a Fuenlabrada con su hija. El padre se ha quedado en la poblaci¨®n natal, donde sigue trabajando. "Es muy duro porque ahora dependemos toda la familia de un sueldo, el de mi padre, y eso se nota", sentencia Miriam.

"?Por qu¨¦ han prometido tantas cosas si no iban a cumplir nada de lo que han dicho? Estamos pensando en hacer algo llamativo, en algo importante para que todo el mundo se entere de qui¨¦n est¨¢ al frente de Metro y de la Comunidad de Madrid. Creo que se debe hacer justicia", afirma Miriam.

La situaci¨®n, adem¨¢s, se puede complicar en breve, si se confirma el an¨¢lisis pericial que ha encargado la abogada de Miriam a una empresa especializada en la materia. Sus conclusiones iniciales apuntan a que el maquinista, Alberto R., debi¨® de ver c¨®mo Jorge R. V. lanzaba a Miriam a la v¨ªa y debi¨® de tener tiempo para frenar el convoy sin arrollar a Miriam. "Es l¨®gico, porque a m¨ª me empuja justo cuando el metro estaba entrando en la estaci¨®n. Hay muchos metros para parar el metro", a?ade la v¨ªctima. En caso de confirmarse, no dudar¨¢ en acusar al conductor y a la empresa Metro de Madrid como responsable civil subsidiaria para que se encargue de las indemnizaciones. "Duele mucho saber que el accidente pudo evitarse", se?ala rotunda.

"Hay un procedimiento judicial abierto y conf¨ªo en que la justicia investigue a fondo y se sepa toda la verdad sobre el ataque que sufr¨ª", concluye.

La voz distinta a esta carrera de olvidos la pone la mutua La Fraternidad. Como Miriam sufri¨® el accidente instantes despu¨¦s de salir de trabajar en una gestor¨ªa junto a la estaci¨®n de metro de Carabanchel, se consider¨® accidente laboral. Por eso, La Fraternidad se ha hecho cargo de todos los gastos derivados del ataque y la recuperaci¨®n.

Miriam tiene por delante el reto de hacerse a una nueva vida. Ha sido sometida a ocho operaciones y sabe que a¨²n le quedan muchas m¨¢s por delante. Desde el primer momento, sin embargo, ha demostrado tener un car¨¢cter fuerte. "La propia Miriam la que nos da su apoyo y sus ¨¢nimos para seguir adelante. Nos anima m¨¢s que nosotros a ella", afirm¨® su padre, Manuel, cuando ella a¨²n estaba ingresada en el hospital tras la agresi¨®n.

El pasado lunes empez¨® un tratamiento para ver si le pueden colocar una pr¨®tesis y dejar as¨ª las muletas. Se trata de un proceso largo y complicado para el que tendr¨¢ que viajar a Barcelona, donde est¨¢n los mejores especialistas en traumatolog¨ªa.Tambi¨¦n tendr¨¢ que ser operada por un cirujano pl¨¢stico para reconstruirle parte de la nariz.

"Menos mal que estaba trabajando, porque, en caso contrario, tendr¨ªa que haberme pagado todo el tratamiento con mi dinero, y yo no tengo ese capital para hacer frente a los pagos. Si no llega a ser por La Fraternidad, ahora estar¨ªa postrada en una cama, sin posibilidad de recuperarme", explica. Miriam acude todas las ma?anas a rehabilitaci¨®n. Por las tardes sale a dar una vuelta con su madre para distraerse.

Esta vecina de Fuenlabrada ha pasado muy malos momentos en las ¨²ltimas semanas a consecuencia del accidente del metro de Valencia, en el que murieron 43 personas por el descarrilamiento de un convoy en la l¨ªnea 1: "He sentido mucha agon¨ªa y mucha impotencia. Ante tantas personas muertas, tambi¨¦n ha habido muchas personas que han resultado heridas o amputadas por culpa del Metro o del conductor. Quiz¨¢ esto tambi¨¦n se podr¨ªa haber evitado. Es lo triste del caso".

Miriam ha recibido durante todo este tiempo m¨²ltiples muestras de apoyo de su pueblo natal, Logros¨¢n. No han parado de llamarla y de preocuparse de ella. Igual ha ocurrido con los compa?eros que trabajaban con ella en la gestor¨ªa de Carabanchel.

De momento no se ha planteado cu¨¢l puede ser su futuro. Asegura que tiene cosas m¨¢s importantes en las que pensar para dise?ar c¨®mo pueden ser los pr¨®ximos a?os. Lo que tiene claro es que siempre estar¨¢n sus padres y su familia. "A¨²n me queda mucho por pasar. Hay mucho por hacer", concluye.