?Guerra o castigo en Oriente Pr¨®ximo?
Aunque nada rebaje el repudio que provoca el brutal uso de la fuerza tanto por unos (Ham¨¢s y Hezbol¨¢) como por otros (Israel), es relevante determinar si estamos ante una nueva guerra ¨¢rabe-israel¨ª o ante una m¨¢s de las innumerables operaciones de castigo que jalonan este largo conflicto. Las consecuencias ser¨ªan muy distintas en uno u otro caso, en un contexto en el que se asume que la violencia no aporta soluciones definitivas sino, en el mejor de los casos, alg¨²n rival m¨¢s eliminado y cierto tiempo ganado hasta la pr¨®xima crisis.
M¨¢s all¨¢ de las impactantes im¨¢genes de estos d¨ªas, podemos concluir que una nueva guerra ¨¢rabe-israel¨ª, tal como ¨¦sta se entiende desde 1948, no es la opci¨®n m¨¢s probable. A pesar del constante intercambio artillero, no se dan las condiciones, ni hay deseo por parte de los principales actores implicados, para desencadenar un enfrentamiento generalizado. En primer lugar, hay que recordar que Egipto, ya desde 1978, no cuenta en esta historia. Su acuerdo de paz con Israel, su pretendido papel de intermediario regional y, sobre todo, su obediencia a los dictados de Washington lo descartan como enemigo militar de Tel Aviv. Sin su participaci¨®n, es bien sabido que la abrumadora superioridad convencional y nuclear israel¨ª disuade al resto de los pa¨ªses ¨¢rabes de aventurarse en una derrota cinco veces repetida.
No hay deseo por parte de los principales actores de un conflicto generalizado
Siria, que pretende liderar el frente de rechazo a Israel, es consciente de su debilidad, mucho m¨¢s acusada desde que desapareci¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Es bien evidente que en estos d¨ªas el principal inter¨¦s de Damasco es evitar verse implicado directamente en un conflicto que no le conviene (ofrece su territorio para evacuar a civiles occidentales e incluso ha negado haber recibido un ataque israel¨ª). Su tradicional apoyo a Hezbol¨¢ no llega al extremo de jugarse la pervivencia del r¨¦gimen por intentar cubrir a un socio instrumental al que, adem¨¢s, empieza a ver como derrotado en la confrontaci¨®n que se avecina.
Tampoco Israel puede desear que se reabran todos los frentes vecinales cuando tanto le est¨¢ costando controlar su propio patio trasero (Gaza y Cisjordania). Sabe, al menos desde la guerra del Yom Kippur (1973), que su superioridad no le garantiza la victoria y teme, por el contrario, verse empantanado en una confrontaci¨®n asim¨¦trica con un constante goteo de bajas y secuestros de soldados, social y pol¨ªticamente tan impactantes. Adem¨¢s, Washington dif¨ªcilmente puede aceptar un estallido regional generalizado que se a?ada a su desventura iraqu¨ª, mientras Ir¨¢n asoma por el horizonte. Es precisamente Ir¨¢n el ¨²nico que puede encontrar ciertas ventajas en movilizar a sus peones (Hezbol¨¢ entre ellos) para ense?ar los dientes a quienes tratan de evitar que se convierta en el l¨ªder de Oriente Medio, aprovechando la extrema debilidad de Irak y los problemas de EE UU.
Si no estamos, pues, ante la sexta guerra, ?qu¨¦ es lo que tenemos ante nosotros? Por lo que respecta a Hezbol¨¢, estar¨ªamos ante una huida hacia delante, empe?ado en demostrar su control del escenario liban¨¦s (resulta pasmosa la par¨¢lisis del gobierno ante el bloqueo israel¨ª y los ataques recibidos) y de liderar la resistencia a Israel. Su empe?o en seguir lanzando cohetes contra Haifa y otras ciudades demuestra que acepta el reto de un enfrentamiento directo con las Fuerzas de Defensa Israel¨ª (FDI). Aunque se confirme su arsenal de hasta 12.000 cohetes y misiles de procedencia principalmente iran¨ª -contra poblaciones, contracarro y antia¨¦reos-, tiene que saber que la victoria no est¨¢ a su alcance, aunque estime que puede bastarle con atrapar a Israel en una guerra de desgaste en territorio liban¨¦s.
Israel, por su parte, trata de escapar a la indeseable situaci¨®n de verse implicado en dos frentes (Gaza y sur de L¨ªbano), buscando hacer pagar los secuestros de sus soldados (que no de recuperarlos) y, sobre todo, de aprovechar las circunstancias para golpear a sus m¨¢s inmediatos enemigos, mientras env¨ªa un n¨ªtido mensaje a sus promotores (Siria e Ir¨¢n). La escalada militar resulta ya dif¨ªcilmente evitable. Mientras las FDI siguen bombardeando infraestructuras libanesas y evitando que Hezbol¨¢ pueda recibir refuerzos exteriores -encerr¨¢ndolo en el sur del pa¨ªs para cortarle una posible retirada-, ha llamado a filas a sus reservistas. Esto es algo m¨¢s que un simple gesto simb¨®lico. Los negativos efectos sociales y econ¨®micos que tiene la movilizaci¨®n general hacen pensar que si el gobierno de Ehud Olmert la ha decidido, es porque se prepara una masiva operaci¨®n terrestre en suelo liban¨¦s. Sus objetivos, en una acci¨®n que cabe imaginar profunda en extensi¨®n pero lo m¨¢s corta posible en tiempo (por tanto, sin ¨¢nimo de repetir una ocupaci¨®n que tantos dolores de cabeza le produjo hasta su retirada en mayo de 2000) no es otro que procurar el mayor grado de desmantelamiento de las capacidades de Hezbol¨¢ (exactamente lo mismo que persigue en Gaza con Ham¨¢s). La dificultad a?adida est¨¢ en procurar que no haya una reacci¨®n de las fuerzas armadas libanesas y, mucho m¨¢s preocupante, de las sirias.
En consonancia con esa previsi¨®n, siempre sometida a los imponderables de toda operaci¨®n militar, habr¨¢ que seguir tambi¨¦n la pista a los dem¨¢s actores. Estados Unidos seguir¨¢ mostrando su respaldo total a Israel bloqueando, como ya ha hecho esta pasada semana, cualquier posible condena de la ONU a una actuaci¨®n que ya est¨¢ siendo desproporcionada desde el principio. Su inter¨¦s prioritario es evitar la escalada regional y que sus ciudadanos localizados en L¨ªbano (estimados en varios miles) puedan ser, como ya ocurri¨® en los a?os ochenta, convertidos en rehenes con los que Hezbol¨¢ procure blindarse. Esto ¨²ltimo puede estar retrasando el ataque israel¨ª, hasta que Washington consiga extraer a la mayor¨ªa.
Mientras tanto, y aunque le tiente la posibilidad de implicarse activamente en un territorio que pretende no s¨®lo controlar sino integrar bajo su bandera, a Siria puede interesarle mucho m¨¢s esperar a que una derrota de Hezbol¨¢ (que siempre pensar¨¢ que no va a ser definitiva) le permita recuperar la posici¨®n que ha tenido en ese pa¨ªs hasta muy recientemente, a la espera de recibir as¨ª el premio de verse reconocido como un actor racional y estable que no conviene eliminar. Por el contrario, Ir¨¢n es, como ya se ha apuntado, quien puede estar m¨¢s interesado en a?adir fuego al incendio. En su af¨¢n por aliviar la presi¨®n que EE UU ejerce sobre Teher¨¢n, los gobernantes iran¨ªes pueden calcular que les rinde buenos dividendos mostrar otra carta, adem¨¢s de las que ya manejan en Irak, de su poder actual.
En definitiva, un juego peligroso pero nada descabellado para quienes prefieren mirar al mundo como un tablero de ajedrez en el que ninguna pieza tiene forma humana, sean soldados o civiles israel¨ªes, palestinos o libaneses.
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH, Madrid).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ham¨¢s
- Opini¨®n
- L¨ªbano
- Hezbol¨¢
- Territorios palestinos
- Estados Unidos
- Ir¨¢n
- Israel
- Conflictos fronterizos
- Oriente pr¨®ximo
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Geopol¨ªtica
- Oriente medio
- Relaciones internacionales
- Asia
- Conflictos
- Partidos pol¨ªticos
- Grupos terroristas
- Defensa
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Fronteras
- Pol¨ªtica exterior
- Relaciones exteriores