Provenzano, mensajes mafiosos hasta en la c¨¢rcel
El 'capo' detenido en Corleone sigue escribiendo sus notas en papelitos
Todos los d¨ªas lee la Biblia y hace ejercicio con una bicicleta est¨¢tica. Come s¨®lo verduras y platos ligeros. Y escribe obsesivamente sus pizzini, las ya legendarias notas manuscritas sobre peque?os papeles a trav¨¦s de las que se comunicaba con los suyos. As¨ª es la vida del gran capo de la mafia, Bernardo Provenzano, en la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Terni, en el centro de Italia. All¨ª, en una celda de cuatro metros por tres y medio, ha acabado recluida despu¨¦s de casi 43 a?os la trama de clandestinidad y misterio m¨¢s espectacular de la historia del grupo criminal siciliano.
El padrino corleon¨¦s, seg¨²n revel¨® ayer el diario italiano La Repubblica, se levanta todos los d¨ªas a las cinco en punto. Bebe un sorbito de agua, y empieza a escribir, aunque ya no pueda entregar a nadie sus apuntes. Todas las ma?anas, dos o tres horas. Bebiendo el caf¨¦ con leche. Dif¨ªcil dejar una costumbre a los 73 a?os.
Provenzano est¨¢ recluido en aislamiento absoluto, vigilado por c¨¢maras 24 horas sobre 24, en un bloque especial de la c¨¢rcel reservado s¨®lo a ¨¦l. Una prisi¨®n en la prisi¨®n, con almac¨¦n, patio -donde el boss pasea dos horas al d¨ªa, siempre por la tarde-, y sala de videoconferencias exclusivos. S¨®lo podr¨¢ recibir visitas de sus abogados y, una vez al mes, de su mujer y sus dos hijos.
Una Biblia de regalo
Provenzano, seg¨²n relata La Repubblica, no lee peri¨®dicos ni revistas. S¨®lo la Biblia. Una nueva, regalada por la direcci¨®n de la c¨¢rcel. La suya, la que se encontr¨® en su escondite, est¨¢ bajo secuestro, en manos de los fiscales palermitanos: se dieron cuenta de que estaba toda llena de anotaciones.
Hay otra lectura que llena los d¨ªas del capo: sentencias, notificaciones, todo tipo de acto judicial que le concierna o le pueda interesar. Su celda est¨¢ llena de estos papeles, desde ordenes de captura firmadas por Giovanni Falcone hace m¨¢s de 20 a?os, hasta las actas m¨¢s recientes.
La televisi¨®n, naturalmente, acompa?a a Provenzano en su reclusi¨®n. Curiosamente, no vio ning¨²n partido de los mundiales de f¨²tbol. Mientras los azzurri se abr¨ªan camino hacia la copa, el l¨ªder mafioso permanec¨ªa absorto en sus papeles y pensamientos. En cambio, desde su ingreso en la prisi¨®n, no se ha perdido ni un telediario de las 20.30 de Rai 2.
El procedimiento para llevarle la comida es muy estricto, por el temor a envenenamientos. Un oficial de la polic¨ªa penitenciaria coge del comedor com¨²n raciones, respetando las peticiones de Provenzano ("Por favor, s¨®lo alimentos ligeros. Y sobre todo nunca nada picante, me hace da?o"). El mismo oficial, tras sellar los contenedores, tiene que entregar la comida al mafioso.
El boss fue detenido cerca de Corleone, en Sicilia, el 11 de abril de este a?o. En el lugar de la detenci¨®n se intervinieron, adem¨¢s de la Biblia, m¨¢s de 200 pizzini. Gracias a ellos -?y a la Biblia?- hace un mes, la polic¨ªa detuvo a otros 45 supuestos hombres de mafia.
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