Confort y seguridad
Gracias al techo duro retr¨¢ctil, el nuevo C70 re¨²ne en un solo modelo las ventajas que ofrec¨ªan las dos carrocer¨ªas de su antecesor. No es tan exclusivo, porque comparte la base mec¨¢nica y muchos elementos del S40, pero tiene un interior mejor resuelto y se va sentado bajo, como se espera en un deportivo. Adem¨¢s, la posici¨®n de conducci¨®n es c¨®moda: el volante se regula en altura y distancia, y el asiento del conductor incluye reglajes el¨¦ctricos (acabado Summum).
Cinco cilindros de gasolina
La unidad de pruebas equipaba el veterano motor 2.4i de 170 CV, un cinco cilindros de 20 v¨¢lvulas que es la versi¨®n intermedia de gasolina y ofrece un tacto muy fino y sin vibraciones. A primera vista, la potencia parece m¨¢s que suficiente para este coche, pero entre el cambio, que tiene s¨®lo cinco marchas, y los dispositivos del techo r¨ªgido, que elevan el peso hasta casi 1.700 kilos, acusa cierta falta de br¨ªo y es perezoso en las recuperaciones.
As¨ª, responde con elasticidad desde 1.500 hasta 4.000 vueltas, aunque le falta garra, y despu¨¦s se estira con m¨¢s nervio hasta las 6.500 revoluciones. En conducci¨®n tranquila mantiene buenos ritmos de crucero, pero cuando se necesita acelerar con br¨ªo para adelantar, o en las subidas pronunciadas, le cuesta mover el peso y exige reducir de marcha y exprimir la mec¨¢nica. Y este tipo de conducci¨®n se refleja en el consumo, bastante variable: a ritmos suaves apenas gasta nueve litros, pero puede llegar a 12 en ciudad y cuando se apuran las marchas.
Confortable y seguro
Aunque las suspensiones priman el confort, apenas penalizan la estabilidad. El compromiso elegido por Volvo es ideal para carreteras con buen asfalto y autopista, un tipo de trazado en el que el C70 viaja con comodidad y aplomo, absorbe bien las ondulaciones y transmite seguridad. No tiene la eficacia din¨¢mica de los cup¨¦s deportivos, pero ofrece un comportamiento correcto para un cabrio.
La situaci¨®n cambia en trazados m¨¢s virados o en mal estado, porque aunque balancea lo justo y tiene una direcci¨®n r¨¢pida y precisa, no resulta especialmente ¨¢gil en curvas enlazadas, acusa el peso y transmite las irregularidades al volante. Pero cuando m¨¢s se nota la p¨¦rdida de estabilidad y precisi¨®n, aunque no tanto como en otros cabrios, es al descapotarlo. Y es que el techo met¨¢lico refuerza la solidez del conjunto y hace que el coche sea m¨¢s r¨ªgido y estable al circular cerrado, pero cuando se descubre pierde aplomo y rigidez, e invita a bajar el ritmo. En contrapartida, si se conduce relajadamente permite viajar a cielo abierto sin que moleste el aire, al menos con el deflector de viento opcional, que reduce al m¨ªnimo las turbulencias en el interior.
Otra virtud que distingue al C70 de otros rivales es su completo equipo de seguridad: seis airbags, ABS, ESP y unos sofisticados arcos de acero que se despliegan al detectar peligro de vuelco.
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