Trabajando para el 'enemigo'
Cinco auxiliares gallegos del Phonak que llevaron a Pereiro desde infantil celebraron como nadie la victoria de Landis
Son¨® la gaita, onde¨® la bandera blanca con la diagonal azul, se bail¨® una mu?eira y se cant¨® La rianxeira. Modesto, Mois¨¦s, Jos¨¦ Luis, Teixeira, Antonio, gallegos de Porri?o, de Mos, de Ponteareas, un peque?o rinc¨®n en la provincia de Pontevedra, pueblos situados en un radio de 30 kil¨®metros, celebraron ayer, alrededor de la meta del Tour, el triunfo de su patr¨®n, que no es su paisano, su amigo, ?scar Pereiro, sino Floyd Landis, el norteamericano que le despoj¨® del maillot amarillo por 59s.
Son los cinco auxiliares gallegos, mec¨¢nicos y masajistas del equipo Phonak, cinco personas orgullosas que, pese a conocer a Pereiro desde que ¨¦ste era el cascarilla, un mocoso que no levantaba un palmo del suelo, que usaba una bici talla 46, una miniatura, un cr¨ªo que no paraba quieto, no dudaban ayer a la hora de declarar su fidelidad. "Ni coraz¨®n partido, ni alma dividida, ni nada", dijo Modesto, el mec¨¢nico, que fue director de Pereiro en sus tiempos de juvenil. "Nosotros tenemos bien claro para qui¨¦n trabajamos. El triunfo de Landis es, as¨ª, tambi¨¦n nuestro triunfo. Significa que hemos montado bien su bici, que nada ha fallado, que ha recibido los mejores masajes...". El Phonak, empresa suiza de aud¨ªfonos, es un equipo con alma gallega desde su nacimiento, en la temporada 2002. Lo construy¨® ?lvaro Pino, gallego de Ponteareas, despu¨¦s de dejar el Kelme, y en su aventura se llev¨® como auxiliares a la gente que mov¨ªa el ciclismo en la comarca, a Modesto, que ten¨ªa una tienda de bicicletas y ayudaba en los clubes; a Jos¨¦ Luis, director de un equipo amateur; y a Antonio. Al tr¨ªo se unieron, dos a?os despu¨¦s, Jos¨¦ Teixeira, masajista del Kelme, y Mois¨¦s Leboso, del Banesto. Y el quinteto enseguida adopt¨® como mascota, como chico m¨¢s querido, a Pereiro, al ciclista desconocido fuera de Galicia a quien Pino dio la oportunidad de crecer entre los mejores.
"Nosotros tenemos bien claro para qui¨¦n trabajamos. El triunfo de Landis es el nuestro"
Pereiro lleg¨® al Phonak procedente de un equipo portugu¨¦s de tercera divisi¨®n porque pocos directores lo conoc¨ªan en Espa?a. "Yo quise llev¨¢rmelo al Kelme", cuenta Pino. "Pero justo el a?o que dio el salto entr¨® como copatrocinador la Diputaci¨®n de Alicante, lo que nos oblig¨® a contratar corredores de la cantera mediterr¨¢nea. ?scar tuvo que irse a Portugal, pero en cuanto mont¨¦ el Phonak al primer corredor que contrat¨¦ fue a ¨¦l".
En 2004, los casos de dopaje de Tyler Hamilton y Santi P¨¦rez le costaron a Pino el puesto en el equipo, y al terminar 2005 Pereiro tambi¨¦n se fue, pero los cinco gallegos continuaron constituyendo el n¨²cleo duro del conjunto. Y desde esa posici¨®n sobrevivieron ayer a la dura contradicci¨®n. "Yo dirig¨ª a ?scar a los 13 y a los 14 a?os, cuando fue campe¨®n de ciclo cross", cuenta Mois¨¦s. "Era el casca, era tan ligero que en los repechos tiraba la bicicleta para arriba y sub¨ªa corriendo". Y pese a haber seguido sus pasos desde entonces, pese a haberle visto crecer muy deprisa, siempre bromista, siempre desinhibido, hiperactivo de culo inquieto, pese a verlo la ¨²ltima semana del Tour tan hermoso con su maillot amarillo, tan cerca de su consagraci¨®n mundial, ni Mois¨¦s ni los otros cuatro pensaron por un segundo que no terminar¨ªa ganando Landis. Y que no terminar¨ªan celebr¨¢ndolo como si hubieran ganado ellos mismos. "Aunque tambi¨¦n ten¨ªamos clara una cosa", explicaron. "Que de no ganar Floyd por lo que fuera, evidentemente tendr¨ªa que ganar ?scar".
Visto este panorama, a nadie, evidentemente, puede extra?arle que el d¨ªa en que recuper¨® el amarillo Pereiro mostrara su pena sincera por el hundimiento de Landis, o que ayer declarara su alegr¨ªa, tambi¨¦n sincera, por el triunfo del enemigo estadounidense a quien tan bien cuidan sus amigos gallegos.
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