Broche de danza gal¨¢ctico

Las actuaciones de danza de la presente edici¨®n del Grec terminaron este fin de semana con la presentaci¨®n en el anfiteatro de Montju?c del ¨²ltimo espect¨¢culo de la sorprendente bailarina y core¨®grafa Sol Pic¨®. El montaje, que se estreno la noche del viernes, se titula La prima de Chita y es una reflexi¨®n sobre las preguntas que amenazan diariamente al ser humano, tales como: ?qu¨¦ hago realmente en la vida? o ?hac¨ªa d¨®nde me dirijo?, por citar dos. Preguntas que la Pic¨® sirve a trav¨¦s de una est¨¦tica de La guerra de las galaxias y en clave de comic. La mejor virtud de este espect¨¢culo es que est¨¢ concebido para el espacio esc¨¦nico donde se ha estrenado y bailarines, m¨²sicos y escenograf¨ªa se acoplan al Teatre Grec como si formaran parte de sus paredes y vegetaci¨®n. Ni por un momento la obra se empeque?ece por la personalidad del marco.

En la actualidad los ¨¦xitos de los libros de auto ayuda, de pel¨ªculas como ?Y t¨² que sabes! de Mark Vicente y la proliferaci¨®n en nuestra ciudad de centros, bajo diferentes filosof¨ªas, en que se ayuda a la gente a encontrar la esencia de la vida, tambi¨¦n inquieta a los artistas. Conocer y dominar el lado oscuro de cada uno est¨¢ de moda y Sol Pic¨® no es ajena a esta corriente. As¨ª invita al p¨²blico en La prima de Chita a un viaje hacia la luna para descubrir la anhelada verdad.

A trav¨¦s de un lenguaje vital y agresivo en ocasiones, en que el gesto distorsionado produce un baile convulsivo e inquietante la Pic¨® introduce al espectador, por los meandros del subconsciente humano, meandros turbadores que llevan al p¨²blico a un viaje intenso pero inconexo. Los bailarines David Climent, Livio Panieri, Lola L¨®pez Luna, Maribel Mart¨ªnez, Virginia Garc¨ªa y Ricardo Salas, ¨¦ste ¨²ltimo el magn¨ªfico bailar¨ªn del grupo Erre que Erre, realizan una entregada interpretaci¨®n; sin embargo, el ¨¦nfasis en el gesto exteriorizado y en subrayar los efectos escenogr¨¢ficos ti?en al baile con una esp¨¢tula de vac¨ªo y superficialidad. Esta propuesta, que en principio resultaba interesante, queda engullida por los efectos ¨®pticos, que aunque son hermosos los hemos visto en numerosas ocasiones de mano de otros core¨®grafos, como por ejemplo, el fragmento en que los cuerpos desnudos de los bailarines se pegan a los muros de la escenograf¨ªa.

Como era de esperar, la Pic¨® sali¨® con sus zapatillas de punta rojas y realiz¨® dos peque?as intervenciones. El solo que tanta fama le dio en B¨¦same el cactus (2000), no ha faltado desde entonces en sus posteriores creaciones. En esta ocasi¨®n, adem¨¢s lleva incorporada en la espalda unas enormes alas negras, y no queda claro si es Mefist¨®feles o un murci¨¦lago de otra galaxia.

Punto y a parte merece la magn¨ªfica m¨²sica original de Mireia Tejero, que al saxo interpreta en directo junto a Krishoo Monthieux (percusiones), D¨¢cil L¨®pez (voz) y Ivan Santaeul¨¤ria (piano).

Al final de La prima de Chita aparece en escena un enorme gorila de metal y articulado. No es una sorpresa para el p¨²blico, pues su imagen se ha publicitado repetidamente, incluso en el propio programa de mano, lo que resta cierta fantas¨ªa a la pieza. Con lo sexy y rubia que es Sol Pic¨®, se echo de menos una escena con el gorila tipo la de Jessica Lang con King Kong.