La dif¨ªcil relaci¨®n entre Damasco y Washington

EE UU ha dicho, p¨²blica y privadamente -y la charla a micr¨®fono abierto entre Bush y Blair en el G-8 fue reveladora- que la clave para desactivar la crisis es lograr que cese el apoyo extranjero a Hezbol¨¢. Ese apoyo procede de Siria y de Ir¨¢n. Si EE UU quisiera -como The New York Times asegura, citando a funcionarios de la Administraci¨®n- separar a los dos pa¨ªses y lograr que Damasco deje de respaldar a Hezbol¨¢, los canales de comunicaci¨®n no est¨¢n en el mejor momento. Nunca, despu¨¦s de seis a?os con Bachar el Asad en el poder, Siria se ha encontrado en la situaci¨®n de paria internacional en la que est¨¢ ahora.

Tras el 11-S, Siria cooper¨® contra Al Qaeda, pero la guerra de Irak complic¨® la relaci¨®n. EE UU acus¨® a Damasco de hacer la vista gorda ante la resistencia sun¨ª y de abandonar la vigilancia en la frontera iraqu¨ª, y aplic¨® en 2004 sanciones a bancos sirios y a responsables pol¨ªticos. La relaci¨®n empeor¨® cuando Bachar forz¨® una pr¨®rroga inconstitucional del mandato de su aliado, el presidente liban¨¦s Emile Lahoud, lo que caus¨® la dimisi¨®n del primer ministro Rafik Hariri, que fue asesinado en 2005. EE UU retir¨® a su embajadora por sospechas sobre el papel de Siria.

En la expectativa de lograr un alto el fuego, la situaci¨®n puede moverse. Siria estar¨ªa dispuesta a dialogar con EE UU, asegur¨® ayer a Reuters el n¨²mero dos de Exteriores, Faisal al Meqdad; pero a?adi¨® que los objetivos del alto el fuego son "atender las peticiones de Hezbol¨¢ incluyendo un intercambio de prisioneros". Nada m¨¢s lejos de los objetivos que Condoleezza Rice lleva a la reuni¨®n del mi¨¦rcoles en Roma.

Propagandas y declaraciones oficiales al margen, es obvio que a EE UU le interesar¨ªa desconectar a Hezbol¨¢ de Siria y a Siria de Ir¨¢n, pero las bases de la doble operaci¨®n son fr¨¢giles. Seg¨²n Daniel Byman, profesor en Georgetown, "EE UU tiene poco margen de maniobra con los dos reg¨ªmenes".